miércoles, 16 de diciembre de 2015

MALAS INFLUENCIAS. Mi mejor alumno de inglés. #FrançoisSomosTodos


15 días después del crímen en la boda, yo llevaba los mismos días teniendo pesadillas con el novio, Eduardo y “El Jack” que todavía no lo había conocido.
Terminé por contarle a Tomás lo sucedido y me recomendó un psicólogo, la verdad no he podido dormir bien desde aquellos sucesos.

Ernesto me contó que no habló de mi en las declaraciones pero yo estaba registrado en la fiesta, la policía me buscaba pero no había una identificación para poderme ubicar, sólo unas fotos pero no se me veía bien la cara.. Por supuesto estaba en comunicación con El Jack y me dijo que me quedara tranquilo. Al parecer los escoltas del novio estaban encompinchados con Eduardo por eso entró a la fiesta como si nada.
Yo no quería saber más del tema, Ernesto se fue diciéndome que se iba a ver con el carajo que conoció en la fiesta, bueno, con uno de los que conoció. Me quedé con Tomás.

­­–Ya estuve con Alberto. –Dijo Tomás, yo me hice el loco preguntándole quien era. Me dijo que no me hiciera el loco que sabía de quien hablaba. Claro que sabía y en ese momento me dio una arrechera que me contara eso. Y contó.
–¿Te puedes ahorrar los detalles? No me interesan.
–Tú si me puede contar tus tiradas pero yo no, que bien.
–Mira Tomás tu te estás tirando a ese tipo para fastidiarme. -La cagué.
–No joda François no te sientas tan importante. –Me dolió saber que se lo cogió otro, no sé, pero es que Tomás es Tomás, me da rabia, me estaba haciendo sentir cosas que  no conocía.
–Haz lo que quieras, tira con quien te de la gana, total no somos nada.
–Así es, como tú que te tiras hasta los sicarios.
–Mira Tomás, yo me voy porque no quiero seguir discutiendo contigo.

Al día siguiente en las clases de inglés en una de las empresas, como siempre llegaba y saludaba a todos, hoy particularmente uno que siempre saludo y hablamos normal tomando un café en el break, se entusiasmó conmigo más de la cuenta preguntándome si era casado, si vivía solo, que edad tenía –ya se los había dicho– Me contó que es casado, tiene una niña, que su mujer es muy tradicional, no experimenta en el sexo –un punto que no tenía porqué contarme–Que está aburrido en su matrimonio, ama a su esposa pero quiere y tiene otras aventuras por fuera. El hombre tiene 35 años.
–Anota mi número y dame el tuyo a ver si un día quedamos, nos tomamos un café, unas cervezas o un trago.
–¿Y que le vas a decir a tu esposa?
–Que estoy con unos compañeros de trabajo, tú tranquilo que el día que cuadremos yo me encargo. Por cierto las clases de inglés me encantan, creo que voy bien.
–Si, la verdad que eres de los mejores alumnos, has avanzado bastante. Vamos a entrar.

Cuando ya estábamos en la sala de juntas recibo un WhatsApp.

–<Quiero que me cojas, la otra vez te vi el guevo en el baño, lo tienes enorme>
–<jejejejeje cuando quieras>
–<Mañana puedes? En la noche?>
–<Si claro, cuadramos>
–<Quiero que me partas esa cuca> -Leí eso y abrí los ojos, hasta moví la cabeza hacia atrás que una de las mujeres me vio y me preguntó si pasaba algo, si estaba todo bien.

“Quiero que me partas la cuca” ¿Que es eso? Me relajé y lo tomé como un momento de morbo, que está quesúo y punto.

Mientras estaba en mi casa esperando que llegara, mensajes iban y venían.
“quiero ser tu perrita” “quiero que  me partas la pepa” “haré lo que me pidas” y mensajes por el estilo. Ya me había duchado, tenía los condones cerca y me tomaba un vinito.

