miércoles, 6 de septiembre de 2017

De Repente Tú 10. Capítulo 9

Cuernos Europeos.

–Yo no puedo creer esto, no puedo creerlo. ¡Te tiraste a mi sobrino!
–Bueno ya portu relaja el papo, fue una tirada tampoco es que el chamín era virgen.
–¡Yonaikel te traje a Portugal para tener una nueva vida y contigo y tú me pagas primero montándome cachos y segundo con mi sobrino.
–¿Pero que iba a saber yo que eran familia papá? Toy llegando a este país.
Fernando se le ponía roja la cara de la ira escuchando a Yonaikel justificando su actitud.
–¡Basta! No se trata de mi sobrino, se trata que tuviste sexo con otra persona y aquí en Portugal.
–Ah vaina, ¿entonces? En Caracas tiré con otras personas, con tu primo, las secretarias, mi jeva, un pana del barrio.
Fernando se volteó y le lanzó un golpe en la cara a Yonaikel, tan fuerte que lo tumbó al suelo.
–Na guevoná portu, usté esta bravo ¿oyó? Tremendo coñazo me diste guevón, me duele, creo que me aflojaste una muela. –Se levantó del piso con un ligero mareo, se sostuvo de Fernando que lo ayudó a levantarse.
–¿Tú no has entendido que yo estoy enamorado de ti malandro del carajo?
–Si yo sé guevón pero es que tú me dices esas cosas y yo me espanto, yo me he empatado con mujeres pero con hombres no, solo me los cojo, pero es que contigo veeeerga, no sé….es complicao, porque tú me gustas y tal pero empatarme así…
-Fernando le plantó un beso en la boca sosteniendo su cara con sus manos, Yonaikel respondió al beso.


Fernando rompió relaciones con su familia por decisión de ellos. A su sobrino no lo vio más y, aunque vivían en la misma ciudad, Fernando montó su negocio aparte y se mudó con Yonaikel al apartamento. Puso al motorizado a trabajar con él.
Yonaikel se trajo a sus hijos a Portugal para criarlos junto a Fernando que sería el padre adoptivo.

El motorizado no cambaría, en cada oportunidad tenía sexo con alguien en la ciudad, su color de piel llamaba la atención y al verlo desnudo la atracción era mayor, se había regado la fama de superdotado por el vecindario.

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6 meses después…

–Los declaro esposo y esposo. Pueden besarse.

Cerca de la cara de Yonaikel, Fernando antes de besarlo le dijo algo casi en secreto.
–No me importa con cuantos hayas tirado antes o ahora, porque lo sé, lo sigues haciendo -Yonaikel tragó saliva como si tragara una bola de pelos–Yo te amo y vas a ser mi esposo y yo sé que tú me amas y estaremos juntos siempre. -Se acercó  a su boca, Yonaikel abrio la suya y con las mismas metió su lengua en la boca de su ahora esposo, El motorizado abría su boca y seguía moviendo su lengua  dentro de la boca de Fernando que hacía lo mismo, el beso se convirtiió en algo incómodo para los presentes.
El juez cerró el libro con fuerza.
–Bueno, bueno, bueno ya pueden retirarse, hay personas que esperan para casarse

Salieron de la oficina del Ayuntamiento recibiendo arroz de los invitados. Se montaron en la limosina.

–¿Y por qué estás tan seguro que yo te amo?
–Has aprendido portugués en tiempo record y no quieres regresar a Venezuela y porque tus ojos brillan cuando me ves mi negro hermoso.
–Deja la mariquera poooortu.
–Ay ya cállate
El chofer los veía por el retrovisor y sonrreía.
–Al hotel José y mañana nos buscas para ir al aeropuerto.
–Seguro, felicidades.
–Gracias. –Fernando fue a besar a Yonaikel y este se echó para atrás.
-¿Qué pasó papá? ¿Vas a seguir? nos está viendo el pana.
–Te besé frente a un gentío hace minutos ¿y ahora te da pena con José?

–Yo también estoy casado -Levantó su mano mostrándole el anillo–Y con un hombre, desde hace 3 años -Volvió a sonreirse
Yonaikel besó a Fernando para luego hablar con José.
–¿Tú te molestas si me cojo a mi marido aquí en el carro?

José le dio a un botón en el tablero y una lámina negra separó los asientos de atrás con los del chofer quedando en total privacidad.

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