Lunes 7:35 pm
“Hola mi amor, ya llegué” ‘Hoy hago el amor con Gisela porque sí, no aguanto’.
“Gordito, ¿como estás?, ¿cómo te fue hoy? “Bien mi amor” La
rodeó con sus brazos y le dió un beso apasionado que no le daba desde hace casi
un año. “Hoy quiero hacerte el amor mi vida, no aguanto, quiero tenerte hoy”
“Yo también gordo…esperamos a que se duerma Marijó y soy toda tuya”.
8:16 pm
Ya estaban solos en el cuarto, Ernesto estaba en interiores
blancos ajustados, que definían el buen cuerpo que tiene, algo velludo, unas
nalgas bien formadas y redondas, -esa parte le encanta a Gisela- y unas piernas
bien tonificadas. Gisela, salía del baño, todavía no había podido recuperar su
figura, tiene 22 kilos de más y la barriga llena de estrías y fofa. Ernesto
tenía meses sin verla desnuda, - tenían un año sin tener relaciones, por
decisión de ella, solo sexo oral que ella le hacía-. Al verla se impresionó de
lo descuidada que estaba y por segundos tuvo la intención de desistir de hacer
el amor, pero estaba demasiado excitado para perder la oportunidad ‘bueno aunque sea mato el queso’. Ella se subió a la cama, se puso boca arriba y
le dijo a Ernesto: “Móntate”.
‘Vaya que sensualidad…’ Y se montó, empezó a moverse y Gisela
tenía cara de incomodidad, “¿Te duele cariño?” “No amor, me encanta, sigue” ‘Dios esta mujer me excita tanto como un paseo
a la cárcel’. Ernesto seguía moviéndose sobre ella, mientras ella gemiá
casi por compromiso. Él acabó y se echó
a un lado, “listo, acabé, que buena esta tirada wao… ¿se puede saber qué clase
de sexo fue el que acabamos de tener Gisela?, ¿dónde está la hembra de la que
me enamoré, la que me excitaba apenas la veía, la que era una puta en la
cama?”.
“Creo que se fue el día que me enteré que te tiras a
Joaquín, nuestro futuro compadre mi amor, pero tranquilo, tú puedes seguir tirándote
a los hombres que quieras, pero si me dejas, todos se enterarán que me case con
un maricón…¿te imaginas que en tu bufete sepan que trabajan con un gay?” “Besos
mi amor, voy a ver a la niña, te amo”. ‘¡Hija
de puta!’ pensó Ernesto mientras encendía el televisor.
Jueves 7:00 pm
“Ernesto llama a Veronica y pregúntale si puede quedarse el
fin de semana con Marijó aquí en la casa, yo se que tú vas a estar pero quiero
estar tranquila”. “Listo, el viernes en la noche está aquí, ¿tú regresas cuando
amor?” “El lunes en la tarde, quiero dejar todo listo con los terrenos de
Apure”.
“Hola Rodo, ¿el sábado quieren venir a casa? Voy a estar
solo con la niña, bueno y Verónica que la va a cuidar…mmmm ok…bueno si puedes
vente tú”
Sábado 3 pm
“Bueno Rodo, me voy a casa de mi mamá, no beban mucho, mira
que están con una bebé en casa” “Pero si está Veronica de niñera” “Por eso lo
digo mi amor…un besote, cuídate, nos vemos el domingo”.
8:30 pm
“Bueno ya está dormidita así que ya me puedo tomar otra
copita de vino uuuuuh” les decía Veronica mientras salía del cuarto de la bebé.
“Nosotros llevamos dos copas, así que ponte pilas”, le refutó Ricardo, “Ahora
con su permiso, me hace falta una rayita que tengo tiempo que no las veo”. Verónica
tenía más de un año limpia, pero al ver a Ricardo metiéndose, le pidió. “Coooño
no empiecen con la vaina, Vero estas cuidando a Marijó” “Ay neto relájate, ven
aca, prueba” –se acercó, le dió un beso en la boca y le metió un pellizco de
coca en la nariz “inhala mi pana” y le dió otro beso.
10:45 pm
Seguían bebiendo, ya llevaban tres botellas de vino, dos
rayas Ricardo y Verónica. Esta vez fue Ernesto quien atendió a su hija. Al
regresar a la sala, encontró a Ricardo y a Verónica besándose, ya casi
desnudos. Se quedó viéndolos unos instantes mientras su pene crecía dentro de
sus pantalones, se acercó a ellos y se integró. Se desnudaron y Ernesto les
dijo para ir a la cama.
Llegaron al cuarto y los tres parados empezaron a tocarla,
una mano de Ricardo se deslizó por su vagina humedeciendo sus dedos que introdujo
uno por uno. Ernesto tocaba sus pechos, él estaba detrás de ella, bajaba a sus
glúteos, los tocaba y metía una mano entre ellos hasta llegar a su ano y jugar
con él. Ricardo la alzó en peso y la penetró. Ernesto lamía su ano. Ricardo se
sentó en la cama y se acostó, Ernesto aprovechó para penetrarla por detrás.
Verónica estaba ida, excitada, la piel y los vellos de su cuerpo totalmente
erizados. Así estuvieron un rato y cambiaron de lugar los hombres. Ella se
apartó y comenzó a mamar el pene de Ernesto que se puso de pie, Ricardó
aprovechó, le dió un beso y se subió a la cama para que Ernesto se lo mamara. Se
bajó y le dijo al oído “quiero cogerte Neto” Ernesto se estremeció al escuchar
eso y accedió. Se acostó boca arriba, Verónica se sentó en su cara para que la
su lengua alcanzara la vagina.
Lo penetró, Ernesto sentía dolor pues era su
primera vez, aguantó un rato y paró. Ricardo volvió con Verónica y acabó dentro
de ella, venía Ernesto e hizo lo mismo. Se quedaron dormidos en la habitación.
El llanto ensordecedor de Marijó los despertó a las 5 de la mañana.
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