jueves, 13 de septiembre de 2018

Y SI ME ENAMORO. capítulo 64


–Ya, ya, no te tomo más fotos, no me vas a pagar esta vaina y mi cámara se jode con cada disparo.
–Ay chico, tengo que aprovechar que tengo un novio fotógrafo.
–¿Perdón? -Nelson arrugó la cara mientras guardaba su cámara y veía a Pedro. ¿Novios? Marico, tiramos, fue rico, me gustas pero wait, no somos novios.

Pedro se puso rojo de la pena y no sabía que decir, pero habló. –Bueno, es un decir, yo pensé…que era lo que querías luego de confesar que te gusto y yo…bueno, disculpa.
–Marico es que tú tiras con un carajo y ya quieres empatarte con él y vivir juntos, bájale cuatro pana. Además estás empatado con el malandro ese, el policía.
–No es malandro, hoy voy a hablar con él para terminar.
–Verga Pedro, o sea yo no sé si quiero empatarme con un tipo, yo volví a….-se detuvo, iba a contarle que se había acostado ese mismo día con su ex pero no dijo nada.
–Volviste ¿a?... ¿qué volviste a hacer?.
–Nada, nada..estaba pensando, el caso es que yo no me veo con un tipo empatado.
Pedro se le acercó y le dio un beso en la boca metiéndole la lengua, Nelson le puso la mano en la nuca y respondió el beso.
–Yo sé que te gusto y quieres conmigo.
–Anda vete, tengo cosas que hacer, las fotos te las doy en 15 días.
–Cuando quieras mi amor, yo sé que vamos a ser novios.
–Vete de aquí marico, déjame solo.

Pedro llamó a Arévalo para verse, quedaron en un café.

–Te llamé porque necesito hablar  y ser sincero contigo y quiero que tú lo seas también.
–Plomo, suelta el yoyo que me tengo que ir.
–¿Por qué contigo todo tiene que ser apurado?
-Coño marico, deja de hablar tanta paja y suelta lo que tengas que decir.
–Quiero terminar contigo.
–¿Terminar? ¿terminar que? Nunca fuimos novios, éramos “amantes” como dijiste tú, yo estoy con el viejo Diego.
–Bueno chico, el caso es que ya no quiero nada contigo, estoy saliendo con Nelson.
–¿Nelson? ¿El amigo de Orlando? ¿Ese no estaba con una jeva?
–No te hagas el guevón que te lo cogiste.
–Ah si, si, ya, ¿Estás saliendo con él, son novios?
–Estamos saliendo pero creo que vamos a eso.
–Ya, te cogió y ya es el hombre de tu vida, marico tu culo es un altar, no te pueden coger porque ya sientes que te tienes que casar.

Pedro lo empujó y volvió a ponerse rojo.
–¿Sabes que mi papá está saliendo con la ex de Nelson?
–Tu papá es un duro, lo amo.
–Marico le está montando cachos a mi mamá.
–Normal marico tu mamá debe ser aburrida en la cama, un bistec.
–Estás hablando de mi mamá, deja la falta de respeto.
–Pero es así marico, tu papá no se tira a otra si tu mamá  fuera una puta en la cama.
–Yo mejor me voy antes de que te caiga a coñazos.
–Deja la guevonada, te tengo que contar una vaina, siéntate.

Le contó lo que pasó con Orlando y Diego y luego lo que ocurrió en el hotel con él. Pedro estaba impactado.
–¡Qué bolas! Yo lo mato.
–Eso es lo que voy a hacer a Diego y al tío los voy a joder.
–Te recuerdo que Diego es el hijo del viejo que te coges.
–Gran vaina.
–¿Te ibas a coger a Orlando?
–Si, sabes que yo quiero montarlo.
–Yo quiero hacer el amor con Orlando.
–Marico tú eres una Susanita pero puta, una vaina loca.
Pedro volvió a empujar a Arévalo y se rieron, se tomaron el café y pidieron otro.
–Pronto me gradúo, espero que vayas a mi acto.
–¿Cuándo es?
–Tres meses.
–Claro que voy, voy con mi viejito. -Arévalo se le quedó viendo a Pedro a los ojos. –¿Tiramos por última vez?
–Sí, ¿ahora?.
–Si.
–¿Dónde vamos?
–Al baño de aquí.
–Coño pero siempre me coges en sitios incómodos y apuradito, me tratas como puta.
–Lo eres, anda ve al baño.

Pedro se adelantó y entró al baño que es para una persona. Empujó el pestillo del pomo y esperó que llegara el policía, que al llegar movió el pomo y tocó despacio la puerta. Pedro abrió.

