–<Ahora que salgamos de la oficina te vas a tu casa y te traes ropa
para 3 días, voy a estar solo en casa> -Le dijo Sebastián a su novio,
Rodrigo.
–<¿Solo? ¿Y no va a estar el carajito este, el que te tiraste?>
Un silencio de varios segundos y le respondió.
–<Si, si va a estar, pero él está en sus cosas y no le va a
importar que te vengas>
–<Gran vaina que le importe>
–<Bueno, ¿te quieres venir o no?>
–<Siiii gordo, si me quedo contigo> -hablaba en voz baja para
que no lo oyeran.
A las 5 de la tarde Sebastián llamó al apartamento para verificar que
no estaba Gonzalo. No contestó. Para estar seguro llamó al celular y le atendió
diciéndole que hacía 15 minutos que se había ido de casa. –Avisa cuando llegues
por favor. -Le dijo Sebastián.
Darwin se había comprado un celular nuevo y estaba instalándole varias
aplicaciones entre ellas Grindr para contactar clientes por ese medio también.
Estaba en el apartamento metido en su cuarto y desnudo.
Como a las 7 de la noche llegaban Sebastián y Rodrigo que traía un
bolso para quedarse el fin de semana completo hasta el lunes en la mañana.
Sebastián llamó a Darwin y este le gritó que estaba en el cuarto.
–Vístete un momento y sal, Rodrigo se va a quedar aquí el fin de
semana.
–Eeeeso de luna de miel, eso va a ser sexo todo el día.
–Pajúo, ven a saludarlo.
Darwin salió del cuarto en interiores, saludó a Rodrigo que le
extendió la mano sin mucho ánimo, no hubo sonrisa ni un buen apretón. Darwin se
regresó a su cuarto y se encerró.
–No lo soporto, solo pensar que te lo cogiste…
–¿Ya vas a empezar? Estás aquí conmigo, te dije para que te vinieras y
pasáramos el fin juntos. Pude haberme callado esto y bueno.
–Disculpa, tienes razón, la idea es pasarla bien. -Sebastián lo abrazó
y luego le dio un beso en la boca.
Comenzaron a desvestirse en la sala y se tumbaron en el sofá. Rodrigo
se fue directo a la entrepierna de su novio, tomó el pene y comenzó a pasarle
la lengua alrededor mientras lo veía a los ojos. –Métetelo en la boca. -Le
decía mientras le empujaba la cabeza para que lo hiciera.
Rodrigo se lo introdujo en la boca y comenzó a mamar mientras lo masturbaba.
Movía su lengua, subía y bajaba, Sebastián tenía la respiración acelerada y el
calor comenzaba a invadir su cuerpo, gotas de sudor aparecían en su frente y en
su pecho, Rodrigo le pasaba la mano restregando el sudor por su piel.
–Te quiero chupar el culo. -Le dijo a Sebastián que no dudó en
levantar las piernas y dejarle expuesto su culo para lamerlo. Pasaba su lengua
por los pliegues del ano para luego introducirla, le daba mordiscos que hacían
que Sebastián se moviera pero sin quejarse. Se iba más allá y mordía las nalgas
para luego volver y seguir chupando. Subió a los testículos, los humedeció y os
introdujo en su boca, eran suaves y grandes, sin un vello, todo liso. Tomó el
pene y, con los testículos en su boca, lo masturbaba.
Sebastián lo detuvo. –Móntate. –Rodrigo buscó un condón y el
lubricante en su bolso, se lo puso y comenzó a mamarlo de nuevo para luego
bañarlo en gel y sentarse.
Una vez que se introdujo todo el pene empezó a moverse de manera
circular, luego hacia delante y hacia atrás. Se detuvo y comenzó a brincar. No
paraba de gemir. Sebastián lo detuvo y ahora era él quien se movía. Levantó su
pelvis y comenzó a subir y bajar rápido y constante lo que hizo que Rodrigo no
parara de gemir duro.
Los gritos del muchacho sacaron de concentración a Darwin que estaba
cuadrando a alguien por la aplicación, dejó el celular y abrió despacio
la puerta de su cuarto, se asomó y veía desde ahí como Rodrigo gemía mientras
echaba su cabeza hacia atrás con los ojos cerrados, a Sebastián no lo veía por
el respaldar del sofá.
Se agachó y se fue gateando hasta llegar al sofá grande, de ahí se fue
a la butaca de enfrente igual gateando y se escondió por detrás. Se quedó escondido
viendo. Ver a Sebastián moviéndose mientras le agarraba las nalgas al novio lo
estaba excitando, tenía el pene erecto y lubricando.
