jueves, 3 de diciembre de 2015

MALAS INFLUENCIAS. Los gemelos fantásticos. #FrançoisSomosTodos


Tengo que confesar que la pasé bien con Tomás en mi casa y por primera vez en mucho tiempo sólo estuve con él en el tema de sexo mientras estuvo en casa. Extraño desayunar con él.


Ya era la tercera vez que iba a casa de los gemelos –uf los gemelos- les di su primera clase la semana pasada y logré salir airoso, pues los carajitos querían tirar conmigo. La madrastra se pasó las 2 horas de las clases con el “jardinero” arreglando el jardín de la terraza de arriba.  Son bien receptivos y colaboradores con las clases de química, son inteligentes y muy muy pilas.



Llegué al apartamento, esta vez me abrió la puerta Abel, me ofrecieron tomarnos un café con leche antes de empezar las clases. Mientras estábamos en la cocina conversando y tomando café, pasó por ahí la madrastra.



–Hola François, buenas tardes, chicos va a venir  el carpintero para el presupuesto de los closets, me avisan cuando llegue.

–Ok.

–Verga pero la madrastra se las trae ¿no?  -Yo no puedo hablar mucho pero eso fue lo que les dije-

–Es puta, dilo, no tiene otro nombre, una maldita puta aprovechándose de mi papá.

–Bueno, comencemos con la clase. -A los 10 minutos sonó el timbre, supuse que era el carpintero. Abrió Caín.

–Epa, pasa, Susana está arriba esperándote.

El carpintero era un rubio velludito que no pasaría de los 25 años, estaba bello, Susana se los busca guapos.



–¡Que bueno está ese tipo –Dijo Abel. –La zorra esta se los busca buenotes, yo me lo tiro.

–Quédate quieto Abel que nos vamos a tirar a otro –Se vieron y se hicieron señas, el otro era yo.

–Ya va, ya va, miren carajitos no empiecen otra vez con lo mismo mira que ustedes son menores de... –Caín me dio un beso en la boca que me paralizó y Abel ni corto ni perezoso me desabrochó el panatalón. No puse resistencia, vamos a estar claros, esos carajitos me dan morbo, pero yo solo pensaba en la LOPNA y la cárcel.



–No tenemos ganas de estudiar hoy sino de hacer algo más divertido. –Caín dijo eso y terminamos en el cuarto de Abel.

–¿Y si Susana nos oye?

–Esa se la están cogiendo, ¿no oyes como grita?

Abel me quitó el panatalón y el interior y comenzó a mamarme el guevo. El niño era un experto. Caín se acostó en el piso a chuparle el culo a su hermano y le agarraba el guevo y se lo mamaba.

–¿Te quieres coger a mi hermano? –Me dijo Caín, yo dije que sí.



Abel se quitó la ropa y me dio un condón. –Quiero todo esto dentro –Me dijo.

–Eres un glotón –Le dije. Mientras me ponía el condón él se puso en 4 en el medio de la cama. Ya se había puesto lubricante.

–Quieres que le de despacio o te lo meto de una.

–Como prefieras, yo aguanto.

Este es bien puta carajo. Pensé mientras iba metiendo el guevo. Su culo dilataba rápido y mi guevo se abría paso, una vez adentro comencé a moverme y Abel se volteó.

–Ahora dame duro ¿Si?

–Como quieras nene. –Comencé a darle y de repente sentí que Caín me penetraba a mi, eso me excitó todavía más. Con cada empujón que me daba, se lo metía más a su hermano y así estuvimos un rato hasta que Caín se apartó.

–Déjame cogerme a mi hermano.

–¿Te cojo a ti?

–Nooo, no me gusta, que te lo mame, a él le fascina mamar guevo. –Caín puso a su hermano boca arriba pero con la cabeza fuera de la cama para que me lo mamara  al revés y le entrara todo en la boca. Yo le agarraba las piernas mientras su hermano lo penetraba y Abel se tragaba mi guevo. Veía como  le llegaba a la garganta, me recordaba a Tomás. ¡No tiene edad para ser tan tragón!.



Desde los 12 años tiran entre ellos y a los 14 comenzaron a buscar gente. Son unos demonios.



Abel me tenía el guevo prensado y con ganas de acabarle directo a su estómago pero nos detuvimos y los 3 fuimos a la cama. Yo por supuesto en el medio, nos pusimos de lado y se lo metí a Abel y Caín a mi.

Abel tenía ese culo abierto y lubricado y además caliente. Mi guevo entraba y salía con facilidad, El de Caín también. Para ser unos chamos tenían unos buenos guevos. Caín se detuvo.

–Quiero que me acaben los dos en la boca.

–Eso le encanta a mi hermano. –Dijo Abel, me saqué el condón y nos pusimos de pie en la cama mientras Caín agachado esperaba su postre.

Abel acabó primero metiéndole el guevo en la boca. Caín se tragó todo. Yo estaba a punto pero cuando me acerqué a su boca comencé a botar leche, 2 chorros cruzaron su cara y luego se lo metí en la boca para terminar de vaciarme ahí. Abel se acercó a su hermano y lamió el semen que tenía en su cara. Estos carajitos son candela.

 Nos metimos a la ducha que era inmensa y Abel quería seguir mamando y lo dejé, logró parármelo de nuevo pero no hicimos más nada, había que salir.



Ya vestidos, salimos del cuarto y la Susana seguía en el cuarto, nos acercamos a la puerta y escuchamos risas.

–Esta sigue entretenida, ni se ha dado cuenta. –Dijo Abel



Llegamos a la sala. –Este día igual se los cobro.

–Tranquilo, mi papá paga, no hay problema. Nos gustó mucho, queremos repetir y nosotros somos malos en Química. –Me reí. –Ustedes son buenos en Química y bueno en la cama también, pero no se va a repetir.

–Eso lo veremos profe. –Dijo Abel que me dio un beso en el cachete.

–Se cuidan, nos vemos el jueves.

–Avísanos cuando llegues a tu casa por fa.

–Seguro, mosca con Susana.



Son unos chamos muy solos, no lo digo porque no tienen amigos, sino porque el papá llega siempre tarde y la mayor parte del tiempo están con Susana que no les para bola y no los soporta, ellos tampoco les cae bien.



Seguimos luego. ¡Un abrazo a todos!

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