jueves, 16 de marzo de 2017

DE REPENTE TU 2 Capítulo 9


Entre amantes.



 Yonaikel llegó al edificio donde vive María Corina y la llamó al celular para que bajara Jesucristo.

–Yonaikel vaya con cuidado en esa moto mire que mi hijo no está acostumbrado a montarse en una. ¿Usted como que no durmió en su casa?

–Tranquila mi jefa que yo le cuido a la cría, Ah pues jefa no pregunte pa no sabé, ponte esto mi pana. ¿Traes todo?

–Si Yonandel.

–Yonaikel mi pana, me llamo Yonaikel jejeje.

El muchacho se puso el casco y arrancaron dejando a María Corina parada en la acera, angustiada.



–Espérame aquí sentado panita mientras muevo las teclas.



–Hola preciosa, ¿cómo estás? ¿y tu jefe?

–Hola negro, está ocupado, no creo que te pueda atender hoy.

–Yo creo tu puedes agilizarme eso ¿verdad? –Le entregó una tableta de chocolate importado.

–Déjame ver, espera.



Se sentó al lado de Jesucristo.

–¿Usted conoce a la gente de aquí?

–Tengo mis contactos, hoy sales con el pasaporte chamín, tú tranquilo.

Sonó el celular. Atendió.

–<Hola mami, ¿cómo estás?>

–<Mira mamaguevo ¿cómo que cómo estás? Donde coño estás metido, ayer estabas tirando con una perra, te escuché>.

–Mierda, la jeva que me descubrió unos cachos, ya vengo. -Le dijo a Jesucristo.



Jessica gritaba por el celular y Yonaikel lo bajaba para no escuchar y volvía a colocárselo en la oreja.

–<Mami hablamos en la noche, estás endemoniada y así no puedo explicarte chao>.

Regresó.

–Yonaikel usted cuando se enamoró de su esposa, ¿soñaba con ella? ¿Le hacía el amor en el sueño? ¿sentía que ya la conocía de siempre.

–Yo me estoy cogiendo a Jessica desde los 15 años, después fue que la preñé dos veces y me puse a vivir con ella.

–¿Pero la ama?

–Está rica, bueno, estaba, ahora está vuelta mierda después de quedar preñada.

–¿Nada más tiene sexo con ella y ya, no hay amor?

–Exacto mi pana, cuando tengo ganas me la pego y cuido a mis chamos y le doy plata que es lo que a ella le interesa, pero tengo cuca segura.

Jesucristo estaba impresionado con la conversación, la palabra cuca le hizo ruido.

–A mi si me pasa, conocí a un tipo y he soñado con él, he hecho el amor, nos besamos pero aún no somos novios, pero me gusta mucho.

–¿Tú eres muerde almohada?

–¿Muerde almohada? ¿qué es eso?

–Eres marico, te dan por el culo.

–Si, soy gay, pero no sé si soy activo o pasivo, con este hombre he sido pasivo.

–Ah entonces te ha cogido. Coño mi pana, me gusta esa vaina que seas abierto así y hables de esa vaina tan normal. ¿La jefa y el pana Diógenes lo saben?

–Si claro, yo les conté hace unas semanas.

–Yo me cojo un culo, un carajo de un supermercado, cuando se me antoja un culo de macho, lo busco.

–¿Eres bisexual?

–No se que es esa vaina.

-Que te gustan las dos cosas.

–Ah si, pero no soy marico, me gusta un culo de hombre pero me encantan las jevas.

–¿Y eso le pasa a todos los hombres? A mi papá también le gustará estar con un hombre?

–A tú papá le están soplando el bistec mi pana.

–¿Qué es eso? ¿el bistec?

–Yoanikel, ven.

–Vamos mi pana

Entraron a hablar con el conocido de Yonaikel y comenzaron el proceso.

El celular de Yonaikel volvió a sonar. Era Fernando.

–<Epa mi rey ¿cómo está la vaina?

–<Bien, ayer te llamé y no me paraste bola>

–<Estaba ocupado con una jeva>

–<No me cuentes. Mira, te tengo mercancía pero la tengo en mi casa, ven a buscarla ya>

–<Dame 20 minutos y estoy allá>

 Jesucristo llenó unos papeles, se tomó la foto y tenía que firmar otras cosas.

–Chamito, te quedas aquí mientras hago una diligencia, yo te busco, si sales antes me avisas.



El motorizado llegó al apartamento de Fernando. Tocó el timbre.

