Miércoles 7:25 pm
“Ya estoy llegando Fede, ¿dónde nos vemos?” “Al final del
parque, allá estoy esperando a la gente”.
Joaquín llegó al parque, estaba muy oscuro y pocos postes
funcionando, por ser miércoles la
afluencia de gente era escasa. Cuando pasa los primeros árboles se le aparece
un tipo alto y fuerte que le detiene el paso: “¿Pa dónde vas tan apuraíto papá?”
“Permiso” Pero el tipo le bloqueó el paso, cuando se echó para atrás para salir
del parque, lo bloquearon dos tipos más de la misma contextura.
“Tranquiiilo que todavía no te puedes ir, lo agarraron entre
los dos, mientras que el otro le puso en la boca teipe plomo, lo llevaron a un
árbol, rodearon el árbol con sus brazos y con un tirrás le amarraron las muñecas. “Si cooperas con nosotro no te va
a dolé así que ponte flojito o te va a í peor”. Le rompieron la camisa con una
navaja muy lentamente. “¿Tas ecuchando como suena cuando se rompe? Asi va sonar
tu culito cuando te lo rompamos, mariconcito”.
Igual hicieron con sus pantalones y se los arrancaron, le
quitaron los zapatos y las medias. “Mira, se llama Joaquín la niña esta y sale
con platica a la calle”. Joaquín estaba sudando y llorando, el cuerpo le
temblaba. ‘Dios mío ¿dónde está Federico?
Aparece por favor’. “Está llorando y todavía no empezamos la fiesta…”.
Ya estaba totalmente desnudo y le amarraron las piernas a
dos estacas que estaban clavadas en el piso, lo que hizo que ambas quedaran
abiertas para que los otros pudieran hacer lo que vinieron hacer. Terminaron de
sujetarlo y empezaron a tomar unas cervezas. “Ahora ponte flojito papá, porque
voy a cogete”. Lo agarró de los pelos y sin ninguna contemplación empezó a
penetrarlo a pelo y al seco. Joaquín empezó a gritar y uno de los tipos le dió
un fuerte golpe en la cara: “Vuelves a gritar maricón y te voy a meté’ la
navaja por el culo”.
El primero le estaba dando con todas sus fuerzas, por la
pierna le bajaba un hilo de sangre que venía de su ano. “Miiiraa a la marica le
vino la regla”, sacó su pene del culo para volverlo a meter y acabarle adentro.
“Tienes toda mi lechita en tu culo perrita” ‘¿Dónde
está Federico?, me van a matar’.
Un encapuchado veía a cierta distancia, dónde podía verlos, pero
a él no.
El segundo tipo era un negro con un pene más grande y grueso
que el anterior y fue la misma operación, con la diferencia que este era más
violento y estaba drogado. Penetró a Joaquín con la mayor brutalidad posible.
Joaquín se desmayó, sin deternerse por eso, el negro siguió dándole, el tercero
lo despertó con un balde de agua.
También acabó dentro de Joaquín y le dió un par de golpes en
las costillas. “Te vamo a matá’ por ser tan puta, maricón de mierda”.
El tercero llegó y se le acercó al oído y le dijo: “yo no te
voy a coger papá, tranquilo, aqui tengo un bate que lo va a hacer por mi” Y
empezó a meter el bate, poco a poco y Joaquín se ponía rojo, estaba tenso y
apretaba todo su cuerpo. Se le volvió acercar al oído y le dijo “si no te
relajas no entra el bate y si no entra el bate aquí estaremos toda la noche. El
bate entró a más de la mitad de su longitud, se lo sacó y se se lo cogió hasta
acabar dentro de él. Volvió a meter el bate y ahí lo dejó. “Ahora papa, pa
terminá la fiesta vamos a encenderte como un pollo” trajeron un bidón de
gasolina y se lo derramaron encima. Joaquín estaba desesperándose y trataba de
zafarse pero mientras lo hacía se maltrataba la piel con la corteza del árbol.
“¿Te asustaste? No te vamos a quemar, pero mis panas y yo te dejamos dentro de
tu culito un regalo pa toda la vida, pa que no se te olvide esta noche… tiene tres
letricas.
Sonó un celular: “No hables, déjenlo ya, ven a buscar tu
plata” “Vámonos, terminó la fiesta, bueno mariquita, te quedas aquí hasta que
te consigan”
9:35 pm
“Aquí está lo prometido, ahora se largan, aquí están unos
boletos para que se vayan un tiempo de Caracas”
El encapuchado se acercó al árbol, Joaquín estaba desmayado
nuevamente, con una navaja que cargaba, cortó el tirrás de sus tobillos y el de sus muñecas. “Vas estar bien, voy a
pedir ayuda” le susurró al oído. Y se fue corriendo de ahí.
Jueves 9:47 am
“Aló…“Rodo, Rodo, es Joaquín. ¿Dónde estás Joaquín? ¿Qué
pasó? ¡Desde anoche te estoy llamando!” ¿QUÉ? ¡Ya salgo para allá!” le dijo
Federico
“Amor, Joaquín está en la Clínica Santa Lucía, al parecer lo
atracaron anoche por eso nunca apareció, voy saliendo para allá, ¿vienes?” “Si
mi bello, yo te llevo”
“Por Dios, ¿que te hicieron Joaquín?” Joaquín lloraba, tenía
la piel quemada por la gasolina que le echaron encima, los bronquios inflamados
por los vapores, pecho, abdómen, brazos y piernas con raspaduras y laceraciones
en el ano debido a la brutal violación.
No hay comentarios:
Publicar un comentario