lunes, 29 de julio de 2013

PECADO CAPITAL 4. Lujuria


–Tengo un hermano gemelo, somos idénticos y me imagino que ese cura se tiró a mi hermano o le mamó el guevo, no sé. ¿Pero tú pa qué le pegas un tiro?–No se, ando con la adrenalina a millón, venía de matar a tres personas y quería seguir disparando jejeje. Vamos, ve a buscar tus vainas que nos vamos–.



***
Tabay estaba en su oficina de la importadora licorera y con él Catia que estaba estudiando. Se levanta de su asiento y se acerca a Catia. –Mámalo, quiero verte como lo haces mi hembrita–Catia sentada comienza a lamer el penemientras Tabay le acaricia la cabeza. En su mente estaba la imagen de Guanta, no puede sacarla de sus pensamientos.

Catia comenzó a quitarse el uniforme dispuesta a tener sexo ahí mismo. –¿Supiste que tú papá te cogió la otra vez?–Catia se detuvo, miró a Tabay a los ojos, –¿Era mi papá? Supe que él me llevó a casa pero no pensé que hubiera sido…él…el que me cogió o violó–Sigue mamando ya pasó y lo disfrutaste así que tranquila–.

Coro iba llegando a la torre de la importadora, lo registraron en recepción, lo anunciaron en el piso 16 y subió. –Adelante señor, lo están esperando–. Coro abre la puerta y al entrar se encuentra al fondo a su hija sentada con su cara metida en la entrepierna de Tabay. –¡Eres un desgraciado! Coro agarra por el cuello de la camisa a Tabay, lo voltea y le da un golpe en la cara. –¡Vete de aquí Catia!–Tabay es mi novio papá–No seas pendeja que este no es novio de nadie, lo que tiene son amantes hombres y mujeres, espérame en planta baja y no protestes que tengo que hablar con este–.

Se quedaron solos y comenzó a hablar Coro. Lo empujó a la pared. –¡Eres un enfermo, poner a mi propia hija a que me la coja, eres un madito enfermo! Te voy a matar– le volvió a dar otro golpe. Tabay le detuvo el segundo golpe y lo agarró del cuello. –¿Qué carajo vienes a reclamarme tú ahora después de varios días que pasó eso? ¿Quién es más enfermo? Además, si estás tan jodidamente dolido y asqueado con lo que pasó, ¿por qué viniste hoy con unas pantaletas y un liguero puesto? Eres una perra que lo que quieres es que te coja.

Coromoto llegaba a la torre con Tobago. –Vamos a ver que te consigo mi putico, pero de que trabajas aquí, trabajas. Cuéntame eso que tienes un hermano gemelo, ¿es igualito a ti? ¿Da culo? Preséntamelo y me lo cojo a los dos.–Me dijo que en dos días se va a Colombia en secreto, no sé por cuanto tiempo, ayer me  dijo que le hiciera una maleta y se la bajara fue todo un peo, el está internado en un reclusorio y se escapó–Bueno cuando regrese me cojo a los hermanitos jeje, vente papá, vamos a enchufarte en la empresa.

Macuto, el encargado de dar el sí para que entrara Tobago, dio su aprobación. –Vas a ser el mensajero interno de la empresa, trabajarás en los pisos del 12 al 16, sueldo mínimo más beneficios de ley y dependiendo del desempeño se te dará más responsabilidades y mejor sueldo. Pasa por Recursos Humanos para formalizar tu ingreso.–¿Pero voy ya?–Si, si, de una vez–. Tobago se va al piso 5 a entregar los documenos.
–¿De verdad este chamo tiene 18 años?–Si mi panita, todo legal papá, tan legal como que ya te voy a pagar el favor.

Tabay le colocó el antebrazo en el cuello a Coro y con la otra mano le bajó los pantalones. –Mira que tenemos aquí, un hilo rojo de encaje, que puta eres mi oso– volteó a Coro, le separó las nalgas, escupió su pene e introdujo el pene. Lo penetró hasta el fondo y le dijo al oído –¿Verdad que te dió morbo tirarte a tu hija? Te encantaría repetir, dímelo anda dime que te excitó eso–Iba dándole empujones fuertes y repetidos. –Sí, sabes que sí. Me gustó, pero más me gusta AAHHH, como me coges tú papi–.

Tabay siguió penetrando a Coro parados y pegados a la pared. –Mastúrbate–le dijo, cuando comenzó a hacerlo, retiró su pene y se subió el pantalón. –Ahora vete que tengo trabajo–. Coro quedó con ganas de seguir pero Tabay ya lo estaba botando de la oficina. –Vamos, vamos vete, nos vemos en la noche, arranca–.

Coro salió de la oficina molesto y aún con el pene erecto. Se fue al ascensor, al abrirse las puertas se consigue a Macuto, su hijo y a Coromoto. –Papá, ¿qué haces aquí?–Visitando a un amigo, bueno al dueño de esta empresa–“Ay vale, este como que se tira al Tabay jejeje tá como cogible el papá de la loca esta” pensaba Coromoto. –Tú hermana está abajo, ven conmigo pa que la veas y me la llevo–¿Y qué hace Catia aquí? “mmmm ya ya, Tabay se la coge” razonaba en su cabeza Macuto. –Luego te cuento…a solas–Tranquilo el mío, que yo me arranco y luego me veo con mi jefe de nuevo– Le extendió la mano a Coro y con su dedo le rascó la palma, Coromoto le picó el ojo.

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