jueves, 28 de abril de 2016

MALAS INFLUENCIAS. Famoso por accidente.


10 de la mañana y mi celular suena, cuando logro abrir los ojos lo tomo y veo que hay 6 llamadas perdidas. Vuelve a sonar, es el productor de la película.


–<<No sé que coño estarás haciendo pero te vienes ya para el estudio, necesitamos hablar>>. –Me cuelga y yo vuelvo a caer en la cama.

La resaca que tenía no era normal, me había bebido toda la botella, la cabeza me daba vueltas. Como pude me levanté y fui a ducharme, para calmar el dolor de cabeza me eché agua fría y caliente alternándolas.



Me puse la toalla y así mojado fui a la cocina por un Gatorade y comer algo, tenía que acomodarme y salir. Me preparé unos huevos fritos, tocineta, tostadas, jugo de naranja natural y café.

Me vestí y no podía manejar, así que tomé un taxi rumbo al estudio. Al llegar estaban todos los actores ahí, me cayeron a preguntas, la cabeza me iba a estallar aún con los lentes oscuros puestos, me senté en una silla y les pedí que se callaran un momento. Me dieron un par de ibuprofenos con un jugo de naranja, a los minutos les hablé.



–Con todo lo que pasó esa noche, en vez de perjudicarnos, fuimos Trending Topic esa noche hasta el día siguiente y ahora nos invitaron a un programa de sexo que transmiten a media noche y te quieren a ti pero vas a ir con 3 de tus compañeros. -Nos hablaba el productor, que nos informó que serían 2 programas los que íbamos a grabar para el canal.



Nos trasladaron en una Van hacia el canal. Éramos 6 personas, incluido el productor del estudio. Nos explicaron que el programa es de sexo, nos iban a entrevistar sobre el cine porno, secretos de la filmación y por supuesto del incidente de aquella noche en el local gay.

El productor nos dio unas instrucciones y nos ofreció un camerino para esperar la hora de grabar. Le pedí que si tenía una pastilla para el malestar y quería dormir un rato pero sin gente.



–Te puedo prestar mi camerino, es pequeñito pero hay una cama ahí y nadie te va a molestar. -Me guiñó el ojo. Me llevó a su camerino que no estaba lejos del que nos dieron. –Grabaremos en 3 horas, mientras les daremos vestuario, maquillaje y cuadraremos lo que van a decir y las preguntas para que se sientan cómodos, yo me encargo de tus cosas mientras descansas.

Entró conmigo y me dio una almohada, cuando me acosté me la puso debajo de mi cabeza y con su boca cerca de la mía me dijo: –Luego me firmas un DVD de tu película. –Su aliento era dulce, agradable, sus labios casi rozaron los míos, me dejó solo por un rato.



Una hora después (asumo yo, estaba rendido) regresa el productor, entra con cuidado al camerino y me desabrocha el pantalón, aparta un poco el bluyín y me aparta el interior para sacarme el guebo que comienza a mamarlo. Me despertó cuando comenzó a succionarlo con su boca. Abro los ojos y lo veo y me ve.

–Tienes un guebo divino y grande.

Por más que mamaba no lograba que se levantara, todavía tenía el ratón encima, se lo estaba achacando a eso, le dije que se desvistiera para mamarle el culo. Me lo puso en la cara mientras seguía mamándo. Se me paró.

–Hay tiempo para que me eches una cogida. –Buscó un condón y me lo puso. –¿Tú crees que aguante este guebote?

–No sé, móntate y averígualo. -Le dije. Y se montó. No pasaron ni 5 segundos y se me bajó.

El se acomodó y sin decir nada me quitó el condón y se puso a mamar hasta ponerlo duro de nuevo. –Anoche me bajé una botella de whisky, no estoy al 100%

–Tranquilo. –Volvió a montarse y esta vez se lo metió completo pero se volvió a bajar.

–Creo que hoy no es tu día, vaya mierda, como engaña la industria del porno.

–Estoy enratonao eso no cuenta.

