Las vueltas que da la vida.
María Antonia
no paraba de caminar en la sala de espera de la clínica, Jaime escribía por el celular mientras tomaba
un vaso grande de café.
–Tranquila señora,
todo va a salir bien. –Decía Diego que en su cara se reflejaba el susto.
–Igual me
preocupo joven, es mi hija.
Jaime se
acercó a ambos. –Mira carajito, ¿tú eres normal? ¿Eres hombre, tienes tus bolas y guevo entre
las piernas, no eres gay?.
Diego arrugó
la frente, no entendía la pregunta del policía.
–Sí, sí…soy
heterosexual, pero no sé a que viene eso, no entiendo.
–No le hagas
caso a este troglodita.
–¿Te vas a
hacer cargo de mi hija y su bebé?.
–Si ella me
lo permite, lo haré con gusto, vivo con ella.
–¿Qué? ¿estás
viviendo con mi hija? O sea viven tres personas con ella, ¿qué es esto, una
orgía?
Diego no
entendía nada de lo que hablaba Jaime, María Antonia se puso detrás de él y le
puso las manos en los hombros.
–Jaime,
escucha, Yovana y Clemente ya no viven con Esperanza, comparten apartamento
Diego y ella.
–¿Y por qué
siempre soy el último en enterarme de todo?
–Porque te
pones bruto cada vez que se te cuenta algo, es mejor que no sepas.
–¡Qué bonito
María Antonia!
Se escuchan
las puertas batientes del quirófano y sale el doctor quitándose la gorra, el
primero que corre es Diego.
–¡Todo bien!
un hermoso varón de 3 kilos y 51 centímetros.
–Espero que
no sea gay. -María Antonia le lanzó una mirada fulminante, Diego estaba
sorprendido de la actitud de su futuro suegro.
–¿Podemos
verlo?
–Si, espere
unos minutos y van al Retén, si quieren pasen a ver a la madre.
–¿Puedo pasar
yo primero a verla?
–Mira
carjito, la que está ahí dentro es mi hija y… -María Antonia le puso la mano en
el hombro y vio a Diego. –Entra, nosotros vamos a ver a nuestro nieto y luego
entramos.
_______
Yovana se
había mudado a casa de Fabián. Primero porque así cuidaría del hijo del
muchacho pero también porque ambos comenzaban a tener algo parecido a una
relación, aunque Fabián estaba confundido pensando que era gay, Yovana le
explica la situación.
–El amor y el
sexo es universal y libre, no te encasilles y te etiquetes, ¿estás bien y
cómodo conmigo? ¿Disfrutas del sexo conmigo?
–Si, bueno,
no me quejo, de verdad me encanta, pero es que…
–Entonces
relájate, no dejes que la sociedad y te diga lo que eres, eres un hombre que
vive con otra persona y disfrutan del sexo y el estar juntos..
Unos segundos
de silencio y Fabián habló.
–¿Tú tienes
pensado operarte? Si es por dinero yo te pago la operación.
–No está en
mis planes a corto ni mediano plazo, la verdad que no pienso en eso. No me
quita el sueño, pero creo que a ti si.
–Bueno, no,
es que…me gusta una vagina, tú me entiendes…
–No voy a
operarme para complacerte Fabián, eso lo tengo muy claro, así que dime de una
vez si seguimos juntos o no.
Fabián tragó
saliva y la vio a los ojos y por unos segundos en silencio se quedó mirándola
fijamente.
–Vamos a
dejar que las cosas fluyan, de momento me gusta lo que estoy viviendo contigo y
mi hijo.
–¿Ah si? ¿Te gusta? ¿Y esto te gusta? –Se agachó
mientras desabotonaba el bluyín y sacaba el pene del interior. Comenzó a
mamarlo, Fabián se estaba excitando y su pene lo delataba. Su piel se erizó
mientras contraía los músculos del abdómen. La conversación que habían tenido
lo había excitado y no creía poder aguantar mucho para correrse.
–¡Aaaaay
Yovana espera que me vengo! –Ella lo vio a los ojos mientras sentía como su
boca recibía aquel líquido caliente y espeso.
