martes, 9 de abril de 2019

VENGANZA INFINITA.Capítulo 33

TRES ¿SON MULTITUD?

Bernardo los despertó, al verse desnudos se asustaron dando un brinco en la cama.
-Tranquilos están en mi casa.
-¡Nos violaste! -Dijo Oliver.
Kimberly vio a Oliver mientras se tocaba el pene. -Creo que ahora es que vamos tener sexo con él.
-Así es arrodíllense en la cama y me pelan esos culos.
Oliver miró a Kimberly que se colocaba dándole la espalda a Bernardo.
-¿Nos vas a coger a los dos?
-Si, ponte.
-No, no, yo no quiero esto.
Bernardo se acercó a Oliver y le habló al oído. -Te va a gustar, te lo prometo.
-Esta puta me cayó a coñazos en el carro yo no... -Kimberly se le acercó y le dio un beso en la boca mientras le tocaba el pene.
-Eres un idiota, guevón pero hoy tengo ganas de esto pero luego te voy a coger yo a ti, mariquito. -Lo volvió a besar y Bernardo aprovechó y le abrió las nalgas a Oliver, se agachó y comenzó a chuparle el culo llenándolo de saliva y dilatando con su lengua. Oliver gemía mientras se besaba apasionadamente con Kimberly. Sus lenguas jugaban dentro de sus bocas.
Bernardo se incorporó escupió su largo y grueso pene que estaba completamente erecto y comenzó a penetrarlo. Oliver se tensó y Bernardo le dio una fuerte nalgada para que se relajara. Intridujo el glande y su dedo medio de la mano izquierda entraba en el culo de Kimberly que seguía besando a Oliver que no paraba de gemir.
Bernardo empujó y entro más dentro de su novio que gritó. Kimberly le escupió la cara y le dio una cachetada.
-¡Puta! -Le gritó Oliver, ella se rio y le dio otra cachetada.
-¡Maricón! -Bernardo introdujo la mitad del pene y Oliver intentaba sin éxito apartar a Bernardo que ya metía tres dedos a Kimberly que se masturbaba, su pene ya estaba erecto.

Comenzó a moverse dentro de Oliver que ya se había separado de Kimberly que ahora besaba a Bernardo pero aprovechó para que el chico le mamara el pene, y no puso resistencia.
Comenzó a lamer el prepucio y el glande para luego meterse el pene lentamente en su boca. Iba despacio, el enorme miembro no daba chance de hacerlo de prisa. Lo mojaba con su saliva.
Mientras mamaba gemía, Kimberly besaba a Bernardo. 
-Te voy a coger ahora a ti. -Le decía mientras se besaban.
-Hazlo.
Retiró el pene del culo de Oliver que ya estaba acabando sobre la cama. Kimberly volvió a arrodillarse dándole la espalda a Bernardo.
Le abrió las nalgas, llevó su pene al centro y comenzó a penetrarla, ella volteó a verlo. -Cógeme.

Oliver se apartó un poco de ellos mirando como su novio penetraba a la persona que le tenía rabia.
-No puedo creerlo, se la está cogiendo, yo no puedo ver esto. Pero me gusta y disfruté mamarle el guevo a este trans. Mierda ¿qué me pasa? Mira ese guevo que se gasta y las tetas, no, no, no puedo.
Bernardo se agarró de las caderas de Kimberly y terminó de penetrarla para luego moverse, sacaba casibtodo el pene y volvía a meterlo. Kimberly respiraba con fuerza mientras veía a Oliver que la miraba con odio, ella lo llamaba.
-Mámame el guevo, anda, hazme acabar, ven.
-Oliver se acercó, Bernardo estaba concentrado moviéndose y disfrutando lo caliente, húmedo y apretado del culo de la chica.
Volvió a mamara el pene de Kimberly, esta vez con más ímpetu. Lo hacía y la masturbaba.
-Ahí voy, ahí voy, quieres la leche, coño, coño, coño, me vengo.
Oliver se retiró y el semen cayó en las sábanas. Kimberly cerró los ojos agotada mientras Bernardo seguía penetrándola.

-Estoy a punto, vengan para darles la leche. 
Ambos se acercaron al pene y Bernardo dejó de masturbarse y dejó que ellos terminaran el trabajo.
Comenzaron a mamarlo entre los dos, se besaban, compartían besos y saliva, se miraban. Kimberly le decía sin emitir sonido -Maricón. -Oliver solo la miraba y seguía mamando.

-Ya viene, ya viene, abran la boca. -Bernardo cerró los ojos y se concentró para sacar la amyor cantidad de semen que pudiera. Lanzó un gruñido, apretó los ojos y el primer chorro cayó ennel ojo de Oliver que los cerró para luego recibir el resto ennsu boca compartido con Kimberly.

Bernardo abrió los ojos y vio a sus dos amores besándose compartiendo el semen del hombre que aman.

Bernardo cerró los ojos y cayó de espaldas al piso inconsciente.



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