22 años, la espera ha terminado.
Muchas cosas averiguó Jorge de su excompañero de colegio. Comenzando
que es gay, ha tenido 2 parejas. Su familia no sabe nada. De un trabajo lo
botaron por problemas con compañeros. De su trabajo anterior renunció por el
sueldo. Lleva un año sin trabajar.
Está soltero y ahora es una persona tranquila, aunque es bastante
promiscuo, pero nada parecido al niño malo de hace más de 20 años.
Luego de entregar una infinidad de documentos inútiles para el ingreso
a la empresa; Estados de cuenta, Referencias personales no familiares, cartas
de recomendación, además de los títulos de bachiller y universidad,
certificados de todos los cursos hechos, llegó el día del ingreso a la empresa.
–Entra y cierra la puerta, necesito hablar contigo de algo importante.
–Para que soy bueno.
–Eso es lo que quiero, que seas bueno en tu trabajo. Yo soy el que te
va a fijar el sueldo, tengo la potestad de hacerlo. Vas a ganar el doble de lo
que ganabas en tu otro trabajo, por su puesto, comparado al sueldo de tu cargo
anterior en este momento, más los bonos de incentivo, 120 días de aguinaldos,
ticket alimentación, seguro para ti y tu carro si tienes y pago de
especializaciones si quieres optar por eso. En 6 meses reviso tu sueldo y puede
ser que te aumente, pero eso lo decido yo.
–Excelente paquete.
–Aquí viene lo malo de este cargo. Aquí no hay horario de salida, ni
fines de semana. Cuando suene este celular que es corporativo –Se lo entregó- y
veas mi nombre es mejor que atiendas y te vengas donde yo te diga porque será
de trabajo. A mi no me sirve si te enfermas o se hospitaliza un familiar. Vas a
ver como organizas tu estado de salud pero aquí no faltas.
–De verdad necesito el trabajo, así que tranquilo que le voy a echar
bolas y me disculpas la frase.
–Tus vacaciones las decido yo, a mi es que me tienes que decir para yo
aprobarlas.
–Mamaguebo este cabrón, se aprovecha de la necesidad que tengo. No
hay problema, de todas maneras tengo un año para pensar en eso.
–Como ya te dije hace 15 días, tu trabajo será el asistirme, estar
pendiente de mis asuntos más cercanos, reuniones que yo no pueda ir vas tú, el
montaje de sistemas que sean responsabilidad mía lo harás tú. Sé que eres
bueno, te he investigado muy bien y no eres un principiante. Pero te recuerdo
que soy mucho mejor que tú y un error tuyo te va a salir caro.
–Tienes a tu cargo 3 personas que tendrás que monitorear y que te
rindan cuentas que luego me harás llegar. A mi secretaria no la usarás para tus
asuntos. Eso la haces tú, tú resuelves y si no puedes te traemos una pasante.
–Tengo una reunión ahora y salgo en la tarde, en estas carpetas tienes
lo que necesitas saber para empezar a trabajar -Se las lanzó en el escritorio.
–Pero ¿por donde empiezo? Aquí hay unos informes pero están en
desorden y no…
–Si vas a empezar con problemas me lo dices y busco a otro imbécil y
le pago mucho menos que a ti y que tienen ganas de trabajar. -Se fue.
–¿Pero que se habrá creído este? Ya me habían hablado de él, pero no pensé
que era así tan imbécil. -Adolfo se levantó y se reunió con las 3 personas que
tendría a su cargo.
–Hola muchachos yo soy Adolfo Santana y soy el asistente al Jefe de área
al que ya ustedes conocen. Estoy llegando hoy y estoy un poco perdido. El señor
Jorge me dejó estas carpetas para que comenzara a trabajar con esto pero quería
saber si ustedes tenían conocimientos.
Le entregó las carpetas y las 3 personas se vieron las caras.
