viernes, 12 de julio de 2013

PECADO CAPITAL 3. Avaricia FINAL DE TEMPORADA

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Los cuatro se fueron a casa de Orinoco, donde tenía una habitación repleta de cualquier aparato, juguete y articulo para el disfrute sexual pleno.

–Ven acá Trinidad móntate en este columpio, vamos a divertirnos–Trinidad sntió una puntada en el ano sólo de pensar lo que le venía en unos minutos.



–Me lo cojo yo primero que tengo que irme– Dijo Tabay. Lo alzaron, le amarraron las piernas hacia arriba y los brazos atrás. –Este culo aguanta, esta negra llevó guevo seguido de cpor lo menos 30 carajitos en el reclusorio, te aconsejo que te pongas condón si no quieres llevarte un regalito venéreo jejejje– Le decía Federico, La Jefa.

Tabay se acercó a Trinidad y comenzó a jugar con los dedos en el ano de Trinidad, lo escupió un par de veces e introdujo su pene, un ligero gemido salió de Trinidad.–No hagas que te duele que ya tu estas corrida negrita– le decía Federico.



Orinoco se fue hacia la cara de Trinidad y le introdujo su pene en la boca, este comenzó a mover su lengua alrededor del grueso pero no tan grande pene de Orinoco, y no habían pasado ni 15 segundos y se vino en la boca del joven. –¡El coño de la madre!– gritó Orinoco –Me hiciste acabar rápido negro de mierda– “¿Te hizo? No joda, eres tú que no retienes las ganas, ya estás viejo Orinoco, jejejje” pensaba Federico.



Orinoco desató a Trinidad de las cadenas y lo bajó del columpio. –¡Pero ya va que no he terminado con este culo!_se quejaba Tabay que quedó sorprendido por la actitud de Orinoco. Este lanzó al piso al chamo y comenzó a darle fuertes cachetadas sin parar en la cara. – ¡No vuelvas a hacerme estoa negro de mierda! Me hiciste acabar maldito.– cachetadas iban y venían mientras  Orinoco estaba sentado en el pecho de Trinidad.



–Echáte para adelante pa cogerme a este mientras le pegas– Orinoco se movió y Tabay volvió a penetrarlo. –Este negro travesti no sabe con quien se metió, TE VA ASALIR CARA LA OPERACIÓN marginal.– Se levantó y jaló de los pelos a Trinidad hasta levantarlo y lanzarlo en el sofá. –Cógetelo mientras yo los grabo–Le dijo a Tabay.

 Federico tomó una de las armas del capo y le introdujo el cañon a Trinidad en la boca.



–¿Le vuelo los cesos a esta negra?– Dale mátalo mientras me lo cojo así me aprieta el culo con el impacto– Orinoco grabando el acto, Federico apretó el gatillo, Trinidad apretó sus esfínteres.

***

Guanta estaba visitando en su casa a África. A pesar d ela negativa de esta, por la golpiza que había recibido el día anterior, Guanta insistió y la ayudó a curarle las heridas. África le contó todo a Guanta, “miserable, pero África eres parte de mi venganza y saldrás perjudicada pero luego me lo agradeceras” pensó Guanta.

En la casa se encontraba Catia, estaba en su cuarto, en la mañana la llevó su padre luego que ella se recuperara de la droga que le habían dado. “Te voy a joder Tabay esta me la pagas” habría dicho ese día  Coro mientras acostaba a su hija en la cama, que, colocándole la piyama, pasó la palama de su mano por la entrepierna de su hija. Coro se estremeció y dentro de su ropa interior comenzó a despertar su pene que iba humedeciendo el pantalón.



–Vamos a tomar otro vinito, ¿te queda?–Sí–Dime dónde está que ahora lo sirvo yo–Tranquila Guanta yo lo sirvo quédate aquí–. Guanta se sonrió, tomó el celular de África en su bolso y le envió un mensaje a Tabay: “mi amor perdóname, necesito que vengas a casa quiero hablar contigo, perdóname, te amo, ven, tú tienes llave, te espero.” Envió el mensaje y dejó el celular sin sonido. –Aquí están las copas, vamos a brindar– África se sentó al lado de Guanta, ambas bebieron un buen trago y se volvieron a servir vino.



Guanta se acercó aún más a África y le plantó un beso en la boca. Ella lo aceptó y se dejó llevar. Estuvieron un buen rato besándose, Guanta le metió la mano por la blusa y comenzó a tocarle los pechos, con una agilidad asombrosa, le desabrochó el sostén y dejó al descubierto unos pechos suaves, redondos, firmes. Comenzó a pasar su lengua por el pezón de África, ella se estremecía. Tomó su copa y derramó vino sobre los pechos de ella. Guanta comenzó a lamer cada gota de vino que corría por aqullos firmes pechos.



Tabay llegaba al edificio con dos escoltas. Potro estaba en la entrada de planta baja.      –Arriba está su otra mujer, Guanta, al parecer son amigas y se están poniendo muy amistosas– Le mostró el video por el iPad. En eso llegaba Macuto, –Caramba jefe ¿viene a ver a mi madre? Jejejeje– se saludaron. Subieron. –Te vas a sorprender cuando veas a tu mamá en casa– Le dijo Tabay a Macuto. Se escuchó el sonido de unas llaves abriendo la puerta pero ambas estaban concentradas en su juego lésbico. Tabay entró, cerró la puerta y se quedó observando a sus dos mujeres teniendo sexo.



–MACUTO VETE A TU CUARTO–Gritó Tabay–Ni de vaina yo me quedo aquí–Dijo él. –Mi amor, ¿tú aquí?– Macuto ve a tu cuarto– Que NOOOOOO–Ok– Agarró del cabello a África y la tiró al piso, y nuevamente como hace 24 horas comenzó a golpearla –Tú no aprendes perra,  no te bastó con tirarte al novio de tu hija y ahora te metes a lesbiana con esta mujer– “carajo mi mamá se sigue tirando a Falcón jajajaja y ahora con esta tipa que esta podrida de buena” pensaba Macuto sin mover ni un músculo para ayudar a su mamá–.


Un golpe tras otro iban y venían, mientras Tabay le gritaba groserías. –TABAY, DÉJALA, DÉJALA YA– Tabay se volteó y se detuvo –Bueno yo me voy a mi cuarto, tengo sueño– se despidió Macuto. Tabay volvió a voltearse y siguió golpeando a África. De repente recibió un fuerte golpe en la cabeza. Guanta lo golpeó con la botella de vino. Potro subió de inmediato. África tenía la cara cubierta de sangre, entre la suya y la de Tabay que salía de su cabeza.

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