–ME VENGO, ME VENGO, AH, AH AH, AH AAAAAH. –Sebastián se corrió dentro
de Rodrigo mientras este derramaba su semen en el pecho de su novio.
Retiró el pene de su culo y se acostó sobre Sebastián.
–Sal detrás del mueble Darwin.
A Darwin se le aceleró el corazón.
–¿¡Y qué hace este viéndonos!? –Darwin se levantó del suelo, aún
estaba en interiores y con el pene erecto,.
–Gran vaina, ya eso lo he visto, además mijo con el escándalo que
tenías que se escuchaba en mi cuarto, tenía que salir a ver que era.
Sebastián se sonrió mientras veía a Darwin. –Vete a tu cuarto y
déjanos en paz, ve a hacerte la paja.
–No puedo creer esto.
–Ya deja la mortificación, vamos a ducharnos que tengo calor y quiero
cenar.
Mientras se duchaban a Sebastián se le volvió a parar y Rodrigo se
agachó para hacerlo acabar.
Cenaron y se fueron a acostar a ver una película. Darwin se había ido
a trabajar. Sebastián ni se había enterado.
El sábado Sebastián y su novio salieron a la calle a pasear, comer
afuera e ir al cine. Cuando llegaron en la noche después de las 10, Darwin no
estaba. Sebastián lo llamó al celular.
–<¿Dónde coño estás?>
–<Trabajando mijo, es temprano y ya llevo 2 clientes, estoy mamao
pero aquí sigo>.
–Yo no puedo creer que estés haciendo eso, cuando te lo dije era
jodiendo>.
–<Bueno pero tu recomendación fue efectiva, como siga así me llevo
a casa lo que tú ganas en un mes papá, chao>
Ya era domingo 11 de la mañana, Rodrigo fue el primero en abrir los
ojos, apartó las sábanas y vio a su novio con el pene firme como un asta y no
aguantó la tentación y se lo mamó hasta sentir la calidez del semen inundando
su boca.
–Buenos días, que rico despertarse así.
–Buenos días, sí, ya tomé mi leche del desayuno.
–Glotón, ven acá. –Le dio un beso. –Mmmm esa boquita sabe a lechita.
¿qué quieres desayunar?
–Esto. Le agarró el pene y se lo apretó.
–Deja que comemos, me reponga y te echo una cogida.
Salieron del cuarto desnudos para irse a la cocina. En ese instante
llegaba Darwin de la calle.
–Hola chicos, vengo mamao. Seis, seis cogidas me echaron, no valgo ni
medio, pero mira, te lo dije, en menos de 24 horas me gané tu sueldo jeje, me
voy a dormir un rato.
–¿Este chamo se prostituye? Lo que faltaba.
–Si, ¿qué quieres que te diga?
–¿Y tú te cogías a ese saco de enfermedades venéreas?
–Cuando estuve con él no estaba metido en eso y no hables así, él se
cuida no es un loco.
–Eso crees tú. Esta semana nos sacamos los exámenes, no me fio de esa
puta.
–Rodrigo, ya, déjalo hasta ahí.
–Lo de los exámenes va, no estoy jodiendo Sebastián.
Prepararon desayuno, volvieron a tener sexo pero encerrados en la
habitación para luego ver una película. Al terminar, se escucha que tocan a su
puerta.
–CHICOS ME VOY A LA CALLE, REGRESO EN LA NOCHE CHAOOO.
Sebastián salió del cuarto y se fue a hablar con Darwin.
–¿Vas a tirar hoy también?
–Voy a trabajar, pero sí, mi trabajo es el sexo jejeje.
–Ten cuidado Darwin, mira que la calle está peligrosa y mira lo que te
pasó la otra vez.
–Pero no ha vuelto a pasar nada, estoy bien y necesito dinero.
–Ven acá. -Sebastián lo abrazó. Rodrigo los veía desde la puerta del
cuarto. –Cuídate, me avisas cualquier cosa, no vengas tarde, pero vente hoy,
amanece en casa para que Gonzalo no te forme un peo.
–Tranquilo, hoy duermo aquí, ve al cuarto que tu novio se va a poner
celoso de nuevo.
Luego de 3 clientes, cuadró a un tipo pero para llevarlo al
apartamento y cobrarle más. El hombre lo pasaría buscando por el lugar
acordado. Mientras esperaba que fuera la hora, se fue con otro cliente a un
hotel.
Sebastian y Rodrigo se disponían a tener otra sesión de sexo.
Escucharon el sonido de unas llaves abriendo la reja.
–Es Darwin, menos mal que ya está en casa.
–Bueno, entonces cógeme, ya que se te quitó la angustia por el niño
ese.
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