Viernes 9:50 de la mañana, llegaba la van con los siete
invitados al lugar escogido para la despedida. Llevaban la cara tapada con una
capucha. _Vayan bajando con cuidado, los vamos a yudando y se quedan parados
aquí– decía uno de los hombres que acompañaban a los invitados. El chofer de la
van a l ver que habían bajado todos, aceleró y se perdió del lugar, pero
tendrila que volver cuando se le llamara.
Entraron a la casa, estaba en una pequeña sala sin muebles,
solo siete sillas, las ventanas estaban
cerradas y bloqueadas, la luz que había era artificial. –Quítense la capuchas
lentamente para que se acostumbren a la luz– volvía a hablar el hombre. Cuando
todos se quitaron las capuchas se consiguieron con una mesa rectangular y
larga, completamente blanca y sobre ella varios instrumentos y armas. –Como
pueden ver aquí tienen 7 instrumentos, uno para cada uno, se van a colocar en
fila y van a escoger el que quieran, pero antes beban esto– ¿Qué es esto?–
Preguntó Tobago. –Es tequila–les entregó a cada uno un shot. –Lo van a
necesitar, tómenselo de un solo trago–.
Se pusieron en fila. Tobago estaba de primero. –Escoge un
arma– En la mesa había un látigo de cuero con púas en sus cuerdas, un bisturí,
un bate, un aparato de descargas eléctricas, un alicate, una pistola de clavos
y un taladro. –¿Qué vamos a hacer con todo esto?–De eso te vas a enterar cuando
entres a la otra habitación mientras los demás esperan aquí. Pasa Tobago,
ustedes siéntense.–
Tobago traspasó unas cortinas negras y lo esperaba otro
hombre que le entregó otro shot de tequila. –Bébelo y entra–. Al entrar al
cuarto se le heló la sangre. Vio a Tabay amarrado con cadenas por los muñecas y
tobillos, estaba en cruz pero a la altura de sus ojos para tenerlo cerca. Al
fondo estaba Potro sentado con un arma.
Tabay tenía los ojos vendados y en sus cabeza unos audífonos
con musica de rock pesado a todo volumen. –Vamos Tobago, házle lo que quieras a
esa basura, piensa en todo lo que ha hecho este animal y desata tu arrechera en
él– Tobago tenía en sus manos el bate.
“Maldito” pensaba Tobago. Comenzó a darle batazos por los
costados, las piernas, los brazos, cada golpe era un grito y Tabay se ponía
tenso intentando gritar con la boca tapada. Un golpe y otro y otro y otro más.
–Détente Tobago, hay que dejar para los demás. Pasa por detras de tabay y mira
lo que hay– El ano de Tabay estaba abierto con un aparato metálico. –Métele el
bate por ahí, con todas tus fuerzas– Tobago comenzó a introducirlo moviendolo
circularmente y empujando. Cuando estuvo un poco menos de la mitad adentro,
Potro se levantó –Sostén el cuerpo– Potro tomó el extreme del bate que estaba
por fuera, levanto su pierna y con una patada partió el bate dejándolo dentro
del ano.
–Ahora, te vas a aquel cuarto y esperas ahí hasta que yo los
llame–. Entró, había un televisor encendido en un canal de música, en una
pequeña mesa sevidos varios shots de tequila y se bebió dos, se sentó y comenzó
a llorar.
Era el turno de Icoa. –Toma un arma Icoa y entra– Se llevó
el látigo. Entró al cuarto, se tomó su shot de tequila y al ver a Tabay se
llevó la mano a la boca. –Entra Icoa, tu hermano lo hizo muy bien, ahora te
toca a ti vengarte, házlo ahora y como quieras, eres libre de hacer lo que
quieras– Comenzó darle latigazos por la cara lo más fuerte que pudo, Tabay
gritaba. No s edetuvo hasta ver que la sangre le coria por el cuerpo. Siguió
golpeando pero el pecho, brazos y piernas y volvió a la cara. –¡BASTA! Acompaña
a tu hermano a ese cuarto–.
Afuera en la salita donde esperaban los otros cinco,
escuchaban lo que ocurría dentro. Era el turno de Bolivia. No quería entrar,
respire hondo, bebió su trago y entró con el aparto electrico. –Hola Bolivia,
aqui tienes al hombre que humilló a tu familia por años con un préstamo impagable
y jodiendo a tus hijos. Devuélvele un poco de ese sufrimiento_. Bolivia comenzó
a darle descargas, primero en el pecho y en el cuello, luego bajó a los
testículos y ahí se quedó varios segundos. Tabay estaba llorando. –SUFICIENTE,
reúnete con tus hijos–. Bolivia entró y se abrazó a sus gemelos y comenzaron a
llorar, se bebió otro shot.
