domingo, 12 de junio de 2016

SODOMITA. Capitulo 7


"La voluntad de Dios es que sean santificados; que se aparten de la inmoralidad sexual; que cada uno aprenda a controlar su propio cuerpo de una manera santa y honrosa, sin dejarse llevar por los malos deseos como hacen los paganos, que no conocen a Dios"- 1 Tesalonicenses 4:3-5.

Después de haberse masturbado y duchado, volvía a abrir la biblia para leer lo que le deparaba hoy.



Gonzalo se llevó a Darwin a la iglesia para que le pidiera perdón al hermano que le ofreció el trabajo en la zapatería y lo reenganchara de nuevo.

–Yo no quiero seguir en esa zapatería.

–Mientras consigues otra cosa, te quedarás ahí. Ve a hablar con él y pídele perdón.



Gonzalo Terán tiene 35 años, trabaja en una empresa textil como jefe de inventario. A los 22 años se casó con una vecina que dejó embarazada una noche que bebieron hasta la madrugada. Siempre le llamó la atención las personas de su mismo sexo y para evitar comentarios y rechazos, decidió casarse con la muchacha aprovechando que iba a ser papá.

Luego de tener a su primer bebé, ambos se hicieron testigos de Jehová, tuvieron a una niña y, luego de cumplir 30 años y a la espera de su tercer hijo se divorciaron.



Una tarde en la que Gonzalo regresaba de la iglesia solo, pues su esposa estaba en casa cuidando de los niños, consigue a su mujer teniendo relaciones con uno de los pastores de la iglesia.



Al verlos en la cama Gonzalo fuera de sí, saca a empujones a su esposa de la habitación y luego de la casa, los gritos se escuchaban en la calle, los niños lloraban, mientras la mujer intentaba a gritos que la dejara entrar y llevarse a sus hijos.



–¿Cómo pudiste hacerme eso? Yo confié en ti, te abrí mi casa, conociste a mis hijos, nos involucramos en secreto porque nos amábamos y te acuestas con mi mujer.

–Tú no amas a tu mujer, no la tocas, tuviste relaciones para tener hijos más nada. Tú sabías que me gustan las mujeres y tu mujer se me puso fácil, ya sabías que nos llevábamos bien.

–Yo me iba a divorciar de ella para estar contigo, pero ahora con esto no quiero saber de ti. Voy a contar en la iglesia todo esto.

–Tú hablas y yo cuento que somos amantes, a mi no me importa que la iglesia lo sepa. La gente me ama y diré que fuiste tú quien me llevó a esto. Me creerán.

–No diré nada y tú tampoco dirás nada, nos debemos a Jehová, yo haré lo que tenga que hacer para que me perdone por todo esto que he estado haciendo por más de 5 años contigo.



Inventando que se agotó el amor entre ambos y la relación no iba a ningún lado, se divorciaron. Esa fue la versión para los hermanos y pastores, en los Tribunales el divorció salió rápido por adúltera.

Se encargaría de sus tres hijos en la manutención compartida, pero a ella no le tocó nada. Se fue a vivir a otra ciudad y en las vacaciones Gonzalo visitaría a sus 3 hijos.





–Me tienes que pedir disculpas no por lo que hiciste en mi negocio jovencito, sino porque no me dijiste nada para yo estar ahí y gozarte a ti ahí adentro. El otro tipo lo boté pero te voy a reenganchar para que te entregues a mi y me hagas gozar.

–Vaya ¿y usted no es testigo de Jehová?

–Si, pero lo que yo haga contigo se queda entre tú y yo, al tonto de Gonzalo dile que ya te perdoné y que no se vuelva a repetir bla bla bla, esas tonterías de dignidad que a él le gustan.

–Ustedes son doble moral, tienen este parapeto montado y todos son unos sinvergüenzas que se tiran a mujeres que no son sus esposas o a otros hombres cuando ustedes odian a los gay y el adulterio.

–Jovencito, te quedas calladito. Vas a trabajar conmigo de nuevo y yo te lanzo una vainita extra cada vez que quiera tenerte conmigo.

