jueves, 10 de diciembre de 2015

MALAS INFLUENCIAS. El terror de las mujeres ¿perdón?. #FrançoisSomosTodos


Hoy fue uno de esos días en que te cancelan todo. Me cancelaron las clases de inglés en una de las empresas y me cancelaron la última clase de matemáticas en el colegio por una tubería de agua rota. Los gemelos cancelaron pues estaban en trabajo de campo. Total que tenía tiempo libre hasta el asco.


Como cosa extraña tenía ganas de tirar... pero nunca puedo hacerlo de manera planificada porque siempre me sale mal así que me relajé y decidí llamar a Ernesto que tenía muchos meses que no sabía de él. Le dije que estaba por Altamira y que lo invitaba a un café.



Llegó a los 20 minutos. Estaba bello como siempre aunque un poco más flaco desde la última vez que lo vi, pero igual de guapo. Lo abracé y él me apretó durísimo. Casi sentí crujir mis huesos. Me dio dos cachetones en la cara de saludo.

-Estás igualito guevón. –Me dijo



Me contó que estaba sin trabajo desde hace un par de semanas pero que estaba tranquilo. La liquidación fue generosa como para sobrevivir hasta conseguir otro empleo. Por supuesto le pregunté por Laura. Me dijo que desde hace meses no sabía de ella, que duraron 5 meses juntos pero que fue una pesadilla -chamo la caraja es una puta. No debería decirlo pero es la realidad. Como tú pero en mujer –Qué bonito escuchar eso de mi amigo jajaja pero tiene razón.

Lo último que supo de ella es que estaba empatada con un viejo..



–Quiero contarte algo. –Lo dijo con una cara y un tono de voz que me pareció ser algo muy importante. Y finalmente lo era! –He salido con dos carajas y no se me ha parado la verga marico– Yo, el urólogo. –Aja¿y ¿qué pasa ahí?. –Me explicó que últimamente ha tenido contacto con hombres y los ve de más -¿cómo que los ves de más?- Ernesto me contó que en los baños se les queda viendo cuando orinan, vio una pelicula porno y no veía las tetas ni la cuca sino el machete de los hombres. Vio una porno gay y se masturbó.



Ernesto me contaba eso y se me estaba parando...cualquier excusa es buena para que se me parara.

–¿Podemos ir a tu casa? Quiero estar cómodo? -¿Será que me quiere coger? O que me lo coja?.

–Si claro, podemos ir, pero...¿qué quieres hacer?

–Allá te digo -Que misterio se traía mi amigo de closet. Me la ponía más dura aún.



Llegamos a mi casa y le di una cerveza. Agarré una para mi. –Ajá, ¿qué quieres hacer?

–Marico, coño, que esto quede entre tú y yo.

–Tranquilo dime.

–Para ver si te la puedo mamar, si eso me gusta. –No terminó de decir la frase y ya tenía mi verga entre mis manos frente a él. –Aquí tienes, prueba.



Ernesto fue bastante torpe al principio, aún diciéndole que mamara con sus labios, lengua y no con los dientes, que los alejara de la verga, me mordió varias veces hasta que se relajó.

Jugaba con mi glande, le pasaba la lengua varias veces y luego se lo metía en la boca. No se atrevía a metérselo todo pues se ahogaba. –Tomás deberías enseñarle como se hace– pero lo lamía y se veía que lo disfrutaba. Cuando se detuvo, su verga estaba prensada en el pantalón.



–¿Qué tal lo hice? Me da pena esto, pero me gusta. Es que yo no he hecho esto antes, no soy marico.

–Sácate la verga afuera para decirte como se mama y sí, sí eres marico, o no, mejor aún, bisexual. –se bajó el cierre y la sacó por ahí y comencé a mamársela. La succionaba, le pasaba la lengua por todos lados mientras la tenía dentro de mi boca. Veía a Ernesto y ponía los ojos en blanco y gemía.

–Marico la mamas mejor que Laura y cualquier mujer. Me vas a hacer acabar, para un poco.

–¿Quieres que pare?

–No, no pares François, siguesiguecoño que me vengo. Voy a acabar, coño, coño, coño, apártate!

Lo agarré de la cintura y no permití que me la sacara. Recibí toda su leche en mi boca tragándomela.



–MIERDA guevón, que mamada tan buena, no joda.

–Si tenías dudas de lo que te gustaba, creo que ya quedaste más claro.

–No sé, eres con el primer carajo que hago algo.



Nos tomamos 5 cervezas más cada uno y le dije que me cogiera.

–Nooooo marico, hasta ahí no llego. –Busqué lubricante y me eché en el culo. –Vas a llegar hasta el fondo mira. Me senté sobre él y me lo metí. La cara que puso Ernesto cuando me penetró me hizo la noche, disfrutó como un niño. Me moví para que se excitara más. Es la primera vez que tiro con un carajo y no se pone condón, por esta vez se lo pasé.

Cuando ya lo tenía excitado, agarró confianza y me volteó para ponerme en cuatro. Ernesto estaba demasiado excitado como para durar mucho, dio cuatro empujones y me acabó adentro. Se estremeció temblando un par de veces. Se tiró en la cama al lado mio..



Luego de un rato de estar callados viendo al techo, habló.

–Es la primera vez que me cojo un culo marico, no sabía que era tan bueno.

–No me sorprende eso, me sorprende más lo de enterarme que te gustan los hombres. ¿Por qué no me lo dijiste antes?

–Coño, me daba pena no sabía como decirte.

–Pero si sabes que soy gay desde que nos conocimos cuando nos inscribimos en la universidad marico.

–Es que yo no sé si quiero esto, o sea, me gusta pero no es para tener un noviecito y salir con él.

–Te gustan los hombres, asúmelo. Hombres y mujeres. Ya es pedo tuyo si te empatas con una tipa o un tipo. Lo que sí te voy a decir es algo Ernesto, jamás, jamás te cases con una mujer para que luego descubran que te gustan los hombres o peor,  le montes cachos y encima con un hombre. No te cases y punto.

–Pero yo quiero tener hijos.

–Sí pero no tienes que casarte con la que te va a dar el muchacho Ernesto. Haces un trato, convenio, negocio, como quieras llamarlo.

–¿Y todos los gay son como tú?

–Jajajaajaja ¿y cómo soy yo?

–Bueno, así que te acuestas con todos.

–¿Puta? Hay bastantes así, pero también  hay Tomases  regados por el mundo que se sienten Susanita y quieren un hogar y el marido de toda la vida.

–¿Estás empatado con Tomás?

–Qué más quisiera él. Salgo con él pero de panas. Me lo cojo y ya, él quiere algo serio conmigo pero la otra vez le encontré en el telefono una conversa con un tipo por WhatsApp y se mandaron fotos desnudos. –No sé porque coño le solté eso a Ernesto pero se lo dije.

–¿Y? ¿te molestó eso? Te dio celos la vaina.

–No, bueno, sí, no sé. Me dio como arrechera que se lo coja otro. No sé, pendejadas mías, pero es que dice que esta enamorado de mi y le veo esa conversa y

–Aaaaay valeeeee jejeje mosca pues. –Le di un empujón y nos reímos. Me dijo que se tenía que ir. Le ofrecí mi casa para quedarse pero me dijo que no, que era mucha tentación.

Me despedí de él con un beso en la boca que no se esperaba y yo no me esperaba que luego me metiera la lengua.

–Esto que pasó hoy jamás sucedió ¿ok? Tú mueres callado.

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