jueves, 15 de noviembre de 2018

Y SI ME ENAMORO. Capítulo 94

Se montaron en el carro y apenas arrancaron, Pedro le bajó el cierre del pantalón a Nelson y le sacó el pene. Se lo metió en la boca.
El chico estaba concentrado, se lo metía todo mientras su saliva corría por entre el pene bajando a los testículos.
Nelson le empujaba suavemente la cabeza a Pedro y la acariciaba. El chico se lo sacaba de la boca y le pasaba la lengua por el glande para luego metérsela de nuevo. Nelson estaba a punto de venirse cuando se encontraron una alcabala.
-Hay unos guardias, no, no te pares, coño me vengo.
Uno de los Guardias le hace señas que se frene y Pedro se levanta. Nelson comienza a eyacular intentando acomodarse.
-Bájese del carro ciudadano, ah es que son dos, ¿dónde estaba usted?.
-Estaba agachado buscando algo que se me cayó.
El Guardia le ve el pantalón a Nelson a medio cerrar y unas manchas.
-Los papeles del carro y la cédula de ambos. ¿Que estaban haciendo?
-Nada, oficial.
-¿Nada? Estaban en cosas raras ahí adentro, se quedan aquí mientras verifico los datos.

Estaban cerca del hotel donde se hospeda Hugo el papá de Pedro y lo llamó para que se acercara.
El guardia se acercaba a ellos al igual que Hugo que venía caminando por la acera.
-Buenas días agente. ¿Qué pasó aquí?
-¿Usted quién es? 
-Soy el papá de él y este es mi sobrino.
-Estoy dos estaban haciendo actos indecorosos en la vía pública.
-¿Cuando dice en la vía pública se refiere en la calle?
-No, en el vehículo.
¿Usted los vio en flagrancia? ¿En pleno acto?
-No, pero se bajaron en actitud sospechosa ciudadano.
-Le recuerdo que un vehículo es propiedad privada y lo que ocurra ahí dentro no es asunto de nadie, pero lo que usted dice que vio es un supuesto, usted no vio nada. ¿Los papeles están en regla?
-Si, todo en orden.
-No veo por qué siguen detenidos.
El Guardia vio a los chicos y luego a Hugo.
-Bueno deme algo para el almuerzo, una vainita. -Hugo sacó la billetera y le dió un billete de 50.

Hugo se montó en el vehículo y se fueron al hotel.
-¿Qué estaban haciendo en el carro para que los detuvieran?
Nelson se puso rojo de la pena y Pedro habló.
-Gracias papá por ayudarnos.
-Me deben 50. ¿Quieres ir al hotel o hablamos en otro sitio?
-Bueno...Nelson y yo íbamos al hotel primero para estar juntos y luego quedarme contigo a hablar.
-¿Iban a venir al hotel y se ponen a hacer esas vainas en el carro? Ay carajitos. Vamos a hacer algo, yo los subo a mi habitación y los dejo ahí, tengo que hacer unas cosas y regreso.
-¿Hasta cuándo estás libre en el trabajo?
-Pedí una semana para resolver unos asuntos y mudarme.

Luego de subir los tres, Pedro y Nelson se quedaron solos en la habitación.
-Me siento raro tirando aquí donde duerme mi papá.
-Deja la mariquera y bájame el pantalón y mama.
Pedro lo hizo y al acercarse al pene, olía a semen algo que lo excitó. Comenzó a mamar mientras le apretaba las nalgas a Nelson.
Mientras le hacía sexo oral, Nelson miraba la habitación, estaba desordenada, ropa en el piso y en la cómoda, ve hacia el clóset, ve algo que le llaman la atención, observa mejor y ve que es un consolador de vidrio. Se ríe poniendo su mano en la boca.
-Ponte en cuatro en la cama.
Busca dos condones y agarra el consolador
-¿Qué haces?
-Nada, quédate ahí.
Le puso el condón al consolador y se puso uno él.
-Mira lo que te voy a meter. -Le mostró el consolador de vidrio moviéndose en la mano.
-¿De dónde sacaste eso? ¿Lo compraste?
-No, este juguetito es de tu papá.
Pedro se sentó en la cama. -¿Y qué hace mi papá con eso?
-A lo mejor lo usaba con Silvia y ahora lo usa con algún culito o lo usa él.
-No puede ser que mi papá sea gay
-Ponte para metértelo, te meto el guevo y luego esto a ver si vas a extrañar a Arévalo.
-Pendejo.

Nelson comenzó a penetrarlo, le abría las nalgas para ver cómo entraba su pene. Tomó el consolador, le puso lubricante. -Ahí voy.
-Despacito.
-Aguanta que te has metido lo tuyo.
Poco a poco iba introduciendo el consolador, le presión hacía que le doliera su pene pero Pedro apretaba los dientes arrugando la cara. -Relájate, vas a partir el vidrio y me duele el guevo.
Una vez que el pene como el consolador estaban dentro, Nelson comenzó a moverse y a mover el objeto de vidrio. Pedro gemía, mientras se abría las nalgas con sus manos. 
Nelson veía como tenía el culo dilatado su novio y eso lo excitaba, pero Pedro no aguantó más y sin tocarse se vino acabando en las sábanas. Se tumbó en la cama y con él cayó Nelson encima. Sacó el consolador y continuó moviéndose. Le apretó los hombros a Pedro mientras se corría dentro de su novio.
Nelson se recuperaba boca arriba al lado de Pedro. Sonó el celular.

-<¿Ya están listos?>
-<Si, si, casi, nos bañamos y salimos>
Se ducharon rápido, quitaron las sábanas y Nelson colocó el consolador donde lo había conseguido.
-Vamos a comprar un bicho de esos.
-Ah ¿Te gustó?

Hugo llegaba al hotel y le pidió al de la recepción que le enviará sábanas y toallas limpias.
-Bueno yo los dejo para que hablen, me avisas y te busco, voy a comer algo.

Nelson se acercó al oído de Hugo.
-Muy útil el juguetito que tiene. Jejeje. -Se fue y Hugo se puso pálido.

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