–No tengo problema.

–Ahora dame la mano para que vea que hemos solucionado todo.



Darwin se fue y Gonzalo se acercó al pastor Benito.

–¿Qué tal con Darwin? Lo readmitió?

–Si, el muchacho me pidió disculpas, fue un arrebato, cosas de muchachos, ya sabe. Darwin hay que meterlo de cabeza en el Salón y quitarle esas ideas locas de la cabeza.

–En eso estoy pastor, ¿al otro muchacho lo readmitió también?

–Eeeh no…él ya había cometido otras faltas y decidí prescindir de él. Darwin está empezando y hay que educarlo.

–Me encargaré de eso.

–Más te vale, ese muchacho puede ir en malos pasos si no se le guía, yo te voy a ayudar.



En la tarde, Gonzalo llegaba a su casa, minutos después de entrar al apartamento, llegaba Sebastián.

–Hola Sebastián, ¿cómo estás? ¿Sabes donde está Darwin?.

–Hola. -Abrazó a Gonzalo. –Ni idea, no he podido hablar hoy con él, llámalo al celular.

Gonzalo se había quedado inmóvil. –¿Y ese abrazo a que se debe?

–Mmmm nada, me provocó abrazarte.

–Nunca lo haces.

–Hoy lo hice Gonzalo, deja darle vueltas, un simple abrazo.

–Ok, ok, pero me parece raro.

–¿Te agradó o te incomodó? Si quieres no lo hago más.

–Es que ese abrazo me pareció…

–¿Qué?

–No sé, eso es de gente gay, hombres que se gustan.

–Marico, los hombres se abrazan, los padres abrazan a sus hijos, los hermanos se abrazan. ¿qué estupidez estás diciendo?

–Pero me abrazaste raro, afectuoso, me sobaste.

–Ay Gonzalo, ¿sabes qué? Olvida el abrazo, me voy a mi cuarto que estoy cansado.



Gonzalo se fue a su habitación y llamó al celular a Darwin.

–<<Hola, estoy con unos amigos tomándome unas birras, ya voy a casa>>

–<<Te he dicho que no me gusta que estes tan tarde en la calle, está peligrosa>>

–<<tranquilo, me dan la cola>>

–<<No bebas mucho, eso es malo>>

–<<si, si, chao, chao>>

Colgó la llamada y notó que tenía una erección, se fue a duchar con agua fría pero su pene seguía rígido, tomó gel de baño y comenzó a masturbarse.

Con cada expulsada de semen, un gruñido acompañado de un gemido de llanto, al finalizar se sentó en el piso mientras caía el agua y comenzó a llorar.



Salió de la ducha y, a medio secar buscó la biblia y la abrió.

Levítico 20:13 Si un hombre practica la homosexualidad, al tener relaciones sexuales con otro hombre como si fuera una mujer, ambos han cometido un acto detestable. Ambos serán ejecutados, pues son culpables de un delito de muerte.”



Cerró la biblia y comenzó a rezar y rezar y rezar hasta que se durmió. Cuando abrío los ojos derepente, escuchó la puerta del apartamento. Se había quedado dormido con la luz encendida y desnudo. Vio la hora, eran las 3 de la mañana, se puso una toalla y salió.

Darwin apenas podía sostenerse en pie, Gonzalo lo llevó a su habitación y lo lanzó a la cama. Comenzó a desvestirlo.



–Estoy rasca’o pero no me regañes coño.

–Recuéstate anda para quitarte la ropa.

–No abuses de mi, yo sé que me tienes ganas.

–¿Te quieres callar y dejarte quitar la ropa?



Lo terminó de desnudar para ponerle un boxer pero antes se quedó viendo su cuerpo, le tocó el torso, al llegar a la cadera se acercó para darle un beso en la boca pero en ese momento Darwin tuvo una arcada y devolvió todo lo que se había comido.

–¡Que desastre! Ahora a limpiar y bañarte.

No hay comentarios:

Publicar un comentario