El vigilante me vio con cara de extrañeza al ver que regresaba y ahora iba a otro piso, pero en fin, no le interesa lo que haga con mi vida y mi culo. Subí.
Llegué al apartamento 6B y toqué el
timbre. Un hombre cincuentón alto como de 1.78 mts, atletico y algo peludito me
abre la puerta, supuse que era el padre del muchacho.
–Buenas tardes.
–Pasa, te estamos esperando. “te estamos
esperando” me desconcertó un poco eso y me entró un susto en el cuerpo. Llego
hasta la mesa del comedor y siento una mano en mi hombro, me volteo y el hombre
me planta un beso en la boca mientras me aprieta una nalga.
–Te voy a echar una cogida que vas a
querer más.
Me
guió hasta el cuarto y ahí estaba el chamo con el que contacté por el celular.
–Hola, él es mi papá, vamos a estar los 3
¿no te importa?.
–No, claro que no, ya estoy aquí.
–Quítate la ropa. –Comencé a desvestirme
y el chamo le empezó a mamar el guevo a su padre. Por un momento cerré mis ojos
y me imaginé con mi papá y los abrí de inmediato y sacudí la cabeza.
–Mira Agustín, lo que te vas a meter. -Le
dijo el papá al verme el guevo que ya lo tenía parado.
–Agarra un condón y cógetelo. –Me puse el
condón y lubricante, también le puse al chamo que tenía un culito rosadito y
lampiño, debe tener como 20 o 22 años. Empecé a metérselo y volteó a verme, con
sus manos se abrió las nalgas.
–Mételo todo sin miedo. –Y sin miedo se
lo empujé completico y comenzó chillar mientras le seguía mamando el guevo a su
padre ¡Que morbo!.
Mientras se lo metía y se lo sacaba
completo el padre me veía y me dijo –Ahora te voy a coger a ti–.
Yo seguía cogiéndome al chamo y el papá
se fue por detrás de mi para metérmelo. Tenía un guevo grueso que al metérmelo
se me erizó la piel. Cerré los ojos y le dí mas duro al chamo que seguía
gimiendo. De repente Agustín se saca mi guevo y me quita el condón para
mamarlo, el papá deja de cogerme y se coge al hijo. Yo pensaba que le estaba
dando duro, pero el tipo le daba con más fuerza y velocidad que pensaba que al
pobre lo iba a matar. Agustín gritaba más pero lo estaba disfrutando. Se
tragaba todo mi guevo.
–Ahora los dos mámenme el guevo y las
bolas. –El chamo y yo nos turnábamos aquella verga, de vez en cuando bajaba a
las bolas y me metía las dos en la boca, luego lo hacía el hijo y así estuvimos
un rato hasta que el papá le metió el guevo en la boca a su hijo y se descargó.
Se tragó toda la leche.
–¿Me quieres coger a mi? –Me dijo el tipo
y yo por supuesto le dije que sí, busqué otro condón y más lubricante.
El hombre tenía unas nalgas duras y
peludas igual que el culo y eso me excitaba que jode, me costó meterlo pero
luego entró completo.
–Es la primera vez que a mi papá se lo
meten. -me dijo Agustín, no me tragué ese cuento pero a mi no me importaba eso.
Se lo metí todo para luego sacarlo y volverlo a meter. Aprovechando que lo
tenía en 4, me levanté un poco y comencé a darle duro. Mis bolas chocaban con
su culo y con la mezcla de lubricante el sonido era excitante. Mientras padre e
hijo se besaban hasta que el carajito se
volteó y el papá le chupaba el culo.
–No me acabes adentro, lo sacas. -Me
dijo. Cuando estuve a punto, saqué el guevo y me quité el condón y con las
mismas el hombre se tragó mi guevo hasta que le acabé. Con la boca llena de
leche besó a su hijo y ambos compartieron
aquello. Yo me quedé viendo la escena.
Cuando dejaron de besarse el papá se
volteó hacia mi.
–Vístete y te vas. –Comencé a hacerlo
mientras el hombre se ponía un condón para volverse a coger a su hijo. –dale
pues, vete, vete.
–Si, si ya me voy.
Me chocó un poco la actitud del viejo ese
pero la verdad es que me dio mucho morbo todo eso.
Llego al carro y antes de arrancar reviso
el celular y tengo un mensaje.
–<<Hola es Caín, el día que vengas
no te salvas de una tirada, me gustas>>.
Este carajito está loco –dije mientras
arrancaba el carro para irme a casa.
Entro al apartamento y me consigo a mi
madre con su novio Panameño tomándose un vino tinto con unas cosas para picar.
–Mi amor, ven acá, te tengo una noticia
–Se sonríe.
–Se van a casar.
–Jajajaja no, todavía no -Mira a Esteban y sonría de nuevo. –Me voy
por 3 meses a Panamá, bueno de momento, a lo mejor es más.
–¿Y me vas a dejar solo aquí? -Chantaje
emocional absurdo pues lo que más quiero es quedarme solo, aunque me puedo
mudar solo si quiero pero esta casa me encanta.
–Bueno, pero así estás aquí y puede hacer
tus cosas con libertad, salir y entrar cuando quieras, que ya deberías vivir
solo pero bueno. Y tranquilo que los gastos de la casa están cubiertos, yo los
pagaré desde allá, tu preocúpate por mantener la casa en orden ¿si? Y te puedes
mudar a mi cuarto mientras no estoy.
–¿Y cuando se van?
–Mañana en la mañana.
–¡Dios pero eso es ya! ¿ya hiciste la
maleta? Quieren que los lleve al aeropuerto?
–Ya está todo listo François y el chofer
nos busca temprano. –Me dijo Esteban.
–Ah...bien, bueno, me la cuidas. –Esteban
me abrazó. –Yo sé que no te caigo muy bien, pero sabes que amo a tu madre y la
voy a cuidar, no te preocupes por eso, además ella va a volver.
–Bueno, bueno, ya veremos. –Ambos se
rieron y se vieron con cara de adolescentes enamorados y a mi me dio una subida
de azúcar.
–Ve a tu cuarto que te dejé algo para ti.
Nosotros nos vamos.
–¿Pero adonde?
–Al hotel cariño, de ahí nos vamos al
aeropuerto.
Nos abrazamos, nos dimos un beso, se me
aguó el guarapo, no ver a mi mamá para contarle mis cosas me iba a pegar.
Gracias a Dios hay Skype.
Se fueron y subí a mi cuarto. En la cama
veo un sobre, estaba pesado, era como unas llaves. Lo abro y hay una nota.
“Te dejo mi carro que uso en Venezuela,
es tuyo, cuídalo, con afecto Esteban”.
Este carajo es un bicho, Marico me dejó
su carro, es un bestia. –Dije mientras veía las llaves. Un Mercedes Benz C
Class sedan 2015.
El carajo ama a mi mamá y es espléndido
pero no sé, hay algo que no me gusta de él. Igual este carro lo usaré, vale la
pena.
Me tiro en la cama y recibo un mensaje
por Grindr. Era el chamo.
–<<Mi papá quiere repetir, tengo un tío político que le echa bolas
también, podemos estar los 4>>
–<<Ok, anota mi número>>
Cierro Grindr y me entra una risa. Una familia
incestuosa y gay. ¿Qué más se puede pedir?
Suficiente por hoy.
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