Le tocó el turno a Falcón, entró con la pistola de clavos.
Sin preámbulos y sin esperar que le dijeran nada comenzó a dispararle a todo el
cuerpo de Tabay, a los segundos se detuvo y apuntó hacia Potro. Este levantó el
arma y le dio dos disparos en la cabeza a Falcón dejándolo tendido en el piso.
Uno de los ayudantes del escolta sacó el cuerpo hacia otro cuarto.
–Ay papá me toca a mi, esto va a está cabilla– Se llevó el
alicate. –¡Ese Potro! ¿que es lo que dice?– Coromoto no te tengo que decir que
hacer, ponte creativo–¿Aaay vale, le puedo quitar esto de la boca?– Potro movió
la cabeza afirmativamente, Coromoto le arrancó el teipe plomo y comenzó a
arrancarle los dientes con el alicate– Vente papá que voy sacarte las caries–
Iba arrancando los dientes con fuerza. No dejó ninguno en la parte de arriba.
Tomó el alicate y con un fuerte golpe le partió la mandibular. El motorizado
estaba disfrutando aquel rio de sangre que brotaba de la boca de Tabay. –LISTO
COROMOTO, YA, entra al cuarto de ahí– entró a cuarto riendo –JEJEJEJEJE lo deje
ancianito sin dientes al becerro ese, mira el sangrero– le mostraba la mano
cubierta de un color rojo oscuro.
Entró Orinoco con el taladro. Vio el aspecto que tenía Tabay
y comenzó a temblar y sudar frío. Encendió el taladro y tuvo que tomarlo con
las dos manos. –Acércate Orinoco y házlo– Se acercó y torpemente acercó al
pecho de tabay el taladro y lo atravesó, le hizo dos aberturas, una tercer en
el cuello –No puedo, no puedo más–Tiró el taladro y Potro le ordenó esperar en
el cuarto con los demás.
Finalmente era el momento de Guanta. Tomó el bisturí y lo
apretó con fuerza en su mano, bebió su tequila y entró. Potro la esperaba de
pie. – Te dejé para el final para que terminemos tu y yo con él– Potro le quitó
los audífonos y la venda de los ojos. Tabay estab extremadamente débil pero aún
vivo. Guanta comenzó a pasar el bisturí por el pecho, barriga, brazos. Cuando
llegó a la cara, cruzó varias veces el biturí hasta dejarlo desfigurado. Con su mano izquierda le agarró el pene y de
una sola pasada lo seccionó.
Potro tomó de una esquina un sable y sin esperar que Guanta
se recuperara de la impresión, decapitó a Tabay. Guanta comenzó a llorar, el
escolta la abrazó. –Toma esta arma, la vas a necesitar en unos minutos, quiero
que acabes con Orinoco.– Llamó al resto del grupo a que entrara.
–Muchas gracias por asistir a esta despedida, aqui está lo
que quedó de este hombre que jodió a un gentí incluyendo a ustedes. No es la
mejor manera de hacer justicia pero da un poco de satisfacción verlo ahí echo
una mierda.– Potro le hizo un gesto a Guanta para que hiciera lo que habían
hablado. Apuntó a la cabeza de Orinoco y accionó el arma. Cuando cayó al piso,
Bolivia pegó un grito. Guanta le volvió a disparar.
–Ahora quiero que vayan a la parte de arriba, se duchen y se
coloquen una ropa limpia que ienen alla arriba, vean que les puede servir.
Tienen toallas, jabon, chamú y desodorante. Luego nos iremos a comer.–
Mientras todos estaban acomodándose, Potro y 4 personas más
limpiaron y acomodaron todo el salón, dejando en el medio el cuerpo. El resto
quedó totalmente limpio. Se llevaron a Falcón y a Orinoco junto con las armas a
undescampado para prender fuego a todo y desaparecerlo.
Tres horas después se montaron en la van nuevamente con las
capuchas puestas, rumbo al restaurant donde irían a comer todos juntos con
Potro.
En el apartamento donde viven Potro y Catia, estaba la
muchacha encerrada y sola, sabiendo lo que le iban a hacer a Tabay. Sentada en su cama tenía entre sus manos una
pistol de su papá, estaba jugando con ella mientras sonreía. –No será ahora y
el mes que viene, pero cada uno de ustedes va a morir, Te voy a vengar mi amor.
Voy a matarlos uno a uno incluyéndote a
ti PAPÁ.
¿FIN?
Muchas gracias a todos los que siguen este blog y os que han leído PECADO CAPITAL, con todo respeto y humildad ha sido para ustedes los meas fieles lectores!.
ResponderEliminarMuy pronto nuevas historias. Saludos a todos