Antes de acabar, Roberto agarró por las caderas a Federico
con tal fuerza que le dolían. Roberto empezó a gritar muy fuerte con una voz
gruesa, lo soltó y empezó a dar golpes a las láminas que forman el cubículo,
las estaba doblando.
Federico estaba asustado agachado al lado de la poceta y
mientras Roberto gritaba y daba golpes, su diminuto pene chorreaba semen sin
parar. Golpeó mucho más fuerte sin para de gritar y se desplomó. Como pudo, empujó
aquel gran cuerpo, salió del cubículo nervioso, se limpió el exceso de semen
que le había caído y se acomodó. Quitó el pestillo y entró gente de seguridad,
empleados y uno que otro curioso. “¿Que ha pasado aquí?”. “Yo que sé, estaba
orinando, entró este tipo y al ratico empezó a pegar gritos y dar golpes, estaba
a punto de irme cuando ustedes afortunadamente llegaron. Abran ustedes esa
puerta, no se que pasó ahí dentro...”. Salió del baño.
A Federico le estaba doliendo la cabeza y fue a buscar a
Ricardo. “Amor, ¿nos vamos? Tengo hambre y me duele la cabeza”. Ricardo ni se
enteró del incidente. ‘Dios que manera de
acabar…no tiene pipí pa los gritos, golpes y chorros que lanzó. Que tipo tan
loco’.
5 días después…
Parque El Retiro.
Entraron para pasear, ir en bote y comer algo ahí. “Bello,
¿cómo te has sentido estos 10 días, nosotros solitos? Yo estoy feliz y
relajadísimo” “Yo estoy más enamorado de ti que nunca amor, estoy feeeeeliz mi
Rodo, deberíamos quedarnos jejeje” “Ese es mi deseo bello, vivir aquí, pero hay
que arreglar unas cuantas cosas antes de decidirlo”.
“Bello, ¡vamos a montarnos en los botes!” “Ay amor, los
botes me dan pavor, desde pequeño, no puedo ni verlos, ve tú yo te espero”.
“¿En serio, no quieres venir? Yo te abrazo mi bello, anda” “no papá, ve, ve que
tú quieres ir, yo no puedo montarme”. Federico se fue a pasear por un camino
que lo suelen usar los travestis, putas y gays para cuadrar sexo, él no lo
sabía y entró por ahí, de repente
alguien por detrás lo abraza. “Hola tronco, la otra vez me dejaste tirado en el
servicio” Federico trató de zafarse cuando volteó la cara y vió quien era. ‘Pero coño otra vez este, ¿me está
siguiendo?’.
Ricardo se monta en el bote y empieza a remar hasta el
centro del lago, en eso llega un bote con dos mujeres, una bellísima de pelo
negro, blanca, alta, la otra era linda, nada del otro mundo, algo sosa. “Hola
guapo, ¿por qué estas tan solo?” giró su mirada hacia el paquete de Ricardo, y
quedó sorprendida del bulto que tenía. “¿Esa polla tiene dueña?” “No, no tiene
dueña jeje”. “Toma cariño, aquí tienes mi número para cuando quieras sacar a
pasear tu polla”. “Gracias hermosa pero yo soy gay y mi novio está por aquí
cerca”. “Pues nos follas a las dos, a mi por la chichi y a tu novio por el culo
majo”.
Federico intentaba soltarse pero la fuerza de Roberto era superior.
“Quiero follarte tronco, me gusta tu culo”. “Y dale, ¡pero ya follamos! ¿Qué
más quieres?”. “Follarte más putico” Lo tiró al piso y le jaló los pantalones, de nuevo le introduce el diminuto pene. Esta
vez antes de acabar lo agarró por los pelos y empezó a gritar de nuevo como lo había
hecho en el baño del centro comercial. ‘No,
no no otra vez no, auxilioooo’. Empezó a lanzar golpes al suelo y seguía
gritando, entre las nalgas de Federico se iba depositando los chorros de semen,
hasta que se desmayó . Haciendo un
esfuerzo se lo sacó de encima. Esta vez no vino nadie, a esa zona no se
acercan, se limpió el exceso de semen con la camisa de Roberto, le revisa la
billetera y ve que efectivamente es Guardia Civil. ‘Pe’azo e’ loco este’. Le roba 300 euros que tiene en la billetera.
“Muéstrame tu polla”. “No aquí no se puede”. “A que sí se
puede” Acercó los botes y se pasó al bote de Ricardo, “¿Que haces Rosario?”
“Calla tonta, anda que te dén”. Tocó el paquete de Ricardo y le dijo que lo
sacara, “Que no, estás loca ¿y si nos ven?” “Que aquí no nos ve nadie joder,
sácala” y empezaron a forcejear, Ricardo tuvo la mala idea de levantarse y la
levantó a ella, perdieron el equilibrio y cayeron al agua.
Federico buscó a Ricardo y lo encontró sentado en la entrada
del lago y mojado “¿qué te pasó?” “Nada que esa tipa de allá, no se que le
pasaba, andaba quesúa, falta e’ guevo y quería ver mi polla” “¿Y se la mostraste? ‘ya
empezamos con las húmedas’. “Noooo bello, por eso es que terminamos en el
lago…”. “Ya vengo”. “¿Qué vas a hacer?, deja eso así..bello, bellooo”. “Hola,
¿cómo estas? ¿Me puedes acompañar un momento? Te conviene, puedo cuadrar para
que ese macho te folle como te gusta, acompáñame”. Salieron de la vista de
todos y entraron a un depósito abandonado al lado de los baños. “Mama mi polla
y te doy unos euros” luego me enseñas tu coño para chupártelo”. “Claro cariño
si es con euros lo que quieras” “Muéstrame tu coño” Federico se acercó y le
pegó en el pecho, debajo de los senos, el aparato que descarga corriente, el
primer corrientazo la tiró al piso. “duele ¿verdad?, asi duele cuando la polla
de mi novio en mi culo, perra, pero a ti no te van a coger” Y volvió a darle
otra descarga, hasta que se desmayó y la dejó ahí tirada.
“¿Qué hiciste, qué le dijiste?” “Le mostré como se siente tu
guevo cuando penetras a alguien, te amo mi amor, vamos a comer, tengo hambre”. ‘Mejor no pregunto, no quiero saber…’.
8:35 pm
Llegaron al hotel luego de ir al cine, tuvieron
sexo y más tarde irían al teatro.
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