DECISIONES.
Oliver se monta sobre Bernardo acostándose sobre él y besándolo.
Bernardo le sostiene la cabeza y mete su lengua en la boca de su novio, con las
mismas lo voltea.
Un movimiento con sus manos pone las piernas de Oliver hacia los lados
mientras va penetrándolo lentamente, su boca se acerca a la de él y lo vuelve a
besar al mismo tiempo que su pene se abre paso. Un movimiento lento y armónico
de sus caderas pone a gemir a Oliver que disfruta el sexo.
Sus movimientos estremecen al muchacho y comienza a erizarse su piel.
Bernardo se acerca al oído para susurrarle que está disfrutando el sexo,
Oliver cierra los ojos y mueve su cabeza hacia atrás apretando las sábanas, Bernardo
mira hacia abajo para ver como entra dentro de su novio, su piel brillaba
por el sudor. Se detiene, retira el pene del cuerpo de Oliver que pide que no
lo haga. Bernardo introduce tres dedos tocando su próstata y empujando, el
muchacho vuelve a estremecerse y sin más, eyacula de manera abundante y a
presión. Grita, gime, sigue gritando y Bernardo lo vuelve a penetrar mientras
se acuesta sobre él sintiendo el semen aún tibio de su novio en su piel.
Bernardo sigue moviéndose, esta vez más rápido y profundo. Sus manos se
van detrás de la nuca de Oliver, aprieta y empuja más.
-Voy a llenarte.
-Dame esa leche.
Bernardo gruñe cierra los ojos, echa hacia atrás la cabeza y acaba
dentro de él.
Retira el pene, aún escurría semen pero se acostó a un lado de Oliver
jadeando.
De repente Oliver se voltea hacia Bernardo.
-No intentes hacerlo, no entres en mi mente. No lo vas a lograr.
Bernardo se le quedó viendo fijamente.
-Estás pensando que como sé que lo estás haciendo, no sé cómo explicarlo
Bernardo, pero lo sé.
-Quiero saber qué piensas, no me dices nada de todo lo que ahora
sabes de mi.
Hubo un silencio de varios segundos.
-Yo no comprendo que te sucedió Bernardo, te amo y solo quiero que si
estás conmigo no sigas matando gente y tu argumento sea que haces
justicia.
-Muere gente culpable.
-No eres Dios.
-No, pero Dios me dio este poder para hacer algo y quiero limpiar este
país de escorias.
-Estarás toda la vida en eso.
-Tengo toda la vida amor.
Oliver lo escuchó y comenzó a llorar y se levantó de la cama. Bernardo
hizo lo mismo. Se abrazaron.
-Quiero que estés conmigo en esto, me apoyes en mi necesidad de
justicia.
-No puedo ser cómplice de tus crímenes en nombre de la justicia. Puedo
ayudarte a mejorar este mundo sin dañar a nadie.
-Eso es lo que quiero.
-Yo quiero que escojas entre Kimberly y yo, ¿Con quién te quedas?
Yo respetaré tu decisión y te apoyaré
-No tengo que decidir nada, bueno si, yo decidí estar
con los dos.
-Llévame a mi casa.
Bernardo se sentó en la cama.
-Es tarde amor, vamos a esperar y te llevo.
-Quiero estar solo, pensar. No te quiero perder pero no quiero
compartirte con un trans, bueno con nadie ni con otro hombre, ni con mujer, ni
vainas raras.
-Te dije que no te voy a retener a mi lado si no quieres, me dolerá
perderte pero no pienso dejar a Kimberly si tú te vas.
-Llévame a casa.
Bernardo se puso un mono y cogió las llaves del carro.
Ya en el carro Oliver se toca el pecho, recuerda lo que pasó unas horas
antes y comienza a llorar.
Bernardo quita la mirada de la avenida y ve a Oliver.
-¿Estás bien?
-Me salvaste la vida, coño...estoy vivo gracias a ti y te amo, yo...no
quiero dejarte Bernardo, te amo coño, pero...es que ella, él, mierda... Me
niego a perderte.
Oliver le pidió que lo llevara a su casa pero para buscar ropa y
regresar a casa de Bernardo y dormir con él.
De nuevo entraban a la casa de Bernardo.
Se acostaron, Oliver estaba agotado y apenas puso la cabeza en la
almohada se durmió.
Bernardo recibió un llamada, era Kimberly. Atendió fuera de la
habitación.
--Estoy llegando de trabajar, disculpa si te desperté pero necesito
hablar contigo, me debes una explicación--
--Mañana nos vemos y te cuento todo Kimberly, hoy tuve un día muy
terrible pero con final feliz--.
--Bernardo...-un silencio de varios segundos- ...todo es tan raro, todo
lo que he visto es tan raro...yo no sé qué te dijo Oliver pero...yo no asimilo
esto--.
-Mañana nos sentamos a conversar--
Bernardo se tomó una selfie,
al fondo se veía a Oliver dormido.
--No me hagas esto Bernardo, me siento mal por haber estado contigo...ha
sido maravilloso el sexo, pero no quiero destruir lo que tienes con
Oliver...yo...prefiero retirarme y dejar que ustedes sean felices y se
casen--.
--Mañana quiero hablar contigo y tomes la mejor decisión para ti y para
todos--
--Yo tomé una decisión--
--Consulta con la almohada, a lo mejor a la hora que nos veamos mañana,
ves todo más claro--
-Chao Bernardo, te llamo más tarde.
Kimberly colgó la llamada y comenzó a llorar. Su situación con Bernardo
y lo que se había enterado, le tenía la cabeza enorme pensando en lo que se
venía.
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