miércoles, 15 de mayo de 2013

PECADO CAPITAL 2. Pereza

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Atabapo empujaba la cabeza de Tobago para que introdujera todo el pene en la boca. Él se ahogaba y salivaba por entre la comisura de los labios, hasta que Atabapo explotó y derramó todo el semen en la boca de Tobago sin soltarle la cabeza lo que obligó aeste a tragar todo aquel líquido mezclado con la abundante saliva. Tobago se masturbaba. –Eh eh, ¡ahí no me vayas a echar eso! Apunta a la papelera.



Mientras Tobago se descargaba, Atabapo se acercó y le plantó un beso en la boca. –Rico nene, la semana que viene regresas para confesarte y ponerte una nueva penitencia– Se sonrió y le dió unas nalgadas.

***
Coromoto se levantó del banco y fue directo a la oficina del cura, abrió la puerta y los encontró a ambos. –¿Qué coño hacen aquí? Les gritó  algo alterado. El cura estaba sentado en su silla con la sotana puesta y Tobago frente a él, los separaba el escritorio.

–Disculpe joven, pero tiene que tocar antes de entrar, estoy reunido con un feligres, estamos en plena confesión–¡AH gran guevoná! Aquí no se confiesa a la gente es allá afuera padrecito. Salte y me esperas en la calle, que voy a hablar con este y ni se te ocurra irte.– Le dijo Coromoto a Tobago.


Se le acercó al cura y lo agarró por el cuello. –Como me entere que te estás cogiendo a mi carajito te mato curita, te coso a tiros aquí dentro de tu iglesia guevón– Atabapo con el susto en el cuerpo titubeó cuando le hizo la pregunta –¿Tobago es su hijo? –Tobago es mi putico, y me lo cojo solo yo, entendiste curita– Le sacó una 9 milimetros que se la colocó entre los ojos.  –Quédate sanito si no quieres irte con chuo de una vez– Lo empujó y se cayó al suelo con todo y silla.

–Móntate– le dijo gruñendo con un gesto para que subiera a la moto a Tobago. Llegaron al rancho de Coromoto, a pesar de lo precario del lugar estaba repleto de cosas, televisor de plasma, nevera grande, cocina con sus muebles una cama king sofás, equipo de sonido. En una mesa habían 8 tipos de celulares y armas. Guardados en una caja estaba la droga que vende y tiene para su consume, varias cajas de cerveza, whisky 18 años, vodka, ron.

Coromoto se lanzó en la enorme cama. –Ven carajito, móntate encima mio papa– Le dió un beso en la boca y de repente lo voltea en la cama y le pone una mano en la frente haciendo presión hacia abajo. –¡Maldita perra le mamaste el guevo al cura!–No, no…no hice nada Coromoto–La boca te hiede a leche maricón–.

Se tiró boca arriba en la cama, resprando entrecortado y con la rabia que hacía que la sangre le hirviera. –Ahora me vas a sacar la leche tú, párame el guevo con tu boca– lo agarró del pelo y le metió su pene en la boca. Se relajó y dejó que Tobago hiciera todo el trabajo.

–Tú si mamas guevo rico carajito, ni mi mujer me lo chupa así, eres una putica, pero te voy a quebrar después de cogerte– Tomó el arma que tenía en la cama y se la puso en la cabeza. Tobago del susto dejó de hacerle el sexo oral, –Sigue yo no te dije que pararas ¿o quieres que te vuele la azotea?. Mientras Tobago seguía con la felación, Coromoto no dejó de apuntarlo.

–Deja de mamá’ y móntate encima y cabalga, ponte perra–Tobago obedeció y comenzó a moverse de ariba a  abajo primero lento y luego colocándose en cuclillas en la cama comenzó a agitarse con fuerza. Coromoto estaba disfrutando viendo como se movía el muchacho y sin tener que hacer nada para excitarse, Tobago estaba fajado cumpliendo con su tarea.

Tobago en un momento se levanta y vuelve a sentarse pero ahora dándole la espalda a Coromoto para que este pudiera ver como su pene penetraba a su noviecito. Volvió a moverse de manera rápida y precisa. Así estuvo po un buen rato. Ya en Tobago se notaba el cansancio de estar en esa posición y le pidió un cambio de posición. –Vamos a voltearnos, estoy cansado–No papá, hoy te toca a ti hacer el trabajo, no siempre yo voy a moveme, fájate tú también– Y volvió a montarse para seguir. Unos segundos después Coromoto notó algo extraño.

–Coño…¡para, para! Veeerga carajito, ¿usted no cagó antes? Me embarraste todo, ahora limpiame esta vaina que esta podrío– Tobago se bajó de la cama directo al baño a buscar algo para limpiarlo. –Epa nene, ¿pa dónde vas?– Voy a buscar papel  una toalla para limparte–No, no, no…usted hoy se portó burda de mal y no hizo caso ven a limpiarme pero con tu boca–. Tobago no podía creer lo que estaba escuchando. –No coño eso me da asco–´sa es tu mierda y la vas a limpiar como te dije– Se montó en la cama y dudando si hacerlo o no, se acercó. –!Carajo, no joda que mames el guevo y lo limpies! ¿No entiendes?– Lo volvió a agarrar por los pelos y le bajó la cabeza hasta su pene.

Tobago, con el asco reflejado en su cara comenzó a limpiar con su boca los restos que había dejado. Una vez que introdujo el pene en su boca, tuvo una arcada y no aguantó las ganas de vomitar.  Todo se volvió un desastre. Las sábanas, el cuerpo de Coromoto, el colchón.
–¡¡¡Coño de la madre!!!! Sacó a empujones de la cama a Tobago y comenzó a darle patadas cuando estaba en el suelo. –Ya por favor, ya, no me pegues más, yo limpio todo, pero no me golpees–

Una hora después ya con el cuarto limpio, Tobago le dijo a Coromoto: –Me puedes llevar a casa, ya es tarde–Si, que más, yo te llevo. Espérame fuera del rancho que ya salgo–. Se metió una raya de coca y salió. –¿Sabes qué? no te voy a llevar, te bajas tu solito del cerro–Pero es tarde, me van a asaltar si voy solo, por fa acompáñame–Ese no es mi peo, es más quítate la ropa y te vas chinito solo en interiores, ¡QUE TE QUITES LA ROPA COÑO¡– le gritó mientras volvía a apuntarlo con la 9 milímetros. –Arranca cagón, mariquita–


Tomó uno de los celulares: –¡El mío! Mosca que va bajando mi putico, vigila que llegue sano a su casa, luego tú y yo cuadramos…si va, pendiente.

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