____________
–¡Holaaa!
–Diego entraba a la habitación, Esperanza apenas sonreía.
–¿Cómo te
sientes?
–Agotada, no
sabía que parir era tan duro.
–Bueno fue
parto natural, eres una valiente. –Se le acercó y le dio un beso en la boca.
–Conocí a tu papá, es un señor muy particular.
–Es un señor
del siglo antepasado. Ya me imagino que te habrá dicho.
–Me preguntó
si era gay, bueno primero si yo tenía bolas y guevo, jajajaja que loco.
–Eso es por
Yovana, él la conoció. No le hagas caso.
–Hay algo que
me sorprendió, cuando salió el médico diciendo que ya habías dado a luz tu papá
le dijo “ojalá no salga gay”.
–Ay mi papá
es un retrógrado, ¿mi mamá no le dio una cachetada?
–Bueno, creo
que estaba a punto, pero lo miró con cara de odio, tu papá es bien homofóbico.
–Es que sus
hijos son gais, su hijastro es gay, su exyerno es gay y bueno yo que salí con
Yovana…entonces él se descolocó y embruteció.
–Verga,
disculpa lo que te voy a decir pero la
vida lo castigó feo jejejejeje.
–Que quieres
que te diga…mi mamá tiene que lidiar con eso.
Diego le
pidió permiso a la enfermera para llevar al niño a la habitación y entregárselo
a su madre, lo acompañaban sus suegros. Lo sostenía en brazos y la sonrisa no
se le iba de la cara, se lo pasó a Esperanza que comenzó a llorar.
–Dale el
pecho muchacha, ya es el momento. –Le dijo la enfermera que se sonrió y se
retiró.
–¿Será que
este carajito le pondrá los pies en la tierra esta niña?
–Yo creo que
sí, míralos, se ven hermosos, dame te tu celular que no traje el mio con la
apuradera.
–¿Para qué?
–Quiero tomarles
una foto mira esa imagen, dame.
Ya en la
noche, Diego, que se quedó en la habitación con Esperanza, se despertó con el
llanto del bebé, se levantó y lo puso junto a su madre para darle pecho.
Al terminar
de comer, Diego se fue al sofá a buscar algo en su chaqueta y regresó a la cama
de Esperanza.
–Ahora que el
bebé se durmió quiero decirte algo.
–Estoy
cansada Diego, ¿puede ser mañana?.
–No, ahora. -Metió
la mano en su bolsillo y sacó una cajita. –Quiero ser el papá de Jaime porque
quiero casarme contigo.-Abrió la cajita y se la puso frente a ella que se tapó
la boca sorprendida.
–No, esto no
podía esperar a mañana…¡Estás loco!
–¿Eso es un
sí o un no?
–Acepto,
acepto, acepto, me caso contigo. En cuanto a lo otro, eso es más delicado,
Yovana es la madre del bebé también y tiene derechos.
–Podemos
hablar con ella y me ceda ese privilegio, aunque ella no se desentienda del
bebé, puede ayudar con la manutención, seguirá siendo su padre, madre, perdón.
–Hablaremos
con ella cuando ya estemos en casa mi amor.
Un beso selló
el compromiso.
Al día
siguiente con la visita de Jesuscristo, se enteró el resto de la familia de la
próxima boda.
Cuando
llegaron a casa de María Antonia para quedarse ambos las primeras semanas ahí,
se encontraron con la sorpresa que su hermanos María Julieta y José Arturo
estaban en casa con sus respectivas parejas Maikol Jackson y Keiny.
–Mi hermanita
consentida con el permiso María Julieta aqui te doy mi regalo por hacerme tío y
el regalo de bodas, de una vez. -Un sobre con varios billetes verdes nada
despreciables. Diego abrazó a su cuñado.
María Julieta
hizo lo mismo y le entregó otro sobre. Maikol Jackson cargaba al bebé, Diego
estaba sorprendido de ver a su cuñada de extrema palidez con un hombre que no
se veía hasta que mostraba los dientes.
Los esperaba un
almuerzo familiar, ya la amplia mesa estaba dispuesta para recibirlos a todos.
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