lunes, 19 de noviembre de 2018

Y SI ME ENAMORO. Capítulo 96


Diego estaba sentado en el mesón de su cocina. Un vaso corto y una botella de whisky al lado y frente a él el examen que le confirmaba que tenía el virus.
Mientras leía y releía bebía del vaso y las lágrimas corrían por sus mejillas.

Eran las nueve de la mañana y Diego tenía que irse a la oficina pero primero hizo una llamada.


Orlando llegaba a su apartamento.
-Mamáááá llegué. Entra y ve en el sofá a Diego, el padre de Diego.
-¿Q hace aquí, cómo entró?
-Tienen secuestrados a mi hijo, a tu madre y a tu hermana.
-Y usted está tan tranquilo sentado sin hacer nada.
-Estan en la habitación principal.
Orlando dejó el bolso en la mesa y corrió a la habitación. Al entrar ve a su madre, hermana y a Diego de pie amordazados y maniatados.
-Ah llegaste, por fin,  te estaba esperando para que te despidas. -Hablaba un hombre encapuchado pero Orlando sabía quién era.
-Tú no vas a hacer eso, baja el arma Alfonso.
-El arma apuntaba a la cabeza de la mamá de Orlando que lloraba mientras sus ojos estaban cerrados. Disparó, luego a la hermana y luego a Diego.
Se despertó sobresaltado, abrió los ojos sin saber muy bien donde estaba y vio a su lado a Arévalo que roncaba. Vio el reloj eran las nueve y cinco de la mañana.

-Arévalo párate que ya vas tarde. Mierda que sueño tan loco por Dios.
-Déjame doooormiiir. -Se estiró y se volteó para el otro lado
Orlando se le acercó al oído. -Podrás trabajar en la empresa de tu padre pero tienes que ser responsable.
Orlando se levantó y comenzó a pensar en el sueño y le recorrió un escalofrío por la espalda.

Su teléfono comenzó a sonar pero no lo conseguía.
-Cooooño atiende esa vaina, quiero dormir.
-Párate y ve a bañarte. -Consigue el celular y ve la pantalla. Era Diego.
-¿Quién es tan temprano?
-Diego.
Arévalo se sentó en la cama, su pene estaba erecto y se salía por entre las sábanas.-¿Qué quiere ese guevón? ¿Para que te llama?

-<Aló>
-<Holaaaa, Orlando, mi amor, estoy rascao, estoy tomando un güisquicito>
-<Diego, son las nueve de la mañana ¿qué haces bebiendo a esta hora?>
-<Coño celebrando que tengo VIH ya tengo el examen con...firmatorio, esa mierda. Estoy contaminado pues, nadie va a querer estar conmigo.
-<No digas eso vale, sabes que puedes tener una vida normal>
Arévalo se levantó de la cama desnudo y comenzó a rozarle el pene en las nalgas de Orlando mientras seguía hablando.
-<Estoy jodido Orlando, que van a pensar de mi, que soy un promiscuo, estoy solo coño, ven a mi apartamento por fa, no me dejes solo, no me dejes>
Arévalo seguía moviendo su pene entre las nalgas mientras Orlando lo empujaba, el policía decidió escuchar la conversación.
-<Yo tengo reunión con el tutor todo el día.>
-<Si no vienes me voy a matar, me lanzo por la ventana, no quiero vivir con esto>
-<Tú no vas a hacer eso, deja de beber y dúchate y prepara café>
-<Ven a mi casa por favooor, ven, no me dejes solo con esto>
-¿Tú no pretenderás ir a su casa ahora? -Le hablaba en voz baja a Orlando.
-Shhhh cállate.
-<Diego, Diego, nos vemos en la tarde>
-<Ven ahora por favor, te lo suplico, si quieres no nos vemos más nunca pero necesito verte.
Orlando se restregó los ojos con los dedos y luego le dijo a Diego que iría ahora al apartamento. Arévalo se separó de Orlando, su pene perdió erección y su rostro cambió, estaba serio.

-Tu pretendes ir a la casa de ese imbécil y a mí me vas a dejar cachúo. Además ¿Para qué coño vas a su casa? 
-Me pidió que fuera, está borracho y ya se enteró que tiene VIH, se lo confirmaron. 
-¿Y tú vas a consolarlo y a mamarle el guevo para que se sienta mejor 
-Arévalo, no seas carajito vale, está mal, coño y yo lo dejé justo el día que se enteró que tenía VIH. Quiero apoyarlo.
-Ni que hubieses sido tú el que se lo pegó marico. No vas a ir.
Orlando lo vio a los ojos molesto. Arévalo se encogió de hombros. -Yo te llevo y te espero.
-Voy solo, tú tienes que trabajar.
-Yo te llevo y te espero en el carro, eso no lo voy a discutir.

Diego siguió bebiendo, puso música con el volumen alto. Sonó el timbre del apartamento, abrió la puerta. Era Beatriz.
-Coño ¿que haces tú aquí?
Beatriz entró. -Vine a hacer el amor contigo.
-Aaay está bien...pero yo tengo VIH.
-Yo también, tranquilo, podemos hacerlo.
-Mi tío nos pegó está vaina...
-Si el maldito de tu tío es el responsable. Hay que vengarmos de él. Yo propongo matarlo, pero primero hagamos el amor.
Beatriz se le abalanzó y lo besó, se tumbaron en el piso.

-Yo espero que te abran la puerta, voy un momento al trabajo y te busco.
-Tengo las llaves
A Arévalo se le puso la cara roja. -¿Todavía tienes las llaves? ¿Tú no pensabas devolverlas?
-Hoy se las doy amor.
-Claro hoy porque justo vienes a hablar. ¿Cuántas veces habrás venido y no lo sé?
-Todas las semanas vengo a tirar con el, ay Arévalo deja los celos sin sentido, tu hermano y yo ya no tenemos nada.
-No vuelvas a decir esa vaina, ese sifrino no es mi hermano.
-Voy a subir.
-Mosca con lo que haces.
-Deja la guevonada Arévalo, ¿si?. -Orlando le dió un beso en la boca y a Arévalo se le levantó el pene.
-Mira lo que provocas con un beso. Mámalo antes de subir.
-Arévalooo...subo, habló con él y me voy, ya sabes que cuando lleguemos a casa tiramos.

Orlando abrió la reja de acceso al edificio y Arévalo apretó el volante, encendió el vehículo y se fue.
 El chico abrió la reja y la puerta, una vez adentro escuchó ruidos, camina unos pasos y ve ropa en el piso y ve a Diego desnudo con una mujer.
-¿Para esto querías que viniera Diego, para ver cómo regresabas a ser "hetero", esto era lo mal que estabas?
Beatriz se tapaba con un cojín mientras Diego se levantaba para explicarle a Orlando, pero no se iba a quedar a escuchar más excusas, le lanzó las llaves al pecho y se fue del apartamento.
-ORLANDO, ORLANDO, mierda...vete de aquí, vete de aquí Beatríz.
-Ahora me botas, te volvió la culpa. Ay Dieguito, te veo mal, muy mal, me voy.

Orlando llegó a planta baja lleno de rabia. Arévalo no estaba, lo llamó.
-<Ven a buscarme>
-<Coño ese polvo fue rápido, cómo se ve que no soy yo>
-<Deja la mariquera Arévalo, ven a buscarme>.
Arévalo dio la vuelta, aún no llegaba a su trabajo. Estaba feliz que Orlando se encontrara molesto, significaba que algo malo pasó entre ellos. Se reía y puso la radio a todo volumen.

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