martes, 12 de febrero de 2019

VENGANZA INFINITA. Capítulo 12


CRUDA REALIDAD.

-¿Tú no me piensas contar lo que en realidad pasó anoche? -Kimberly había reaccionado justo cuando Bernardo ya se iba.
-Ya te dije te dispararon pero te caíste dándote un golpe fuerte.
-No Bernardo, a mi me dispararon, el policía me dio dos tiros lo recuerdo. ¿Dónde están las heridas?
Bernardo no entendía lo que pasaba, había hecho que no recordara, pero Kimberly recordaba cada momento que vivió esa noche.
Bernardo entró en su mente. -Vas a olvidar todo lo que pasó esa noche, no recordarás ese día.
-Bernardo, ¡estoy esperando un explicación coño!
No comprendía porqué no estaba funcionando con la chica el borrarle la memoria reciente. se pasó la mano por la frente y suspiró.
-Me tengo que ir, voy a hablar con Oliver.
-Bernardo. -Kimberly lo vio a los ojos
-Esta bien, te voy a contar.
Kimberly se sentó en el sofá, Bernardo mirándola trajo desde la cocina un vaso con agua, iba flotando en el aire hasta la mano de la chica.
-¿Que es esto? Kimberly comenzó a asustarse y veía a Bernardo a los ojos, este sonreía e hizo lo mismo y frente a ella cambió su aspecto hasta verse ella reflejada en él 
La chica no salía de su asombro, tocaba el rostro de Bernardo que era el de ella, no podía creer lo que estaba viendo.
-¿Quién eres tú?
-Un hombre normal con poderes extraordinarios. Tomó la cabeza de Kimberly apoyó los pulgares en la frente de la chica y los otros dedos a los lados de la cabeza. Hizo presión, cerró los ojos y adentrándose en lo más profundo de su cerebro, alteró varias neuronas para hacerle olvidar de raiz lo que había sucedido. Al abrir los ojos Kimberly cayó desmayada en el sofá.
-Vas a estar bien. -Le dio un beso en la boca y se fue.

Oliver abrazó a Bernardo entre preocupado y molesto.
-Ayer ayudé a una amiga transexual que trabaja en la calle, la policía le disparó y yo la llevé al hospital.
-¿Pero cómo sabías que le habían disparado?
-Ella me llamó horas antes que iban a hacer una redada, luego me llamó que estaba escondida, que la policía estaba como loca disparando y yo me acerqué al lugar.
-¿Fueron pareja ustedes?
Bernardo se sonrió, casi riéndose y le dijo que no.
-Pero se acostaron, se han acostado.
-Si Oliver, pero no tenemos nada, es mi amiga.
-¿y han tirado últimamente? ¿Está operada?
-No está operada.
-O sea que te cogió.
-Oliver ya, eso ya pasó, deja la angustia.

Bernardo se acercó y le dio un beso a Oliver. Estaban en un café, no había nadie pero los empleados vieron el beso.
-Nos están viendo.
-¿Qué pasa? ¿Cuál es el problema? Además no hay nadie.
-Disculpe señor. -Se acercaba uno de los mesoneros. -En este local no...
Bernardo se puso de pie y vio al chico a los ojos y este se retiró sin poder decir otra palabra.
-¿Qué hiciste? El carajo se fue con una cara de susto.
-Esta noche me quedo en tu casa. Pero tengo que hacer algo en la noche, llego tarde pero llego.
-¿Qué vas a hacer?
Bernardo suspiró. -Tengo que resolver un problema de mi amiga la prostituta.
-¿En la noche? Si quieres te acompaño.
-No, tengo que hacerlo yo solo.
-Que misterioso estás. Anoche me preocupé mucho.
-Tranquilo. -Le dio otro beso. -Todo está bien, no hay ningún misterio.
-¿Sabes algo? Me gustas mucho. Y no sé, a lo mejor es pronto para decírtelo, pero me imagino contigo por mucho tiempo.
-No lo hagas, no proyectes las cosas a largo plazo, todo puede cambiar, y esas expectativas pueden caerse y decepcionarte. Vámonos que voy tarde al trabajo.
-¿Me puedes explicar lo que me acabas de decir?
-Fui muy claro. Pero te lo voy a resumir en una frase. Mañana me pueden matar o enfermarme y morir y los planes que tengas se van al traste. Vive el presente chamo, disfrutemos lo que tememos ahora y no te preocupes por lo que aún no llega.
-Me das miedo y me confundes.
-No temas, me vas a tener a tu lado pero no me pidas futuro ahora ¿Si? Vámonos.

Oliver llegó a su oficina desconcertado, no sabía cómo interpretar lo que le acababa de decir Bernardo, le comentó a una amiga del trabajo.
-Ay mi amor eso me suena a que no quiere compromiso, tirar, salir y ya. No esperes más de él.

Oliver se sentó en su oficina y sacó su celular.
--Me tienes cabezón con eso que me dijiste, no sé cómo tomarlo--
Luego de 20 minutos Bernardo respondió.
--Disculpa si fui muy brusco con lo que te dije. Te quiero mucho, mucho chamo, pero vamos a relajarnos y disfrutar el momento--.
--¿Estás enfermo?  ¿Te vas a morir?--
--Esta noche quiero hacerte el amor--

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