Fernando abrió la puerta quedándose detrás. –Pasa

Yonaikel entró y Fernando cerró la puerta. Estaba desnudo.

–Naguevoná bichito tienes ganas de llevá guevo ¿no? ¿Qué me conseguiste?

–Primero lo primero. Méteme esa verga.

Yonaikel se bajó los pantalones y Fernando se agachó para, a duras penas, meterse el pene en la boca.

–Párate que quiero reventarte ese culo y me tengo que ir rápido.

–Vamos a la cama.

–Aquí mismo, pélame ese culo.

Fernando se montó en el sofá y con sus manos abría sus nalgas para recibir aquel enorme pene. Yonaikel le escupió el culo y su pene para luego comenzar a penetrarlo.

–¿Quieres que te duela?

–Si.

Yonaikel lo agarró de los hombros empujándo hacia él y empujó su pelvis hacia delante.

–AAAAAAUUU, AAAAAUUUUU.

–Tienes ese culo abierto, te entró todito, glotón, deja de quejarte.

Comenzó a moverse, sacaba completamente el pene y lo volvía a meter, la cabeza de Fernando golpeaba con el respaldar del sofá, mientras se sujetaba las nalgas.

–Uf tienes ese culo como un túnel, ¿tú como que llevas guevo de otros carajos?

–Ese culo es tuyo papi, de más nadie cógetelo.

_¿Quieres tragar leche?

–Si.

–Vente puej, dame la boquita.

Fernando se volteó y tomó con sus manos el enorme pene. tres chorros impactaron su cara y el cuarto entró en su boca para así seguir tragando el resto.



–Listo papá, me tengo que ir, dame la merca.

–No hay mecancía, te mentí, quería tirar contigo y era la única manera que vinieras.

–Bueno mamaguevo, dejé colgando unas diligencia pa buscá las guevonás y ahora me dices que no hay un coño. No me vuelvas a echá esa vaina diablo mira que te jodo, si quieres guevo llama a otro macho que te clave, tú sabes como es el negocio conmigo.



Yonaikel se acomodó el pantalón y se fue. Iba muy molesto.

Llegó de nuevo a las oficinas de identificación, ahí estaba Jesucristo.

–¿Que pasó bicho? ¿que te dijeron?

–Que me esperara aquí, que me llamarán.

–Fino, voy a comprar unas vainas en el kiosko, ¿quieres algo?

–Un refresco.

–Si va.



Volvía a sonar el celular y era Jessica.

–<Dónde estás? ¿Cuándo te vas a reportar en la casa? ¿No piensas ver a tus hijos?

–<Mami estoy en una diligencia de mi jefa en la DIEX>

–<Mándame la ubicación>

–<Verga que vaina contigo, cuando llegue te cojo eso debe ser lo que te tiene así, tas falta ‘e guevo.

–<maldito mamaguevo mándame la ubicación>

Yonaikel se la mandó y se fue al kiosko.



Toma tu vaina.

–¿Está molesto?

–Si, la cuaima que está endemoniada.



–¿DONDE ESTAS YONAIKEL? ¡SAL PARA VERTE!

–Ay mierda la tipa vino.

–¿Es su esposa?

–Si.

–¡YONAIKEL SAL!

–No puede pasar señorita

–De bolas que puedo ¿qué te crees tú?

–AHI ESTAS MAMAGUEVO, VEN ACA MALDITO COGIÉNDOTE A QUIEN SABE QUE Y TUS HIJOS PIDIENDO COMIDA COÑO. –Jessica le caía a golpes mientras Yonaikel se tapaba con los brazos y gritando que no la conocía.

–Jesucristo se levantó de la silla y se apartó.

–COÑOEMADRE, RESPETA QUE TIENES MUJER E HIJOS, ERES UN DESGRACIADO Y NI SIQUIERA VAS A DORMIR A CASA, ¿CON QUIEN HABRAS PASADO LA NOCHE?



Llegaron los de seguridad y los separaron. Le preguntaron si se conocían y Yonaikel lo negó y eso enfureció más a Jessica pero llegó la policía y se la llevaron detenida.

Llamaron a Jesucristo para que retirara el pasaporte.



–Que susto Yonaikel, su esposa está como loca.

–¿Loca? Esa bicha está desquiciá.

–Pero se la llevaron detenida ¿usted no la va a sacar?

–No, que se quede ahí, cuando se calme hablaré con ella. Te dejo en casa y me voy pa al mia a buscá a mis chamos que no sé donde coño esta loca los dejó. Cuéntale a tu mamá.

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