10 días han pasado desde que Ernesto se fue a Puerto Ordáz
con Ricardo y es la misma cantidad de días que lleva hablando con Sofía
pidiéndole perdón de todas las formas posibles; la llama, le envia flores,
bombones, le compró un carro que no aceptó, pero lo perdonó.
A pesar de la insistencia de Ernesto de volver con Sofía, ha
pasado los 10 días más maravillosos de su vida junto a su verdadero amor.
Apenas llevaban dos días allá y le confesó sus sentimientos. También ha tenido
el mejor sexo que haya tenido en su vida sexual, a pesar que tiene que ser
pasivo, pues Ricardo: “ni de vaina por el culo, el que me lo toque lo quiebro”.
Aunque Ricardo lo que siente por Ernesto es un amor de hermano, y, pese a lo
que le hizo a Federico, tomó la confesión tranquilamente: “Claro que te podría
amar, pero ahora mi corazón le pertenece a Fede”.
Federico lleva 10 días durmiendo con Vicente, en las tardes
él lo busca al trabajo y se van juntos a casa.
Hacen mercado juntos, han ido a la playa, han tenido sexo hasta dos
veces por día. “Esto no te lo debería de decir Vicente, pero contigo disfruto
el sexo plenamente”. “Es que yo te amo Fede”. Cualquier ricón de la casa ha
sido excelente para desatar esos deseos reprimidos desde hace semanas.
5 días después
Sábado 4:00 pm
Vicente estaba en la ducha con Federico, ambos enjabonándose
mutuamente. Federico se agacha para
mamarle el pene; las similitudes genitales entre los hermanos es sorprendente. Cuando
lo tiene metido en su boca va cayendo el jabón y el agua en su cara. Vicente lo
levanta, abre la puerta de la ducha y salen. Así como están, mojados se lanzan
a la cama, busca un condón. Comienza a hacerle sexo oral a Federico, se
introduce todo el pene y permanence así mientras mueve su lengua tocando todo
ese cuerpo carnoso. Cuando está punto de venirse, se retira y deja fluir toda
la lava blanca que sale a chorros. Se coloca el condón, lo voltea y comienza a
penetrarlo.
La puerta del apartamento se abre, Ricardo llega a casa tres
horas antes de lo previsto. Va caminando despacio para darle la sorpresa a
Federico, sabe que están en casa pues están los carros estacionados. Entra al
cuarto y no lo ve ahí. Frente a su habitación está la de su hermano, mientras
se acerca oye ruidos y va abriendo poco a poco la puerta. Entra, la habitación
está a media luz y se sienta en una butaca donde se pone a ver la película
porno en vivo. Vicente y Federico están mirando hacia la pared, Federico con la
cara metida en la almohada, Vicente dando empujones mientras gruñe y se escucha
su cadera golpeando los glúteos de Federico. Llega el final, acaba, grita y se
tumba sobre la espalda de Federico. Se enciende la luz. “Wao… hasta morbo me
dió y todo, que rica esa cogida, buen culo ¿verdad hermanito?, vístanse y los
espero abajo para tomarnos unos tragos”.
Estaban los tres en la cocina. “Me imagino que llevan 15
días dándole duro, debes tener el culo con un callo” “Rodo, esper…” “Cállate,
aquí no van a hablar ustedes, me van a escuchar”.
“Yo también estuve en Puerto Ordáz dándole guevo parejo a
Ernesto, todos los días, guevo y guevo. Me confesó que está enamorado de mí y
yo le aclaré que solo amo a una persona, a ti, yo espero que ese maratón de
sexo que tuvieron ustedes solo sea eso, sexo”. “Yo amo a Fede…” “Cállate
hermanito, aquí hablo yo”. “NO RODO, voy a hablar yo ahora, si, estoy enamorado
de Federico, enamorado. Hicimos el amor todos estos días, he pasado 15 días muy
de pinga con él, hemos hecho de todo, no solo sexo. Federico me dijo desde el
comienzo que te ama a ti, con él tuve todo estos días, todo, menos su amor. Eso
te pertence.” ‘Ay Vicente, yo te adoro,
te quiero…pero no quiero perder a Ricardo…’ Federico no habló.
Ernesto le pidió a Sofía que lo esperara en el apartamento
para hablar. “Ahora que te tengo frente a mí quiero volverte a repetir lo que
te dije por teléfono. PERDÓN. Te pido perdón, no se que me pasó…el pasado me
está persiguiendo y me atormenta, no duermo en las noches”. Sofía le confesó
que parte de su agresividad fue culpa de ella por darle alcohol en el jugo “Me
lo imaginé, pero bueno, eso es algo que tengo que superar, no solo mi adicción
sino todos mis peos”. “Acércate, quiero contarte todo, necesito contarle a
alguien, que no hayan dudas entre ambos”. Le contó todo, con lujo de detalles.
“Júrame, júrame que este secreto va a quedar entre los dos”. “Te lo juro”
haciendo el típico gesto de la infancia de cruzar los dedos.
4:52pm
“Te voy a pedir Vicente que hagas tus maletas y te vayas a
tu apartamento, como comprenderás no puedo tenerte aquí con lo que me acabas de
confesar, puedes irte el lunes, no tiene que ser hoy, ahora déjame solo con
Federico”.
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