sábado, 13 de abril de 2013

TRIPLE EQUIS. Me sembraron en el huerto.




Salimos en bicicleta un amigo y yo sin ningún rumbo simplemente a dar vueltas. Después de un rato ya algo cansados, decidimos irnos por un camino bastante solitario. Al adentrarnos más descubrimos un sembradío que justamente estaba activado el sistema de riego que era bastante amplio, pedimos permiso a unos encargados del sector, nos quedamos en interiores para no mojar la ropa.
Nos bañamos por un buen rato hasta que la gente que trabajaba en el lugar se fueron retirando, cuando ya pasaban las dos de la tarde me quito el interior para colocarlo al sol para que se secara. Mi amigo hace lo mismo, así seguimos entre los aspersores y un tanque de agua, al fijarme en la entrepierna de mi amigo supe porque le decían pene de compota; es bastante grueso y no muy largo, nos salimos un rato del agua y no dejaba de mirarle el pene, disimuladamente. Quería tocárselo pero dentro del agua lo rozaba, primero con la mano después con mis nalgas.
Nos sentamos debajo de un árbol, el tenía el pene erecto, 6 cm de grueso y unos 15 cms de largo. Perfecto. Le dije que nos masturbáramos. Aceptó. Nos colocamos uno lado del otro, nuestra piel rozaba y nos excitaba más “¿Te masturbo?” Le dije, me agarró la mano y comence, el hizo lo mismo conmigo. Mi mano no alcanzaba a cerrarla alrededor de su pene.
Parecía que toda la sangre de su cuerpo la tenía en su pene, estaba durísimo. Así seguimos, nos juntamos aún más para unir nuestros penes, pasé la punta de su pene debajo de mis bolas casi tocando mi ano, pero él no se atrevía a decir ni hacer más nada, solo masturbarme y yo a él, Comencé a darle mas rápido y yo me vine, lancé una buena cantidad de semen que cayó por todo mi abdomen y piernas.
Le pregunte que si estaba listo para acabar me dijo que le faltaba mucho y comencé hacerlo mas rápido agarre de mi semen y se lo puse en su pene para lubricarlo, le dije que se acostara y me le monte arriba. “¿Qué haces?” Me preguntó. Le dije “Darte más ánimo para que acabes” puse su pene entre mis nalgas, coloqué saliva en mi culo y empecé a meterlo, él decía que me iba doler. “Tranquilo, yo aguanto” tan puta yo jejejeje.  Me fui sentando lentamente para que entrara, lo sacaba y así lo hice varias veces, me dolió muchísimo, sentía que me estaban partiendo en dos y me detuve un rato como para dilatar mi ano a ese grosor.
Después de un rato me relajé y entró hasta el fondo, el dolor desapareció y ahora lo que venía era disfrutar aquello. Él gemía de placer y yo enloquecido.

Después de un rato, cambiamos de posición, yo boca abajo y él sobre mi, sentir todo su cuerpo, ver los movimientos de cintura haciendo que entrara y saliera su verga bien gruesa dentro mi me ponía más quesúo. Llego el momento de sentir su semen en mi culo, por cada contracción que el tenía yo le apretaba el pene con mi culo. Mi amigo botaba y botaba leche era algo exagerado. Al sacar aquella cosa gruesa pujé y derramé su leche fuera de mi culo, ¡uf fue lo máximo!. Entramos al tanque para lavarnos, nos vestimos y nos fuimos. Y como si aquello no hubiese pasado nunca, no volvimos a tocar el tema. No hubo repetición pero lo disfruté.

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