Lo que es igual no es trampa.
-Bernardo,
te puedo explicar.
-Estás en
un funeral besándote, ¿Dónde está el respeto? ¿No me decías que no querías
compartirme con nadie? ¿Entonces qué es esto?
Oliver se
había puesto rojo, miraba a Bernardo y bajaba la mirada. Kimberly estaba seria
pero sabía que la actitud de Bernardo era una farsa.
Oliver
volvió a mirar a Bernardo bajó la mirada hacia la entrepierna de este y se dio
cuenta que estaba excitado.
-Sí, está
parado. Me dio mucho morbo verlos besándose.
-Bernardo
por Dios es el funeral de tu papá.
-El que
está muerto es él Oliver, aquí el que está vivo soy yo y a las pruebas me
remito. -Señaló su pene que se marcaba en el pantalón, el glande se detallaba
muy bien.
-Me
alegra verlos así juntos, no me imaginé tan juntos pero es un gran avance.
Bernardo
se acercó a ellos y le dio a cada uno un beso en la boca. Oliver se apartó
luego del beso.
-¿Qué
pasó?
-Yo te
dije que no...que no puedo estar contigo.
-No
puedes pero quieres, también estás con el güevo alerta.
-Bernardo
hay una mujer y un hombre que nos están viendo de lejos.
Bernardo
vio un burrito amarillo de los que dice piso húmedo.
-Entren
al baño de caballeros...¡Entren!
Puso el burrito cerrando el paso hacia el baño y
se acercó a la pareja.
-Hola
chicos en unos minutos comienza la cremación, ¿Ustedes pueden comunicarlo a los
demás mientras resuelvo un asunto?
-Si
claro. Mira, pero tú...tú y ese tipo...la chica trans...son novios.
-Yo creo
que no es problema tuyo pero como te gusta el morbo te lo digo, si, los tres
tenemos una relación, el chico y la chica, es mujer, no le des más vueltas.
Vayan a avisarle a la gente.
La pareja
se alejó. -Yo sabía que esos tenían algo, que retorcidos. -Decía la mujer
mientras el hombre se imaginaba la escena y le gustaba. Lubricó.
-¿Y este
para qué nos metió en el baño?
-Ay
Oliver ¿Tú qué crees? Lo viste, tenía el güevo parado.
-Me da
morbo hacerlo aquí.
-Si
mientras esperamos ¿por qué no te animas y me lo mamas?
Oliver se
sorprendió con la propuesta mientras Kimberly se subía la falda y bajaba la
pantaleta.
-Coño...pero
tú andas equipada.
Kimberly
acarició su pene y lo apretó en el glande dejando caer un hilo de líquido.
-Mámalo.
Oliver se
agachó y tomó el enorme pene, sacó su lengua y limpió el glande aquel líquido
que caía en un hilo. Poco a poco se introdujo el pene en la boca y suavemente
iba humedeciéndolo. Kimberly se quitó el vestido por la cabeza mientras Oliver
la veía a los ojos.
-"¿Qué
estoy haciendo? Esto es una locura"
Se abrió
la puerta. Era Bernardo.
-Ah no,
no, no. Yo los metí aquí para otra cosa. -Se desabrochó el pantalón y sacó su
pene. -Ustedes dos me lo van a mamar ahora mismo, rapidito que tenemos que
salir.
Ambos se
acercaron y se agacharon, ambos tomaron el pene y comenzaron a mamarlo cada uno
por un lado. Cuando sus bocas se encontraban se besaban. Bernardo les
acariciaba la cabeza a ambos mientras disfrutaba la felación y se mordía el
labio inferior.
-"Qué
bolas yo haciendo esta vaina con mi novio y una trans que tiene un brazo allá
abajo"
-"No
niegues que te gusta esto que estamos haciendo y lo que me hiciste, te
gusta y mucho, eres un sucio"
Oliver se
sorprendió al darse cuenta que Kimberly entró en su mente y él también mientras
que Bernardo se encontraba absorto de toda esa telepatía entre ambos.
-"Yo
creo que Bernardo es la fibra óptica de nuestra comunicación y ni se
entera"
-"Esto
es una vaina loca pero me gusta, solo deseo que me acabe"
Bernardo
le apretó el cabello a ambos. -Me vengo. -Colocaron sus bocas cerca del glande
y comenzaron a recibir los chorros de semen que atajaban los dos para luego
besarse.
-AAAAAH
COÑO QUE DIVINOOOO SIGAN.
Terminó
de eyacular y se quedó viendo como Oliver y Kimberly se besaban disfrutando el
semen que aún estaba en sus bocas.
Se
limpiaron y se acomodaron para salir del baño.
-Te gustó
nené, sé que te gustó, yo sé que no quieres dejarme. Tú me amas y yo te amo.
-Vamos a
salir. Tengo calor.
-Ay
Bernardo yo voy a caminar por ahí, no me gustan estas cosas de cementerios, nos
vemos en un rato.
-Tranquila.
Ya que estés aquí me complace.
Oliver se
fue con Bernardo y Kimberly comenzó a caminar por la calle entre los jardines
de las tumbas. Iba pensando en lo que había pasado. Al fondo un hombre en
cuclillas le ponía flores a una placa.Mientras caminaba se acercaba e iba
viendo al hombre que le resultaba conocido.
Caminó
por el jardín y ya estaba más cerca. El hombre se levanta y voltea. Kimberly lo
saluda sin saber muy bien quién es.
-Hola.
-¡Kimberly!
¡Hola! ¡Qué sorpresa!