miércoles, 24 de abril de 2019

VENGANZA INFINITA. Capítulo 40

Su primera vez.
-Tranquilo que lo voy a hacer con cuidado.
-Coño Kim no, otro día.
-Voltéate. -Kimberly le puso lubricante. -¿Tú no tienes poderes? Haz que tu culo se dilate.
-Estando contigo no sé que pasa, pierdo la habilidad.
-Kimberly se levantó y fue a buscar algo a su bolso. Sacó un pequeño frasco y se lo mostró a Randy sonriendo.
-¿Qué es eso?.
-Algo que te va a poner contento y te va a dilatar ese culo.
-¿Me vas a drogar?
-Es Popper, vas a oler un poquito por cada orificio de la nariz y verás como te sientes.
-¡No, no, yo no voy a usar esa vaina!
-Tranquilo, confía en mi. -Le tapó un lado de la nariz y le pidió que inhalara un poco. -Ahora hazlo con el otro.
Randy cerró los ojos, cogió aire. Abrió los ojos. -Verga.
Kimberly le dio un beso en la boca.
-Mételo, despacito.
Se colocó detrás de Randy, tomó su pene con la mano derecha y lo puso frente al ano. Comenzó a penetrarlo.
El glande entro sin dificulta mientras Randy cerraba los ojos. El pene seguía entrando. -Despacio, despacio. -Shhhh.

La mitad del pene ya estaba adentro.
Randy estaba respirando acelerado. -Dale mételo todo, todo, yo aguanto, dale.
-Ya lo tienes dentro, eres un tragón, ¿Viste que fácil? -Empujó para introducirlo completamente. Randy soltó un quejido de placer.

-Coño otra vez me metí mal. Es por esta calle. -Bernardo daba la vuelta nuevamente para llegarle al hotel. Oliver caminaba en línea recta al lugar, estaba muy oscura la calle.
-Parezco guevón. ¿Pa qué discuto con Bernardo?
Venía una moto en contravía y a Oliver se le aceleró el corazón. Entró a una pequeña calle entre dos galpones, no veía nada y se quedó a medio camino.
-Sal de ahí becerro, eso no tien salida pa ningún lado ¿o quieres que te quebremos?
Oliver sentía que el corazón se le iba a salir por el pecho, sacó su celular para llamar a Bernardo.
-Aaaaay vas a llamar a mami pa que te salve. -El motorizado bajó de la moto dejando a su compañero en ella, sacó el arma y la cargo. A Oliver se le cayó el celular, comenzó a orinarse.

Kimberly cogió de los hombros a Randy y comenzó a moverse con fuerza, cada empujón era in grito del hombre. Ella tambíen había probado el Popper yvestaba excitadísima, él estaba igual.
-Dale, dale.
El pene de Kimberly salía y entraba del culo de Randy, estaba dilatadísimo.
-Voltéate
Se colocó boca arriba y le levantó las piernas. Esta vez las embestidas eran aún más agresivas. Randy tenía la cabeza hacia atrás, sus ojos en blanco y gemía, estaba fuera de sí.
Kimberly lo puso de lado levantándole un pierna. Su pene entraba y salía sin dificultad. Estaba duro y brillante. Ella respiraba fuerte, sudaba. Retiró el pene y se levantó. Le dijo a Randy que hiciera lo mismo.
-Tienes el guevo sucio.
-No importa, pégate de la pared.
-Es que me da asco eso, el olor...
-Cállate ponte en la pared.
Apoyó sus manos ennla pared y Kimberly le abrió las nalgas, doblo un poco las rodillas y volvió a penetrarlo. Se recosto contra él y así pegados comenzó a moverse. Randy no paraba de gritar pero quería que no terminara lo que estaba haciendo.

Sonó un disparo y se escuchó un quejido.

-Vuelves a disparar y te mueres.
El hombre volteó, el que estaba en la moto se bajó y sacó su arma pero esta se desarmó en sus manos.
-¿Quién coño eres tú mamaguevo? Le apuntó y accionó el arma pero esta también se desarmó cayendo al suelo.
La moto se rodó arrastrandose en el asfalto y al llegar a la pared se arrugó como papel aluminio. Los dos hombres corrieron hacia al tipo pero ambos cayeron al suelo desmayados.

-¡Oliver, Oliver!
-Aquíííí estoy herido.
Bernardo entró al pasillo y lo cargó.
-El celular, el celular.
-Deja esa mierda, estás herido.
Lo acostó en el piso. La bala le rozó el hombro. Bernardo le puso la mano en la herida y una luz rodeó su mano y el hombro. Cerró los ojoskp, se estremeció. Oliver sentía calor en todo su cuerpo, no podía moverse, la herida le dolía. Unos segundos más tarde la herida había desaparecido. Bernardo se desmayó.

