viernes, 19 de abril de 2019

VENGANZA INFINITA. Capítulo 38

Cayendo en la tentación.
 Kimberly y Randy se fueron a un bar en el centro de la ciudad para tomar cerveza y hablar.

-Nunca había venido para acá y mira que me he pateado la calle. -Ya llevaban 3 cervezas cada uno
-¿Tienes contabilizado con cuántos hombres te has acostado?
-¿Cuál es el morbo con eso? ¿Tienes miedo de acostarte conmigo, que te pegue una enfermedad?
Randy bebió lo que le quedaba en la botella y pidió otra ronda. Respondió.
-Lo de una venérea es lo que menos me preocupa, sé que te cuidas, pero sí, me da morbo saberlo.
Kimberly se sonrió y bebió su cerveza y tomó de la que le trajeron nueva. -Llevo tres años en la calle y atiendo en 2 y 3 clientes al día, a veces 4 si tengo ganas de seguir. Trabajo de lunes a sábado. Saca la cuenta.
Randy la vio a los ojos, vio unos ojos tristes, melancólicos y cansados. -Vaya, mejor no saco la cuenta.
-¿Te asustaste?
-No, más bien te admiro, es un trabajo muy duro y más si no tienes ganas, como se te para.
-Viagra.

Otra ronda de cerveza y seguían conversando.
-Si te digo para hacer el amor, ¿Cómo saber que no lo harás como si estuvieras con un cliente? Mecánico, sin sentimiento, sin caricias, besos.
-Yo sé separar el trabajo del placer. Tú no eres un cliente, bueno, si no me pagas por sexo. ¿Vas a pagar por tener sexo conmigo?
-Yo quiero hacer el amor contigo, amarte, sentirte.
-Yo también quiero hacerte el amor a ti. Penetrarte. ¿Te vas a dejar?
-Soy capaz de dejarte que lo hagas, me gustas que jode.
-Pide otra ronda. Vamos a ver si es verdad, voy al baño.

Kimberly se fue al baño de damas pero estaba fuera de servicio y entró al de caballeros.
Vio la poceta y el urinario. Decidió por lo segundo. Bajó el cierre del pantalón y sacó su pene y comenzó a orinar.
Entraron dos hombres de no más de 30 años ambos.
-Ah vaina, este bar se está llennado de maricones.
El hombre se puso en el urinario de al lado pero Kimberly ya terminaba de orinar y se acomodaba.
-Encima el maricón tiene tetas.
Kimberly salía del baño pero el otro hombre la tropezó pero igual salió.

Mientras caminaba a la mesa el hombre salía del baño. -¡Epa maricón! Si tú la vestida de mujer, vete de aqui antes que te saquemos a patadas, aqui no entran locas.
-Randy vámonos de aquí, paguemos y vámonos.
-¿Ese imbécil te hizo algo?
-No, no, vámonos.
Randy se levantó y se fue hacia el hombre.
-Ah coño Randy es el novio del marico ¿Quién se coge a quién?
Randy le dio un fuerte golpe en la cara que lo tumbó al piso.
El tipo se levantó para golpear a Randy pero un fuerte dolor en el pecho lo paralizó y cayó de nuevo al piso.
-¡UNA AMBULANCIA, UNA AMBULANCIA! 

Randy fue a la caja y pagó para irse.
Cuando salieron del bar la gente comenzó a gritar para que los detuvieran pero ya fuera del local, Randy cerró la puera y bajó la santamaría.

-¿Eso lo hiciste tú?
-Sí, tengo los poderes de Bernardo, ¿para que quieres estar com él si puedes estar conmigo?.
-No estoy con Bernardo por eso.
-¿Sigues con Bermardo entonces? ¿Estás con él por qué?
-Quiero seguir bebiendo.
-Vamos a comprar unas cervezas y las llevamos al hotel. Responde mi pregunta.
-Al final si quieres acostarte conmigo.
-Tú también quieres. Respóndeme.
-Bernardo es un gran tipo que me ha ayudado mucho, lo quiero, un tipazo.
-Quiero demostrarte que yo también lo soy.
-Tú me violaste.
Randy se restregó los ojos, y luego se agachó poniendo sus manos en las rodillas.
-Ya te he pedido perdón por eso y hablamos esa noche.
-Tranquilo, el güevo te olía mal esa noche, espero que hoy lo tengas limpio.
-No me hagas sentir mal. Vamos a una licorería a comprar cervezas.
Caminaron 3 cuadras abrazados, en un momento se detuvieron y Randy la besó en la boca.
-Quiero pasar la noche contigo.
-Y luego que me cojas te cojo yo. -Dijo Kimberly
-Tú mandas belleza.

Llegaron a la licorería y compraron seis cervezas. Caminaron unas cuadras más y llegaron a la entrada de un hotel, qie ya la fachada auguraba que dentro estaba mucho peor.
-¿Nuestro primer polvo lo vamos a hacer en este basurero?
-No tengo más dinero sino para esto. Te prometo que lo compensaré luego.
-Tranquilo he estado en peores sitios. Lo importante es que estoy contigo.

Pagaron la habitación y llegaron a la puerta.
-Mierda...esto es peor de lo que imaginé. -Dijo Randy.
-Huele espantoso.
-Vámonos de aquí. Te voy a llevar a un sitio decente.
-Soy puta Randy, estoy acistumbrada a estos sitios.
-No hables así, te mereces algo muchísimo mejor.

Randy tenía una tarjeta de crédito que no había usado y tenía un límite de crédito alto. Decidió que era el momento de usarla.

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