Martes
12:05pm
Edificio FarmaGlobo
Group piso 22
Ignacio llegaba a la oficina de su padre.
- ¿Qué haces aquí Nacho? ¿pasó algo?, ¿Vicky?.
- No papá, tranquilo, es que salí temprano de clases y
quería almorzar contigo para hablar de unas cosas, estacioné el carro en el
sótano, dije que era tu hijo, ¿no hay peo?. - Tranquilo, yo aviso ahora para que
no te cobren la salida…¿de qué quieres hablar?
- De mis estudios y de Federico.
- Mmmm ok, dame 10 minutos y comemos en casa y ya me quedo
contigo.
- No papá prefiero que almorcemos fuera de casa.
- Ok.
12:45pm
Ya en el restaurante, habían pedido sus platos y Ricardo
comenzó la conversación:
- Aja, cuéntame, ¿qué pasa con tus estudios?
- Bueno papá, es que quiero estudiar afuera, me quiero ir de
aquí, no sé, Estados
Unidos, España,
Alemania…no sé. Hablé con Juan Pablo y me quiere ayudar
- Verga pero ese tipo quiere estar metido en todo, parece tú
papá y tú deja de estar
pidiéndole plata
coño, me la pides a mi, yo te ayudo.
- Bueno a lo mejor me ve como un hijo, además él fue quien
se ofreció a ayudarme y darme dinero.
- ¿Un hijo? !Si te cogió!... lo que eres es un prostituto
Nacho, no joda. Ok, ok, lo de
estudiar afuera lo
podemos arreglar, no hay problema. En cuanto a lo otro, es lo que
te contó Rebeca,
¿cierto?.
- Pero bueno el caso es que me quiero ir con la ayuda de él
o la tuya. No quiero estar
aquí y menos con lo
que me enteré. ¿es verdad todo lo que me dijo esta
pana? ¡Yo no puedo
creer que mi tío sea capaz de matar a alguien y menos a mi
mamá que lo único
que hace es hablarme maravillas de ella desde que yo estaba
pequeño coño!.
- Si Nacho, es cierto, Federico es un asesino, pero lo de tu
mamá -no fue capaz de
decirle que la había
matado- fue un accidente, Federico pudo evitarlo pero…tu mamá
murió…Pero los otros
crímenes sí los cometió él. Lamentablemente es un psicópata,
asesino en serie
diría yo.
- Mierda, pero ¿con qué clase de psicópata te empataste tú?
Y además todavía lo amas,
no entiendo, ¡yo lo
hubiera matado a coñazos o a tiros!. Lo quiero mucho, pero no
puedo verlo igual,
no quiero ni que se me acerque.
- Tú no puedes entender lo que yo siento por ese carajo, es
una vaina que va más allá
de mi, yo no puedo
tener una relación con él, pero es el hombre que amo y amaré
siempre a pesar de
toda la mierda que ha hecho… Si no quieres estar con él, no lo
hagas, no tienes
porque aguantar tanta porquería de Fede, pero si a Federico le pasa algo yo me
muero.
- Discúlpame que te diga esto papá, pero eres un pendejo.
Estás malpega’o con mi tío y él ni te
para bolas, no está pendiente de ti. ‘y
yo que te amo que jode coño’.
2:25pm
Llegaron a casa e Ignacio se encerró en su cuarto, cerró los
ojos y se quedó pensando y recordando. Ignacio le pasaba por su mente lo que
hablaba con Federico cuando era pequeño, todas las cosas que hizo con él ya
adolescente. Su mente paseó justo el día que su padre lo penetró –Tú amas a Federico pero yo te amo a ti
Ricardo- .
Ricardo se sirvió un trago, entró al cuarto de Ignacio lo
abrazó y le dió un beso en la mejilla “descansa, lo necesitas”.
- Papá…yo te amo. –le dijo vacilante Ignacio
- Yo también te amo Nacho.
No entiendes un carajo
Ricardo, no entiendes un coño. Decía en su mente Ignacio
Se fue a su cuarto y se quitó la ropa, se metió su dosis de
perico y puso una película porno.
5:55pm
Rebeca estaba en su cuarto botando ropa y cosas inservibles.
Con la ayuda de una escalera, saca del armario una caja grande que se le cae de
las manos. Cuando se baja de la escalera a recoger el desastre ve una agenda de
terciopelo vinotinto, abrió la tapa y la primera hoja decía: “Lucía Hernández: paso a paso en mi vida”.
“¿Y qué hace este diario de Lucía aquí? Pero que ridícula,
escribiendo un diario, esto parece de telenovela. Ay Lucía sabía que eras gafa
pero no tanto” En eso se cae una lata de galletas vacía del armario y le da en
la cabeza. “Auuu, palabra cierta jajaja”.
Abre el diario en una página cualquiera: “Siempre me ha gustado Rodo, pero no me para
bolas, hemos tenido sexo pero cuando está drogado, es la única manera de poder
tirar con él, con la mala suerte que no quedo embarazada” “Está igualito mi
amor, coca, igual sexo con mujeres”. Adelantó varias páginas: “Ya tres meses de embarazo, no lo puedo
creer, voy a ser mamá, pero tú no eres el padre Rodo…L.
“Dios mio ¿será que dice quién es el papá de Nacho?” echa hacia atrás
varias páginas y busca tres meses antes intentando ver el nombre del padre.
“Hoy me enteré que
estoy embarazada, no es de Rodo, porque tengo meses que no lo hago con él, hoy
solo te confesaré a ti quien es el papá de mi hijo o hija” “Que pajua esta
mujer jajaja. –pensaba Rebeca- Bueno amiga 17 años después me enteraré yo
de quién es el padre ¿Lo conoceré?. Aquí no dice, bueno marica ¿dónde pusiste
el nombre? Se cae un libro del armario
que le vuelve a dar en la cabeza. “¡COÑO!” Pasó un par de hojas y ahí se
develaba el misterio.
“La noche que quedé
embarazada…” “Ay esta mujer si le da vueltas al misterio, que romanticona”
Del armario cayeron dos carpetas que fueron a dar a la cabeza de Rebeca. “Coño
déjame salirme de aquí que me va a matar este armario”. “…salí con Juan Pablo a cenar, estuvimos charlando de nuestros amores,
sus negocios, mi trabajo. Tomamos 3 botellas de vino y quedamos
embriagadísimos. Nos fuimos a su casa en Cerro Verde, ¡espectacular aquel
lugar! Y bueno…lo hicimos…”.
¡PLAF! Rebeca cerró de golpe el diario. “No, no, no, no,
esto no puede ser” Chequeó las fechas y todo coincidía casi que
milimétricamente. Continuó leyendo: “…yo no tomaba las pastillas a ver siq
uedaba embarazada y el borracho no utilize protección…no sé en que estaba
pensando…” “¡Juan Pablo tuvo sexo con su propio hijo!, ¿pero por qué yo no leí esto unos meses
antes?, ¡pero que retorcido todo esto! Esto lo tiene que saber él pero ya, esto
lo tengo que detener”.
“Ya va, ya va…no me conviene que Juan Pablo lo
sepa…¿y si quiere dejarle parte de la herencia? No pienso compartirla con este
niñato. Tengo que pensar en algo, antes que alguien más se entere…”. Tomó el
libro y lo escondió en la última gaveta de la peinadora debajo de la ropa y
recogió el desastre del cuarto.
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