viernes, 17 de marzo de 2017

DE REPENTE TU 2. CAP´ITULO 10


Amor prohibido.



Diógenes estaba desayunando con su esposa pero estaba decaído sin ánimos ni apetito.



–¿Usted va a seguir así con esos ánimos? Tiene que ponerse bien y empezar a trabajar está flojeando mucho. No puede ser que usted siga triste por lo de Cristo.

–En mala hora a ese muchacho le gustaron los hombres. -Se quedaron callados unos segundos y Diógenes volvió a hablar. –A lo mejor es bisexual de esos que el gustan hombres y mujeres, él no ha probado a una mujer.

–Nuestro hijo es homosexual Diógenes, no hay vuelta de hoja.

–Yo quería tanto unos nietos. -Sus ojos se llenaron de lágrimas.

–Usted tiene que distraerse, ¿será que este fin vamos a la playa que hace tiempo que no lo hacemos?

–No puedo, tengo un viaje pendiente con los socios de la empresa de Fabián, me voy el fin de semana a la fábrica

–¿Ah sí? -María Corina se puso nerviosa –¿Y Fabián va?.

–No mujer, si el muchacho aún no entra a trabajar en las empresas, cuando se gradúe. Ese muchacho si le gustan las mujeres, ojalá mi hijo tomara ejemplo de su amigo.

–Ya basta, termine de desayunar y lo ayudo a hacer la maleta. ¿quiere que lo acompañe?

–Me encantaría mi amor pero es que te vas a aburrir, no voy a estar pendiente de ti.

–Esta bien, pero tenemos pendiente lo de la playa para ir los tres.

–Seguro mi amor.

Se fueron a la habitación a acomodar el bolso que se llevaría. Al día siguiente María Corina lo llevaba al aeropuerto junto con su hijo.



Ya de regreso en la autopista, luego de pensarlo mucho Jesuscristo le preguntó a su madre.

–Mami, antier cuando fui con Yonaikel a lo del pasaporte, me dijo algo que no entendí. Me dijo que a mi papá le estaban soplando el bistec.

A María Corina le entró una repentina tos que tuvo que colocarse en el hombrillo y frenar.

–¿Qué pasó mami? ¿Se siente bien?

–Si, si, ¿y por qué le dijo eso Yonaikel? Voy a matar a ese motorizado. -Pensó

–No sé, por eso le pregunto si usted sabe a que se refiere.

María Corina hizo tiempo acomodándose en el espejo y acomodar la alfombra. –No sé mi amor debe ser un término de los motorizados, debe ser una cosa sexual, él siempre está con eso, algo de que yo le soplo a tu padre o algo.

–Que raro eso, está loco ese tipo. Voy a averiguar eso.



Llegaron al apartamento y Jesucristo salió con Esperanza, ella le iba a contar lo que le había pasado.

Suena el celular de María Corina. Era Fabián.

–<Hola, pero usted aparece en los momentos clave>

–<Exactamente mi hermosa mujer, tu esposo se fue de viaje a la empresa de mi padre por todo el fin de semana, así yo la voy a secuestrar para llevarla a Los Roques ida por vuelta>.

–<Usted se volvió loco, ¿cómo me voy a ir con usted a Los Roques? ¿y con qué dinero? Soy una muj…

–<Una mujer casada, ya lo sé María Corina. Mañana te busco a las seis de la mañana, nos vamos en mi avioneta>.

–<Le he dicho que no Fabián, no insista>.

–<Ve buscando el traje de baño. El más bello que tengas.> Colgó la llamada



Este niño está loco, no pienso ir con él a ningún lado. Se fue al trabajo que ya iba tarde.



Sábado a las seis de la mañana suena el celular de María Corina.

–<Aló>

–<Buenos días mujer preciosa, ¿ya está lista o la espero?.

–<No estoy lista Fabián, se puede ir>.

–<Por qué no se asoma al balcón>.



Se pone una bata y se va al balcón, al asomarse ve a Fabián con un ramo de rosas rosadas y él apoyado en una limosina. Llamó.

–Dile a tu hijo que vas a la playa con unas amigas y te vienes ya.



María Corina buscó un traje de baño, un bermuda, sandalias, gorro, bloqueador, un pareo y metió todo en un bolso, ella se puso un vestido ligero y fresco.

–Mi amor, me acaban de invitar a la playa unas amigas del trabajo. Se queda al pendiente de la casa, si sale, me avisa, yo voy a llamar a su papá.

–Mmmmmmm ok apague la luz que tengo sueño, pásela bien. -Le dijo Jesucristo entre despierto y dormido y sin abrir los ojos.



María Corina pensó que su hijo iba a preguntarle más sobre la playa, pero siguió durmiendo. Bajó.



–Muy buenos día bella dama, entre usted a la limosina.

Al entrar vio que adentro los esperaba un desayuno completo; frutas, cereal, yogurt, jugo, café, leche, galletas, pan, cruasán. Lo necesario para empezar con energía.



–Yo le voy a decir algo muchachito, que sea la última vez que usted me hace esto. Si su familia se entera y llega a oídos de mi esposo, ¿cómo quedo yo?.

–Hoy quedarás con el mejor bronceado y vas a disfrutar de una de las mejores playas del mundo, vamos a desayunar ¿si?



Suena el celular de Fabián. –Es tu hijo. –Le hace un gesto con el dedo para que guarde silencio.

–<Epa menor, ¿cómo estás?>

–<Hola Fabián, bien, ¿mire será que nos vemos hoy? Quería contarle sobre el muchacho que me gusta y decirle que ya hicimos el amor pero quería contarle en persona.

–¿En serio? ¿Ya te estrenaste? –Le volvió hacer un gesto a María Corina de que su hijo ya no era virgen.

–<Le cuento en persona>

–<Hoy no puedo, amigo, estoy de viaje, regreso en la noche, ¿te parece mañana?>

–<Esta bien, qué lastima, hoy que estoy solo que mi mamá se fue a la playa>

–<Que broma, tranquilo que mañana nos vemos>

–<Por ciero Fabián, ¿usted sabe que es que le soplen el bistec?>

Se rió –¿Soplar el bistec? Claro

María Corina comenzó a mover los brazos diciéndole que no dijera nada

–<A ver ¿qué significa eso?>

–<Eh bueno…> María Corina le quitó el celular y lo apagó.

–¿Qué pasó?

–No le diga nada a Cristo.

–¿Me puedes explicar que pasa?

–Que Yonaikel el motorizado de mi oficina le dijo que a Diógenes le estaban soplando el bistec.

Fabián apoyó las manos en sus piernas y agachó la cabeza.

–Lo siento María Corina, de verdad, mil disculpas esto fue un grave error.-Levantó el auricular. –Bruno, da la vuelta, nos regresamos.

–No, no, no Fabián, vamos a Los Roques.

–¿En serio, seguro? No tengo problema en cancelar todo y te dejo en casa.

–Estoy segura. Necesito olvidarme de todo, quiero un día sin pensar en nada ni nadie solo yo.

–¿Ni siquiera vas a pensar en mi? –Se levantó del asiento y se le acercó para darle un beso en la boca que María Corina no rechazó y respondió.

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