jueves, 12 de enero de 2017

A QUE NO TE ATREVES 10. Capítulo 4


Encajando las piezas.



Eduardo fue a visitar a su amigo Diego a la clínica cuando este lo llamó para contarle.

–Definitivamente ustedes 3 están locos, pero esos no es mi peo, yo vine a saber de ti y que bueno que todo salió bien, y bueno, para contarte otra vaina.

–Tu novio Victor me imagino.

–Si, verga chamo estoy enamorado de ese carajito, totalmente opuesto a lo que me gusta de un carajo, demasiado loquita pero me encanta y estoy apendejeado con él y con lo que supe que pagaba favores a los malandros de donde vive con sexo…esa vaina me voló los tapones y mira, aquí sigo con él.

Lo arrecho es que lo que no soporto son sus amigos, más locas que él y además 2 trans, unos mujerones pero demasiado escandalosas y siempre que me ven me meten mano entonces lo otros quieren mariquear conmigo y esa vaina me arrecha y le quiero caer a golpes.

–Y tú quieres que yo te de un consejo, yo que tengo una maraña en mi cabeza con lo que nos contó mi papá…

–Si, quiero que me digas algo.

Diego respiró por la boca con dificultad y habló.

–Primero, habla con Victor de sus amigos, pero con calma sin insultar porque se te mete el bruto y dices unas burradas…le dices lo que te incomoda y como pueden ambos manejar eso, porque eso es tanto de Victor como de sus amigos, no se miden y segundo mi amigo querido, grandotote y buenote, bájale 2, coño practica la tolerancia, el respeto, no discrimines, en la vida te vas a conseguir gente así y no vas a estar cayéndole a coñazos a todos, ya estuviste detenido 2 veces por agresión, un día das un mal golpe y matas a alguien. Eduardo si de verdad amas a ese chamo, cuídalo, respétalo, ámalo, compréndelo, habla con él de lo que te gusta y no, pero que no se te salga el animal que tienes dentro. Sácalo cuando vayas a tirar nada más jajajaja.

Eduardo se rió y le dio un suave empujón a Diego.

–Trataré mi pana. Tenía pensado en conversar con estos carajos, hablar y pedirles disculpas.

–¿A los amigos de Victor? Wao, me parece bien, me gusta. Házlo.

–De verdad me gusta ese carajito, estoy enamorado de él.

–Y ese carajito está enamorado de ti. Solamente como te lo debes estar cogiendo, debe estar ahí pegado. Yo casi me engancho, lo que pasa es que no me paraste bola.

–Pendejo. Jajaja. Te gustó esa revolcada.

–Maaaarico, nunca me habían cogido así. Ni yo me cojo así a Calixto.

–Si quieres me lo cojo para que vea.

–AAAAAh guevón, atrévete.



Eduardo abrazó a Diego y le dio las gracias, al salir de la clínica recibe una llamada. Era su exjefa para pedirle que volviera a la tienda a trabajar como encargado del local con 3 personas a su cargo, con el doble de sueldo más los beneficios.

–Quiero una repuesta en 24 horas y si es afirmativa al día siguiente te quiero en la oficina a primera hora.

Eduardo cerró la llamada y estaba feliz de volver a trabajar ahí.



Buscando entre los papeles de Victor consiguió el teléfono de uno de los amigos del muchacho y le dijo para reunirse los 4 en un café.



–Chicos, quería reunirlos aquí para pedirles…-soltó un suspiro.

–Dale papi, que nos vas a pedir. –Una de las chicas le pasó la mano por la cabeza, Eduardo cerró los ojos, aspiró y luego botó el aire.

–Pedirles disculpas por mi comportamiento hacia ustedes, los he tratado mal, los he dejado solos y creéanme, las  veces que me he ido es porque lo que quería era golpearlos y no es lo correcto.

–Mira mi amor, voy a hablar por mi. gente como tú hay miles, brutos, homofóbicos, misóginos y bestias. Yo te trato porque eres el novio de Victor y mientras estés con él pues te respeto, peeeero a la vez tu actitud me da un morbo cariño que no sabes, así todo troglodita, eso me vuelve loca, no me imagino como serás en la cama, solo pensarlo me da dentera. –Le agarró la cara y le dio un beso en la mejilla.

Eduardo se puso rojo.

–Pienso igual que ella, lo primero, no lo segundo, a mi un hombre animal no me gusta, pero siento que debes revisarte y ver porqué te comportas así y estando con Victor que no es un machote, más bien está lejos de ser como tú. Te gusta Victor, pero no te gusta como se comporta, entonces estás ahí en un conflicto perenne. No me caes mal ni te odio, te echamos broma justamente por como eres para que te relajes, hemos sido culpables de que tu homofobia se acreciente pero es algo que tienes tú. Nosotros también asumiremos nuestra cuota de responsabilidad y seremos más comedidos contigo si estamos en público claro, en un apartamento olvídalo, ahí vas a mariquear hasta tú.



Los 5 se rieron para luego tomarse un café y conversar de la buena noticia de Eduardo, hasta le ofreció trabajo a uno de ellos.



Ya en la noche en su apartamento, esperaba a Victor para contarle la buena noticia.

Al llegar, le abrió la puerta. –¿Qué es eso tan importante que me tienes que contar? Porque yo también quiero contarte algo.

–Me reengacharon en la tienda con cargo de gerente, nuevo sueldo y 3 personas bajo mi responsabilidad.

–QUE BIEEEEEEN –Se le montó encima y Eduardo lo sujetó. Y así, cargando a Victor y viéndolo a los ojos le preguntó.

–A ver ¿cuál es tu noticia?

–Estoy embarazada de gemelos.

Eduardo lo bajó al piso. –¡Ay Victor que manía la tuya de hablar en femenino vale!

–Aaaay mi amoooor es jodiendo chico. –Le dio un beso en la boca.

–LA SEMANA QUE VIENE SE ABRE A PELUQUERIA EN UN NUEVO LOCAL Y UBICACIÓÓÓN. Y vamos a tener hasta una fiesta de apertura.

–¡Ay mi carajito coño que bien vale, que buena noticia! –Lo volvió a cargar y le dio un beso.

–Te advierto de una vez que la fiesta va a hacer algo así como un gay parade ¿ok? Mucha loca, mucha pluma, mucho arcoiris. Estás a tiempo de decirme si vas o no vas.

Eduardo se le quedó mirando por unos segundos a los ojos.

–Te voy a acompañar a la apertura. -Otro beso.

–Eso merece que me eches una cogida como las que tú sabes dar.

–Yo quería hoy hacerte el amor.

–Que aburrido, eso es para las jevitas, yo soy una hembra que quiere un macho.

–¿Vas a seguir?

–No he empezado, sácate el guevo que te lo voy a mamar.

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