-¿Estás disfrutando verdas?
-Si, si, no pares sigue. Randy sudaba a mares mientras seguía pegado a la pared, sentía que el pene le toca cada órgano de su cuerpo.
Kimberly también sudaba, su piel estaba enrojecida, no paraba de mover la cadera.
-Estoy a punto, te voy a acabar encima.
Retiró el pene y Randy soltó una flatulencia mientras Kimberly derramaba su semen en las nalgas de él.
Ella gruñía con su voz ahora varonil. Soltó las últimas gotas, se estremeció y se apartó de Randy que le temblaban las piernas.

-Mierda, mierda...wow que vaina tan buena, coño, nunca...nunca había sentido algo...así. -Se le llenaron los ojos de lágrimas.
-Te saqué la mierda literalmente ja, ja, ja. Kimberly miro a Randy que estaba llorando.
-¿Estás llorando? -Randy se le acercó y la abrazó dándole un beso mientras las lágrimas le corrían.
-Nunca me habian hecho sentir esto. Fue brutal, muy arrecho Kim, uuf me duele que jode la cabeza.
-Ven tómate una pastilla y recuéstate ya se te va a pasar.

-Bernardo, Bernardo. Mierda ahora este desmayado y si estos se despiertan.
Se levantó y le dio un par de patadas a los malandros pero no reaccionaron. Bernardo abría los ojos.
-¿Estás bien?
-Si, ¿Y tú? Te desmayaste.
-Estoy agotado, cansado.
-¿Mataste a estos?
-No, están inconscientes, tú no quieres que mate gente.
-Vámonos a casa, tienes que descansar.
-No, vine a buscar a Kim, no me voy sin ella. ¿Tú no te ibas a casa? Mira lo que logras con tus berrinches.
-Ay Bernardo ya...vamos al hotel a buscar a esta caraja.

Kimberly se duchó y Randy entraba al baño.
La abrazó de nuevo y la besó. -Esto que pasó hoy no lo voy a olvidar, creo que a partir de ahora me declaro pasivo, solo quiero que me penetres.
-Realmente hoy no fue tu mejor día para ser activo. Te daré otra oportunidad, estabas nervioso.
-No has entendido Kim, no quiero cogerme un culo más, quiero que me penetren, me penetres tú. Quiero estar contigo siempre.
-Soy prostituta.
-Coño te buscamos otro trabajo, no puede ser que solo hagas eso y ya. Randy se duchaba mientras Kimberlyvse secaba el pelo con el secador.
-Ya hablaremos de eso. Apúrate para irnos.

Estacionaron el carro una cuadra antes del hotel. Llegaron caminando.
-A lo mejor ya se fueron.
-No, están ahí.
-¿Vamos a esperar a que salgan?

Bernardo extendió los brazos y cerró los ojos. Se activaron las alarmas del hotel y con un movimiento de sus brazos hizo estallar todos los vidrios de las ventanas. Estallaron en pequeños pedazos volando por los aires, el ruido de los vidrios se mezclaba con los gritosse la gente que salían del hotel. Oliver tuvo que correr para evitar que los pedazos le cayeran encima.
-¿Tú estás loco? ¿Por qué tienes que armar un espectáculo para hacer tus mierdas de superhéroe? ¿Te crees Dark Phoenix?
-¿Quién es ese?
-Esa, una X-MEN mutante que...
-Ya, no me interesa. ¿Te vas a quedar para ver como desaparezco a Randy?
-Bueno creo que ya desapareció, no está.
Bernardo miraba a la gente que salía del hotel y corría, por ningún lado estaba Kimberly y Randy.
Entró al hotel y en la recepción estaba dos muchachos, llamó al chico y le preguntó por Kimberly. -Es transexual vino con un tipo.
-No sé viene mucha gente.
Bernardo no recordaba el verdadero nombre de Kimberly entonces cogió al chico por el cuello de la camisa y se transformó en ella.
El muchacho se impresionó abrió los ojos aterrado al ver como Bernardo retomaba su aparencia.
-¡Ahora si te acuerdas!
-Se...se fueron hace media...hora...en taxi...
Bernardo lo soltó y el chico se desplomó cayendo al piso, su compañera no se movía.

-Se fueron. Maldita sea se fueron.
-Te lo dije.
Había llegado la policía. Los de la recepción salían con un agente y señalaban a Bernardo.
-¿Por qué te señalan, qué hiciste?
-Me transformé en Kim delante del recepcionista.
-Definitivamente estás enloqueciendo.
-Deja que yo resuelvo
Miro fijamente a los policias e hizo que salieran despedidos por el aire y entrar al hotel junto a los recepcionistas.
-¡Vámonos de aquí ya!

-Lo de esta noche no lo voy a olvidar. Fue increíble.
-Que exagerado, fue una simple tirada.
-Eres maravillosa.
-Kimberly apartó la mirada de Randy.
-¿Qué pasó? ¿Dije algo malo?
-Tengo el presentimiento que Bernardo hizo algo...algo muy malo.

Randy cerró los ojos resopló. A pesar del momento tan maravilloso que habían tenido, no lograba que Kimberly olvidara a Bernardo.


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