–Ahora pasa por el vestuario para darte lo que te vas a poner y te vas a maquillaje. –Se terminó de vestir y se fue.

Yo andaba arrecho, nunca me había pasado eso y tenía ganas de tirar. Me recosté un momento y a mi mente volvió la imagen de Jack. Sonó mi celular.



–<<Aló>>

–<<No te olvides de mi François, yo voy a regresar te lo prometo>>

–<<Jack, Jack, aló, aló>> Colgó.

Le empecé a dar golpes a la pared hasta que regresó el productor.

–¿Vas a venir? Estamos esperando.

–Por cierto ¿cómo te llamas?

–Jacobo. -Silencio

–Vaya…

–¿Vaya? ¿por qué?

–Nada olvídalo.



Entramos a maquillaje luego de vestirnos. 30 minutos después entrábamos al estudio del programa. Preguntas típicas; desde cuando nos dedicamos a la industria, cómo se graban las escenas, cuáles son los trucos y hasta hacer un performance en vivo pero con ropa. Luego vendría las preguntas del lanzamiento de la película y lo que sucedió tras bastidores conmigo. Mientras esto ocurría, Jacobo y yo cruzábamos miradas y a mi se me alborotaba el guebo, ya no había manera de sentarme que no se me notara. Jacobo me decía con señas que se me notaba en cámara.

Al irnos a comerciales  la gente del estudio y la conductora revisaron el twitter. El programa y mi nombre eran tendencia.

––Al actor François parece que le excita hablar del tema––

––François montó la carpa en el estudio––

––Pongan a François a hacer otra película, tiene un largo y ardiente verano––

––Que vergüenza tener que presenciar esas cosas en televisión––

––Dios que morbo. François lánzame ese #tsunamiBlanco a mi––



Terminamos de grabar y nos quedamos conversando con la conductora. Mis compañeros, los camarógrafos y ella misma se burlaban de mi por mi erección.

Mientras revisaba mi timeline recibo un mensaje privado.

––Aprovecha que estás excitado y ven a cogerme–– Era Jacobo. En un descuido de la gente, salí del estudio y me fui al camerino.



Me conseguí a Jacobo en el pasillo, lo halé hacia el camerino y entramos, lo comencé a besar y a desabrocharle el pantalón, me puse un condón y ahí en la primera pared del cuarto, parados, se lo metí.

–Querías guebo ¿no? Aguanta. –Se lo metí completo, él gemía, yo le hablaba sucio. Cada empujón movía el cuadro que estaba sobre él. No nos dimos cuenta que la puerta estaba abierta pero yo seguía dándole duro, le abrí las nalgas y empujé más.



–Gustavo, ven acá, que Jacobo debe estar…aquí…pasa.

El Gerente General del canal y su asistente nos encontraron en pleno sexo pegados a la pared. Nos detuvimos y al segundo me aparté tapándome.

Lo único que escuchamos del Gerente fue. –Jacobo agarra tus cosas y te vas del canal, estás despedido. Y usted se va del canal y no lo vuelve a pisar y se lleva a la cuerda de depravados que vinieron con usted. –La asistente no se quitaba la mano de sus ojos pero veía entre los dedos. Estaba roja de la pena.



Cuando ya estábamos en la Van de regreso y sin chance de grabar un segundo programa, el productor  se dirige a mi.

–¿Será que contigo va a ser siempre así? Apareces y detrás viene un peo.

–No supe que decir, simplemente un “lo siento”.



El programa tuvo una alta sintonía, de hecho por las redes sociales pidieron que lo repitieran. Al Gerente General no le quedó más remedio que llamarnos para realizar el próximo programa la semana siguiente. Jacobo no estaría, lo decidieron.



––Gracias a esa tirada ahora formo parte de los parados de este país, pero no me arrepiento, sé que voy a conseguir trabajo pronto, gracias por esa tirada–– un tuit privado de Jacobo.



­–<Hola ¿cómo estás? es Eduardo. Pasado mañana estoy libre, ¿nos vemos?>

El policía apareció y Jack también. Mi vida estaba patas pa’ rriba.

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