miércoles, 6 de junio de 2012

¿SOLO SE PUEDE COMER LA CARNE DE PRIMO?


Mi tío es un hombre de 47 años, bien conservado para su edad, tiene un cuerpazo que cualquiera de mi edad envidiaría, soltero y gay, pero nadie en mi familia lo sabe.
Tuve que quedarme en su casa, para mi no era nada especial, porque él es como mi padre, cuando llegué toqué la puerta, nadie abrió, di la vuelta y entré por la puerta trasera. Cuando llegué a su cuarto, estaba en la computadora, al verme, se sonrojó y se apresuró a terminar lo que hacía. Se paró muy rápido, me saludó y se fue al baño. Noté que su pantalón estaba tenso entre las piernas, pero no dije nada, me fui a la computadora, y comencé a revisar, vi los últimos archivos abiertos y ví que había estado viendo fotos gay.
Luego de este descubrimiento, comencé a fantasear sobre lo que podría pasar con mi tío, Me acosté en la cama y esperé que saliera del baño, me dijo que tenía que irme que esperaba visita. “Nos vemos otro día” dijo.
Pasaron 2 meses desde estuve en su casa ese día. Habíamos ido a una piscina con toda mi familia y cuando ya íbamos de vuelta, mi tío me dijo que si quería pasar la noche en su casa, para conversar y nos tomarnos unos tragos, que hace tiempo no lo hacíamos. Yo acepté de inmediato, no desperdiciaría aquella oportunidad tan grande.
Cuando llegamos a su casa, era tarde, y yo iba preparado para todo, nos bajamos y él me dijo:
-Deja tus cosas en el cuarto y tomamos algo-
Fui a dejar mis cosas en el cuarto donde siempre me quedo cuando voy.
Él se quedo abajo preparando unos tragos. Bajé y comenzamos a tomar y charlar. Luego de unas cuantas horas él me dijo que entráramos. Fui a mi cuarto para buscar unas cosas, él pasó de largo hacía el suyo, luego entré yo, allí nos pusimos a ver TV y a seguir conversando.
De pronto él comenzó a preguntarme de mi vida amorosa; mis novias, el sexo, me preguntó si alguna vez lo había hecho, a lo que respondí que si, luego me preguntó que como tenía el guevo, yo le dije que de un tamaño normal,17 cms. “Y tu?”- Tardó unos segundos en responder: “Grande, 22 cms”- Yo quedé sorprendido ante semejante revelación. Nos quedamos callados por un momento, y de pronto él me dice: “Quieres verla?”- Me sorprendí y le dije que si. Se bajó los pantalones y su bóxer dejaba ver una verga a dura, se los bajó, apareció y yo quedé con la boca abierta.
Pasaron unos instantes antes de que alguien dijera algo, él me miraba fijamente y yo no podía dejar de mirar su guevo. Luego el dijo
-“Grande, no? Ahora déjame ver la tuya”-
-“No, la mía se verá mínima al lado de la tuya”- dije.
-“Anda vamos! Déjame verla”- dijo y comenzó a acariciarme el paquete.
-“Ves que no es tan pequeño”- dijo él y me abrió el pantalón y mi guevo saltó con la erección a tope.
- Te gusta?- preguntó él con tono morboso.
En ese momento sentí un deseo inmenso de meterme su verga entera a la boca, y lo hice,pero cuando me dí cuenta de lo que había hecho, salté hacía un lado:
-“No puedo, no debo”.-
-Tranquilo, a mi no me molesta, no le diré a nadie, mientras tu también guardes el secreto- dijo él acariciándome el rostro. De pronto se acercó a mi y me dijó:
-“Se que revisaste mi computadora aquella vez, recuerdas? Quieres que te haga lo mismo que había en esas fotos y video?”-
En ese momento todos mis prejuicios desaparecieron y comencé a besarlo, me desnudé y lo desnudé. Empecé a bajar con mi lengua, le chupé las tetillas, su abdomen marcado, y luego llegue a la gloria, comencé a mamarle ese enorme pedazo de carne que tenía, y él comenzó a murmurar cosas, se la chupe un buen rato, y luego él me dijo: “Quieres que te lo mame?”- le dije que si.
Comenzó a mamarlo muy fuerte, sentí placer inmenso, luego me dió un largo beso con el sabor de mi verga en su boca.
-“Ahora te voy a penetrar, pero primero voy a dilatarte”-, me dió vuelta con sus brazos y comenzó a meterme un dedo, no sentí nada diferente, luego me escupió y comenzó a meterme dos, luego tres. Ahí sentí una sensación un poco dolorosa, luego me metió cuatro dedos (Dos de cada mano), ahí el dolor era un poco mas fuerte, luego sacó un condón de la gaveta y se lo puso, mojó su verga con lubricante y esparció otro poco en mi culo que ya estaba bien abierto.
Aunque mi culo estaba muy dilatado, igual me dolió mucho al principio, ese dolor nunca cesó, sólo que después se mezcló con placer. Primero me puso en cuatro y comenzó a dar suave, con lentitud, un vaiven. Pero luego fue aumentando la velocidad hasta llegar a darme muy rápido y muy duro. Yo gritaba pero de placer, mucho placer.
Luego me puso boca arriba, tomo mis piernas y las abrió, lo empezó a meter cada vez más rápido y duro, estaba en un éxtasis de placer y dolor, sin darme cuenta, él había agarrado mi verga y me masturbaba, estábamos sudando, él no bajaba la intensidad mientras me cogía, de pronto hubo una penetración profunda y yo di un grito de dolor, lo retiró un poco y lo hizo una y otra vez y luego comenzó a penetrarme muy rápido y fuerte, cada vez me dolía más, pero compensaba con el enorme placer que sentía, no aguanté más y me vine con tal fuerza que la leche me llegó a la cabeza, salpicando mi cuerpo y cara, el seguía metiéndolo y de pronto lo sacó de golpe, retiró el condón de un tirón, acercó su verga a mi rostro, y toda su leche cayó en mi cara.
Se acostó a mi lado y el culo me palpitaba de dolor. –“Te gusto?”- Me preguntó. –“Me encantó”- le dije.
-Cuando quieras- dijo. Luego de eso me quedé acostado ahí mismo, me dolía todo el cuerpo, pero valió la pena haber probado la gran guevo de mi tío. Mientras, mi conciencia reprobaba lo que había hecho…

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