Amado y Alonso
Alonso llegaba del trabajo, eran
casi las siete de la noche. Trabaja en una agencia de publicidad como director
creativo, tiene 50 años, divorciado y un hijo llamado Adriano.
Luego de su divorcio, previa
confesión a su mujer de su homosexualidad, salió con varias personas y tuvo
romances cortos hasta que hace seis meses conoció a Amado y llevan una relación
clandestina y a distancia, se ven de jueves a domingo. Tratan de que sea así
todas las semanas.
Amado lo esperaba dentro del
jacuzzi con una botella de vino y dos copas. Alonso entró al baño y al verlo se
sonrió. Comenzó a quitarse la ropa poco a poco. Cuando se quedó en interiores
delataba una ligera erección que se evidenció más al quedar totalmente desnudo.
Entró al jacuzzi y le dio un
beso.
Amado tomó las copas y sirvió
el vino.
–Toma, ¡brindemos!.
–¿Qué celebramos?
–Mi oso hoy cumplimos siete
meses.
–Wao...no sé donde tengo la
cabeza, es verdad, espérame un momento, ya regreso.
Alonso fue a la habitación,
buscó su maletín y sacó un pequeño paquete. Regresó al jacuzzi y una vez dentro
se lo entregó a Amado.
Un libro. Amado lo abrió. Las
Trampas del Amor era el título.
–No había visto este libro y no
conozco el autor.
–Me lo recomendaron en la
librería tiene como un año que salió. Según el que me atendió es excelente.
–Ya te comentaré. Gracias–Le dio
otro beso y esta vez sí brindaron.
Luego de tomarse la primera
copa y conversar del trabajo, Alonso retomó el tema con el que siempre
discuten.
–¿Qué has decidido con lo de
Daira?
–Ya lo hemos hablado mi oso, no
quiero discutir contigo.
–Yo tampoco, simplemente quiero
saber qué va a pasar con nosotros, ¿vas a estar lo que te queda de vida en esta
mentira? Yo quiero vivir contigo aquí, tenerte todos los días, amanecer
contigo, viajar. Yo quiero irme a Europa contigo ¿cómo hago si estás atrapado
en una farsa de matrimonio con una mujer que no amas.
–La amo, amo a mi esposa.
–¿Y también me amas a mi? ¿Cómo
hacemos? La traemos para acá y vivimos los tres?
–No hables tonterías. Mi amor
hacia ella es distinto, a ti te amo completo, con mi corazón, con mi carne, con
mi sexo, con todo, pero no quiero hacerle daño.
–Le estás haciendo daño.
La conversación se detuvo
cuando Amado llenó de nuevo las copas y comenzó a llorar. Alonso cambió el tema
y le preguntó por su nieto Amadeo.
Amado sospecha que el muchacho
es gay pero no ha querido sentarse a hablarlo, su nieto tampoco sabe que su
abuelo lo es. Alonso también sospecha que su hijo es gay pues ultimamente lo ve con cosas nuevas como
ropa y relojes y siempre habla de “un
amigo”.
-Creo que el universo nos está
enviando una señal y es que enfrentemos los miedos y salgamos a la calle con la
frente en alto y asumamos nuestra verdad.
–Yo no sé si estoy preparado.
–Pero ¿qué pierdes con decirlo?
–No lo sé…no lo sé…creo que en esta vida nadie sabrá
que soy gay
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