–Yo te voy a decir algo y espero que con esto no ruede mi cabeza, pues
necesito el trabajo, Jorge es un déspota y a veces no hay quien lo soporte pero
es un buen jefe y sabe su trabajo de la A a la Z, según las malas lenguas será
el próximo Director de Comunicaciones Estratégicas.
–Ajá, ¿y que tiene que ver eso con esta pila de carpetas?
–Todo esto -hablaba una muchacha- es trabajo que ya hicimos nosotros,
está para la firma y entrega al Presidente de la empresa, lo único que tienes
que hacer con esto es revisar y que todo esté ok, que normalmente está ok.
–¿Eso es todo?
–Bueno, si, es nuestro informe anual del trabajo de ingeniería de
sistemas, ahí va reflejado todo lo que hemos hecho a nivel de redes y
conexiones motoras. Te toca revisar y cualquier duda, nos preguntas.
–Nosotros 3 y los que ves allá tenemos poco tiempo en la empresa,
rotamos mucho por culpa de el jefe. A mi me botó y un año después me reenganchó
porque sabe que soy bueno y no le quedó más remedio, luego de él yo se mucho de
lo que está aquí dentro.
–Y aquí entrenos, te lo voy a decir porque me caes bien. El jefe es
gay. No se le nota hasta que se pone como un energúmeno y bueno empieza a botar
plumas. Se arrecha y se delata. Trata de no sacarlo de sus casillas. Por ahí
dicen que si le caes bien entras en su círculo y si eres gay capaz y terminas
en su cama.
–Bueno, yo nunca estaré en su cama, yo no soy gay, a mi me gustan las
mujeres. Me voy a poner a revisar esto y luego me reúno con ustedes por
separado.
–Este también es gay, esa respuesta afirmando que le gustan las
mujeres lo sacó pa’ la calle.
Adolfo entró a su pequeña oficina y empezó a revisar las carpetas y a
convalidar los números y códigos desde su computadora.
Luego de media hora revisando la primera carpeta, se detuvo a pensar.
–Me voy a ganar su confianza, lo enamoro, me lo tiro y me atornillo en
esta empresa y luego a ascender en esta empresa, de aquí no me bota nadie.
Dos horas y media después firmaba cada carpeta y la dejaba en el
escritorio de Jorge con una nota.
<<Listo, yo creo que no hay cabos sueltos en esta entrega anual,
los muchachos muy colaboradores. Saludos>>
A las 4:58 de la tarde entraba a la oficina Jorge. Vio a Adolfo apagar
su computadora y recoger sus cosas.
–Si estás recogiendo a las 5 en punto tus cosas y apagando la
computadora es porque Recursos Humanos te botó.
–No, no, pensé que me podía ir.
–No, te dije que aquí no hay hora de salida. Deja ahí tus cosas y ven
a mi oficina.
Jorge se sentó en su silla y vio la montaña de carpetas con la nota.
–¿Qué es esto?
–Lo del informe anual, revisado y firmado para que lo revises.
–Me refiero a esto. -Le mostró la nota. –Estas mariqueras las dejas
pegadas en la nevera de tu casa aquí no, me envías un correo o un mensaje a mi
celular, pero estas notas de mensajito de novio que sea la última vez.
–Disculpa. También revisé tu agenda y revisé lo de las
solicitudes de conexión y router para las nuevas salas de junta de PH y le di
play.
–¿Quién te dio la orden para que hicieras eso?
–Me dijiste que tus tareas las haría yo, lo más cercano y esto te
compete.
–Correcto, eso fue lo que te dije. Yo no te quiero en mi División para
que seas proactivo sino reactivo, yo te mando a hacer algo y tú lo haces, la
proactividad me la dejas a mi , ¿está claro?. Por lo que acabas de hacer hoy he
botado gente pero te necesito a mi lado. Espero que no vuelva a ocurrir.
Estás aquí para recibir órdenes.
–Vamos a PH a revisar lo que enviaste, luego te puedes ir a tu casa.