Llegó. Le abrí la puerta y de una se me fue encima dándome un beso.
–Hey hey, ya va, calma
–Te tengo ganas desde que te vi la primera vez.
–Vamos al cuarto. –Le dije. Me pidió el baño un momento, yo me quité la ropa y me tiré en la cama.
Cuando salió del baño no podía creer lo que estaba viendo: lencería de encaje fucsia, con ligueros y medias panty a juego con el color. Estaba todo depilado y encima se puso el pipí hacia atrás. No pude hacer otra cosa que reirme y decirle que si no se quitaba eso no iba a tirar con él. Su cara cambió y entró al baño a quitarse el disfraz.

Volvió a salir y fue directo a la cama, su piel lisa como un bebe y muy blanca. Punto en contra. Se fue directo a mi guevo a hacer lo que si sabía hacer. Punto a favor.

Lo agarró con sus dos manos y su lengua jugaba con mi glande, cuando se lo metió en la boca retiró sus manos y poco a poco lo metió en su boca, agarró mis bolas moviéndola entre sus dedos. Se detuvo y me pidió un condón –ya quiero metérmelo–Abrió el empaque y se metió el condón en la boca y justo con su boca comenzó a ponérmelo empujando con la lengua y sus labios eso me estaba excitando. Terminó de ponerlo y se subió a la cama para sentarse en mi guevo. –Vas a sentir como mi cuca te aprieta el guevo. –Punto en contra.
 Ya lubricado dirigió mi guevo a su culo y se sentó, aquello entró fácilmente. Y así como entró transformó a  Guillermo –no les dije el nombre nunca–Su cara era otra, abrió los ojos y me vio directo a los míos. –Soy tu perra, ¿quieres que me ponga más perra?– Comenzó a moverse primero de arriba abajo, luego de manera circular, alzaba los brazos, gemía –AH, AH, AH– Me estaba cogiendo a una tipa. El Guillermo de la empresa se quedó allá, esta era Guillermina.

Se levantó y volvió a sentarse pero ahora dándome la espalda, tenía en 3D su culo abierto y mi guevo penetrándolo, eso me puso mal, lo que veía me encantaba pero Guillermo no colaboraba, seguía gimiendo como una tipa.
Me levanté y sin sacarlo lo puse en 4 y le empecé a darle duro.
–Soy tu hembra, soy tu hembra, cógeme. –Eso ya me sobrepasó y me detuve. –mejor te vistes y te vas chamo, de verdad no puedo con esto.
–¿Pero que pasó?
–¿Todavía preguntas? Sales del baño como una modelo de Victoria Secret’s luego que quieres ser mi perrita y después mi hembra, no vale, yo me estoy cogiendo a un tipo, un hombre.
–Bueno pero eso forma parte del juego sexual así entre hombres, siempre lo hago.
–Bueno no sé con que tipos te acuestas tú, pero a mi no me gustan esas mariqueras.
–Disculpa, te confieso que eres el tercer tipo con quien me acuesto, los otros 2 he repetido varias veces. –Mientras me contaba se estaba vistiendo, entré al baño y vi las ropa interior que se le estaba olvidando.
–No te olvides de esto.
–Son de mi esposa.
–¿Qué? Jajaja estás loco vale. -Guillermo quiere verme de nuevo, fuera de las clases. –Conocernos. –Lo detuve en seco. –Okey pero como panas, yo no quiero estar de noviecitos y menos con un tipo casado.
–Yo creo que me voy a divorciar.
–Me parece la mejor decisión, un poco tarde, pero es lo mejor que puedes hacer.
–Me gustas, quiero que me cojas de nuevo.
–Otro día, ahora vete que ya es muy tarde.

20 minutos después que se fue me envió un mensaje: –<Me quiero comer ese guevo otra vez>.
Una hora después recibo otro mensaje: –<Cuando averigüe quien eres tú, te busco, maricón, deja a mi marido en paz>.

No hay comentarios:

Publicar un comentario