Ricardo y Lucía
charlaban de cosas sin importancia mientras disfrutaban de un café con
un ponqué. El incidente con Federico en ningún momento fue tema de
conversación durante la tarde.
Ricardo Betancourt tiene 32 años, soltero y vive solo en un apartamento pequeño. De padres divorciados, una hermana menor y un hermano mayor. Su familia no sabe que es gay. Es Ingeniero de sistemas de una cadena de Farmacias reconocida. Tiene el cabello negro, piel blanca y ojos azules, velludo y cuerpo musculoso. Su rol en el sexo es activo. Aunque es gay no descarta acostarse con mujeres, cosa que ha hecho en muy contadas ocasiones, de hecho no es alguien que se le note la pluma, más bien lo ven bien “machito”. Guarda en los archivos ocultos su adicción a la cocaína, se cuida mucho que la gente lo vea drogado: solo un par de amigos lo saben. Le gustan las fiestas, parrandear y beber mucho, pero es prudente si sabe que tiene que manejar, ese día no bebe ni se mete nada. Pero cuando está drogado es capaz de hacer cualquier cosa.
Al final de la tarde dejó a Lucía en su casa, cuadrando con ella para pasar el sábado en la piscina del hotel de siempre. Camino a su casa llamó a un tipo que conoció en una página gay para cerrar el domingo con buen sexo. Lo recogió en el lugar indicado y fueron a casa de Ricardo.
Domingo 7:37 pm
Llegaron a casa, Ricardo servía dos copas de vino tinto cuando el sujeto le pidió el baño. Se sentaron en el amplio sofá de la pequeña sala y ahora fue Ricardo quien decidió ir al baño. El tipo aprovechó su ausencia para mejorar la copa de vino del dueño de casa.
Ricardo le ofrece una raya al amigo: “¿quieres una pasadita?” “No gracias, yo no uso drogas, pero tranquilo dale, estás en tu casa”. Y así fue, se lanzó 2 rayitas y una copa de vino fondo blanco. Se quitaron ambos las franelas y comenzaron a besarse…
Martes 8:03 am
Ricardo abre los ojos, está boca abajo en su cama completamente desnudo, con un fuerte dolor de cabeza. Logra levantarse y se da cuenta que faltan cosas en casa: computadora, ropa, televisor, electrodomésticos, cuadros, objetos. Luego observa que tampoco tiene ni celular ni teléfono fijo.
Después de buscar por toda la casa, confirma que lo único que hay en la casa para cubrirse es la sábana . Se agachó para tomarla y sintió dolor en todo el cuerpo. En casa del vecino, llama a Lucía y a Ernesto, sus dos grandes amigos para que lo ayuden, le traen ropa, comida, ponen la denuncia y cancelan tarjetas y el celular.
En la policía, cuando se hacen denuncias de robo es necesario realizar exámenes forenses para determinar si hay signos evidentes de violencia física. Para vergüenza de Ricardo, en su caso si hubo. A los 20 días del asalto concluyeron que fueron más de 2 personas involucradas en el robo; dejaron huellas por todos lados.
El día después de despertar del robo, Ricardo pidió 15 días de permiso en el trabajo para poder solucionar todo sobre el asalto: papeleo, compra de ropa, visitas a la policía y recuperar el carro que también se llevaron. De los asaltantes no se supo más.
Ricardo Betancourt tiene 32 años, soltero y vive solo en un apartamento pequeño. De padres divorciados, una hermana menor y un hermano mayor. Su familia no sabe que es gay. Es Ingeniero de sistemas de una cadena de Farmacias reconocida. Tiene el cabello negro, piel blanca y ojos azules, velludo y cuerpo musculoso. Su rol en el sexo es activo. Aunque es gay no descarta acostarse con mujeres, cosa que ha hecho en muy contadas ocasiones, de hecho no es alguien que se le note la pluma, más bien lo ven bien “machito”. Guarda en los archivos ocultos su adicción a la cocaína, se cuida mucho que la gente lo vea drogado: solo un par de amigos lo saben. Le gustan las fiestas, parrandear y beber mucho, pero es prudente si sabe que tiene que manejar, ese día no bebe ni se mete nada. Pero cuando está drogado es capaz de hacer cualquier cosa.
Al final de la tarde dejó a Lucía en su casa, cuadrando con ella para pasar el sábado en la piscina del hotel de siempre. Camino a su casa llamó a un tipo que conoció en una página gay para cerrar el domingo con buen sexo. Lo recogió en el lugar indicado y fueron a casa de Ricardo.
Domingo 7:37 pm
Llegaron a casa, Ricardo servía dos copas de vino tinto cuando el sujeto le pidió el baño. Se sentaron en el amplio sofá de la pequeña sala y ahora fue Ricardo quien decidió ir al baño. El tipo aprovechó su ausencia para mejorar la copa de vino del dueño de casa.
Ricardo le ofrece una raya al amigo: “¿quieres una pasadita?” “No gracias, yo no uso drogas, pero tranquilo dale, estás en tu casa”. Y así fue, se lanzó 2 rayitas y una copa de vino fondo blanco. Se quitaron ambos las franelas y comenzaron a besarse…
Martes 8:03 am
Ricardo abre los ojos, está boca abajo en su cama completamente desnudo, con un fuerte dolor de cabeza. Logra levantarse y se da cuenta que faltan cosas en casa: computadora, ropa, televisor, electrodomésticos, cuadros, objetos. Luego observa que tampoco tiene ni celular ni teléfono fijo.
Después de buscar por toda la casa, confirma que lo único que hay en la casa para cubrirse es la sábana . Se agachó para tomarla y sintió dolor en todo el cuerpo. En casa del vecino, llama a Lucía y a Ernesto, sus dos grandes amigos para que lo ayuden, le traen ropa, comida, ponen la denuncia y cancelan tarjetas y el celular.
En la policía, cuando se hacen denuncias de robo es necesario realizar exámenes forenses para determinar si hay signos evidentes de violencia física. Para vergüenza de Ricardo, en su caso si hubo. A los 20 días del asalto concluyeron que fueron más de 2 personas involucradas en el robo; dejaron huellas por todos lados.
El día después de despertar del robo, Ricardo pidió 15 días de permiso en el trabajo para poder solucionar todo sobre el asalto: papeleo, compra de ropa, visitas a la policía y recuperar el carro que también se llevaron. De los asaltantes no se supo más.
aun mejor el comienzo cada vez que veo mas...:)*
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