Arévalo se desabrochó el pantalón y ya su enorme pene estaba erecto. –Mámalo.
–No, cógeme de una vez, puede venir alguien.
–Que puta eres, mámalo coño

Pedro se agachó hasta quedar por debajo del nivel del pene y poder introducirlo completo en su boca. Mientras miraba al policía a los ojos, sentía que se ahogaba y sus ojos inundados. Lo sacó de su boca haciendo un sonido de ahogo mientras hilos de saliva estaban entre su boca y el pene.
–Voltéate
Pedro se volteó bajándose el pantalón y abriendo sus nalgas. Arévalo soltó saliva sobre el culo del chico para luego apoyar su pene entre las nalgas y comenzar a empujar. Comenzó a penetrarlo poco a poco. El pomo se movió, intentaron abrir pero no insistieron.
–Mierda, no hagas ruido. –Su pene iba entrando, lo cerrado del ano lo excitaba, el pene estaba en extremo duro, iba por la mitad pero decidió penetrarlo de una vez empujando al chico contra la pared. Le tapó la boca.
–Tócame las bolas para acabarte adentro. –Con el dolor que sentía, llevó su mano hacia los testículos del policía, las apretó y con las mismas Arévalo le apretó los hombros al chico mientras descargaba el semen dentro de él.
Se apoyó a Pedro mientras pasaba el orgasmo, con los ojos cerrados seguía moviéndose cuando sentía que salía más semen.

–¿Cómo vamos a salir? Hay gente afuera. –Susurraba Pedro.
–Apago la luz y sales, luego salgo yo.

Pedro abrió la puerta y salió, Arévalo hizo lo mismo detrás de él.
–Estábamos orinando a la vez para salir de eso jeje, el baño está limpio.

Pedro se fue del local y esperó al policía afuera en la calle.
–Que pena, debe pensar que tiramos ahí adentro.
–¿Cuál es el peo? Ya estamos fuera.
–¿Me das la cola a mi casa? Me duele el culo coño.
–Así te acuerdas de esta paloma. Chamo tengo que irme al trabajo.
-Anda vale, llévame, es rápido.
–Vente pues, rápido.

Dejó al chico en el edificio y se fue de una vez. Pedro llegó al apartamento, su mamá estaba cocinando.
–Hola mami ¿cómo estás?
–Bien mi amor, ¿qué tal la universidad?
–No tuve clases hoy pero aproveché para tomarme unas fotos con Nelson.
–¿Fotos?
–Si, mías.
-¿Desnudo?
–No mamááá, mira ¿mi papá está?.
–No mi amor, está en el trabajo todavía y me dijo que llegaría tarde en la noche, estaba complicado en la oficina.
–Mamá, mi papá no está complicado en la oficina, él va a salir temprano del trabajo y se va a ver con su amante.

La mamá de Pedro dejó de picar el ají y cerró los ojos.
–Disculpa que te lo haya dicho mamá pero descubrí a mi papá con una mujer entrando a un hotel y yo sé quien es la mujer.
–Silvia, es la mujer mi amor, la novia de tu amigo.

Pedro se quedó petrificado al escuchar a su madre decirlo con una tranquilidad que lo desconcertaba.
-No me veas así lo sé, tienen poco tiempo, pero tu papá tiene amantes desde hace tiempo. Llegamos a un acuerdo.
–¿Pero que me estás contando? ¿Un acuerdo? ¿Le permites que tenga amantes? ¿Y tú? ¿Tu dignidad?
–Quedamos en que cada quien pueda tener a alguien fuera del matrimonio pero yo no quiero, amo a tu padre. Decidimos no divorciarnos por ti, te tuvimos para salvar el matrimonio pero no  lo salvó, se empeoró, ojo, te amamos, te deseábamos, queríamos tenerte, no pienses otra cosa, pero seguiremos juntos bajo esas reglas aprobadas por ambos.
–¿Y tú pretendes que yo me quede tranquilo luego de saber esto? Soy producto de una ruptura, soy el salvador de la relación que no pudo ser tampoco. Qué bolas tienen ustedes. Prefiero que se divorcien a estar en esta sinvergüenzura.
–No quiero dejar a tu padre, lo amo.
–Él no te ama, no te humilles así mamá. Por eso me dijo que no te había dicho nada y que no hablaría contigo…no me quería decir que fue un acuerdo
–Hijo exacto, fue hablado y ambos estamos de acuerdo, por eso no te dijo nada, me imagino para evitar esto de hoy.
–No quiero saber más, me voy a mi cuarto.

Pedro se fue a su habitación, lanzó la puerta y se tiró en su cama. Se puso a llorar, buscó su celular y le marcó a Arévalo

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