miércoles, 8 de julio de 2015

SE ME ANTOJA QUERERTE 8

Asdrúbal y Asier

Asdrúbal llegaba a la cita con el detective privado. Tenía cita para las 7:30 de la noche, estaba un poco nervioso.

–Ya el señor Linares lo va a atender, está reunido –Dijo la secretaria–.
–Gracias.
Mientras esperaba leía una revista que había tomado de la mesita que estaba en la sala de espera. Llegó un hombre, dio las buenas noches y al pasar frente a Asdrúbal se le queda viendo mientras continua su camino hacia su oficina.
–Verga que carajo tan bueno ¿será detective también? –Pensó Asdrúbal imaginándose si también fuera gay–.

Al rato, sale del despacho del detective Linares una mujer muy elegante , tenía unos lentes oscuros puestos y con cara de estar llorando, se le acerca a la secretaria.

–Deisy, aquí están los registros, el señor Linares me dijo que te los diera y el código de barras para que entre todo en mi expediente.
–¿Quiere un té? Está un poco alterada.
–Si por favor, ay Deisy, mi esposo aparte de estar metido en negocios ilícitos con el gobierno, es maricón  –dijo la palabra en susurro– imagínate.
Asdrúbal agachó la cabeza y clavó sus ojos en la revista. Se imaginaba hablando con Deisy y contándole su situación con Asier –Imagínate Deisy, Asier es millonario gracias a que es un ladrón mafioso, tiene una empresa que es la tercera más grande del país y yo soy el novio de ese criminal.
–Joven Asdrúbal, ¿quiere un té? Lo veo alterado, su caso no es nada en comparación a lo que viene aquí, si yo le contara, yo me sé la historias de todos, a veces lloro con ellos y hasta los ayudo a resolver cosas, ya soy una experta—

–Señor, señor…señor ya puede pasar.
–Ah, ah si, si disculpe, gracias.

Asdrúbal entró a la oficina. Le sorprendió el despacho, era oscuro y con muebles de madera, parecía una oficina de detectives de las series de televisión de los 80, pero tenía muchas cosas modernas; una computadora, tablet  un sistema de televisión todo de la empresa de Cupertino, varias impresoras, un televisor de plasma de 42 pulgadas.

 –A ver ¿qué lo trae por aquí?.
–Bueno señor Linares vengo porque quiero averiguar varias cosas de una persona que tiene una empresa y es como sospechoso lo que hace.
–¿Cómo sospechoso?
–Bueno él es el dueño junto con la familia de la empresa Agustín Sucre & C.
–Ya va, ya va. ¿Tú quieres investigar a uno de los dueños de esa empresa?  Mira carajito tú sabes de quien estamos hablando? Es una de las mayores empresas de este país. ¿qué relación tienes tú con esa gente?.
–Bueno…yo estoy saliendo con Asier Sucre –Asdrúbal se puso rojo y Jaime se le quedó viendo a los ojos.

Otro marico, coño a mi me persiguen los gais hasta tengo tres en la familia, yo debí ser un nazi que mataba homosexuales en la otra vida y ahora me mandaron de nuevo para aceptarlos y amarlos. Pensaba Jaime–.
–Quiere decir que son homosexuales, son pareja.
–Sí, bueno, estamos saliendo. El caso es que yo conocí a Asier pidiendo dinero en el metro y por casualidad me lo encuentro en la calle encorbatado y comenzamos a hablar y él se pone a explicarme como ha hecho su fortuna.
–Vaya…mira vamos a hacer algo, te voy a poner en contacto con uno de mis colaboradores, se llama Rubén, él va a llevar tu caso si decides contratar nuestros servicios.
–Quería saber cual es el monto por el trabajo.
–20.000 al inicio y al finalizar el trabajo los siguientes 20.000.
–Wow, es mucho dinero.
–Estamos hablando de  una gran empresa a la que hay que investigar, te estoy cobrando poco.
–¿Y hay un sistema de financiamiento?
Jaime se le quedó mirando y se ríe para luego contestarle. Si, si lo hay, claro que lo hay, por supuesto te sale más costoso pero lo pagas en un año. Pero todo eso lo hablarás con mi compañero, ve a su oficina que está cruzando el pasillo. Espera que Deisy te avise para que vayas a su despacho.

Que se entiendan entre gais.
–<<Rubén te voy a mandar un carajito a tu oficina para que trabajes con él, te va a pedir financiamiento, no tiene dinero pero el caso es muy interesante. Ah y es gay. No te lo vayas a tirar, primero porque estás trabajando y segundo que mi hijo es tu pareja>>
–<<Ja, ja, ja Ay jefe, entonces ¿para qué me lo manda? Es jodiendo. Ya lo atiendo>>.

Asdrúbal vuelve a la sala de espera pero sólo esperó escasos minutos, Deisy le dice que pase ahora a la oficina de Rubén.

–Buenas noches, permiso –Asdrúbal al verlo se da cuenta que es el que vio cuando estaba esperando. –Qué bueno está–
–Siéntate –le hace un gesto con la mano para que lo haga mientras le sonríe–.
–¿Qué edad tienes?
–25 años, soy operador de atención al cliente en una empresa de telefonía celular.
–Que bien, luego hablaremos de eso que me interesa –Está mayorcito pa mi, pero igual me lo tiro, qué bello está el carajo–.
–Cuéntame que te trae por aquí a ver si te podemos ayudar.

Sonó el celular de Asdrúbal, era Ramón para saber como le había ido con el detective, le dijo que seguía reunido y colgó la llamada. Cuando comenzaba a contarle la historia, volvió a sonar el celular –Disculpa, atiendo y apago esto–Era Asier –Justamente de la persona que le vengo a hablar -Le dijo que estaba ocupado que hablaban luego y colgó la llamada.

Comenzó a contarle desde el inicio, de cómo lo veía en las mañanas en el metro, el día que se vieron frente a frente y luego cuando lo encontró en la cola para pagar y luego lo que Asier le había contado y lo que él consiguió en la mansión. Sacó los recortes de periódico y se los entregó.

–Caramba, esto es grave, si esta gente está relacionada con esto, es muy grave y debe haber mucho más. ¿Tú te vas a ver con él hoy? Lo digo por la llamada.
–No sé, a lo mejor.
–Vamos a hacer algo –Tomó un bolígrafo y papel– Aquí está mi dirección y mi número, mañana te vienes a mi apartamento y discutimos bien este asunto y armamos un plan, si le puedes sacar información hoy, mejor. Si estás empatado con él, sigue la relación, no termines.
–¿Pero para que vamos a tu apartamento? ¿No nos vamos a reunir aquí?
–Eventualmente pero me siento más relajado estando en mi casa, las ideas fluyen mejor con una copa de vino y sentados en el sofá. Ya verás que armaremos un buen plan.

Asdrúbal le sorprendió la invitación pero le entusiasmó, estaba pensando si la empresa sería poco seria y no resolverían nada y le quitarían el dinero y sólo tendría sexo.
–¿Y cuanto es el costo?
–Eso lo discutimos luego, pero tranquilo, el jefe me dijo que quieres financiamiento. Vamos a hacerte un plan para que todos quedemos satisfechos. Con esta información que me diste hoy voy a comenzar a moverme.

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