martes, 20 de noviembre de 2018

Y SI ME ENAMORO. Capítulo 97

-Diego estaba con una tipa en el apartamento, creo que era su madrastra.
Arévalo comenzó a reírse y tuvo que frenar el carro.
-¿En serio te estás riendo?
-¿Qué, todavía sientes algo por él? 
-No, me llamó angustiado y cuando llegó lo veo tirando, me tengo que arrechar.
-No se puede negar que somos familia, yo tiro con mi padre, y él se tira a su madrastra. Falta que yo me coja a mi hermano para que todo quede en familia.
-¿A ti te parece gracioso todo esto?
-A mi lo que no me parece es que hayas ido al apartamento de ese imbécil, pero me alegro que te lo consiguieras tirando. Te prohíbo que lo veas de nuevo.
-Es tu hermano.
-Es un mamaguevo, no es mi hermano.
Arévalo dejó a Orlando donde se reuniría con el tutor y él se fue a su trabajo.

El policía se consiguió con Diego de frente, no pudo evitar saludarlo y este lo invitó a su despacho. Subieron juntos por el ascensor, Arévalo miraba al piso, Diego lo miraba a él.
-Eres hermoso
-Me parezco a ti.
-Te sigo amando.
-¿Me invitaste a subir para decirme eso?
-Quiero hablar contigo un par de cosas.
Entraron al despacho y Diego le dijo a su secretaria que no le pasar llamadas y que le avisar cuando llegara la persona que estaba esperando.

-Dígame para que soy bueno jefe
-Arévalo soy tu papá, hemos dormido juntos, ¿Me vas a tratar de usted?
-Ni de vaina te voy a decir papá.

Diego se pasaba la mano por el cabello y resoplaba.
-Me gusta cómo has llevado la Gerencia de seguridad. Me sorprende que hayas reparado las cámaras del sótano en tiempo récord y puesto en cintura a las personas a tu cargo.
-Gracias Diego, ese es mi trabajo, para eso me contrataste, no quiero que la gente piense que soy un palanqueao.
-Lo eres, pero lo bueno es que haces tu trabajo bien.
-Gracias de nuevo. ¿Qué era lo otro?
-Ya está todo listo para que seas mi hijo legalmente, hace falta que firmemos unos documentos y listo, entrarás en mi testamento.
-Yo no quiero su dinero. -Mentía, quería que lo viera como alguien honesto y serio para que no lo incluyera, pero en el fondo es lo que realmente quiere.
-No se trata que quieras o no, te corresponde.
-Está bien. - Arévalo dio media vuelta para irse.
-Espera mi amor, no te vayas todavía.
Diego se acercó, le dió un beso en la boca que Arévalo no correspondió, pero el hombre comenzó a desvestirse, el policía se apartó. Diego se quedó en interiores.
-Hazme el amor, aquí y ahora.
Arévalo se quedó mirando a Diego, observaba su cuerpo y su mirada se quedó en el interior. Su pene comenzó a levantarse, cerró los ojos.
-Yo tengo novio Diego y estoy muy bien con él.
-YO NO QUIERO SER TU NOVIO, QUIERO QUE ME HAGAS EL AMOR.
Arévalo se le quedó viendo y comenzó a desabrocharle el pantalón cuando sonó el teléfono.
-<Señor Hernández llegó la persona que estaba esperando>
Diego comenzó a vestirse.
-Me salvó la campana. -Dijo Arévalo

-Uy, llegó una persona, menos mal que estás aquí lo vas a conocer, es un chico que conocí en la calle
-¿En la calle? ¿Tú?
-Si, bueno, fue....-Tocaron la puerta y entró.
-Permiso, buenos días
-Edgar pasa, sin pena, mira te presento a...-Se detuvo un momento. -...a mi hijo.

-Maaaarico, ¿qué pasó bicho? No te veo desde hace años, ¿Qué pasó contigo?
-¿Se conocen? -Diego se puso tenso y comenzó a sentir calor.
-No joda que si te conozco. A este carajito lo inicié yo en el sexo tenía 15 añitos y le di palo hasta que me cansé.
Diego comenzó a respirar con rapidez y el calor dominaba todo su cuerpo. Comenzaba a sentir celos.
-Bueno, tampoco así.
-No joda marico, te cogía en la mañana y en la noche, casi todos los días.
-Bueno ¿y dónde se conocieron? -Diego estaba visiblemente molesto.
-Del bloque Papi...papá...Diego, vivíamos cerca. -Arévalo se dió cuenta que estaba metiendo la pata. -pero eso fue hace unos años, luego le perdí la pista. ¿Y en qué andas, dónde trabajas?
-En la calle.
-En la calle, es mi mensajero, en la oficina, mi motorizado. - Se adelantó Diego antes que el muchacho dijera algo. Diego se puso a recoger unas cosas y el policía se le acercó a Edgar.
-Podemos repetir un día de estos. Le dijo al oído.
-Estoy con tu papá chamo, el paga mis cosas.
-Te escapas. - A Arévalo se le estaba moviendo la entrepierna solo pensar en repetir con el chico.
-Bueno Arévalo te puedes ir, yo te escribo para hacer lo que conversamos.
-Si va Papi, papá, fino. Marico dame tu número.
-Arévalo ya te puedes ir.
-Toma mi tarjeta y me escribes. Chao, chao, voy pa la chamba.

-No quiero que te acerques a él, ese tipo es peligroso, te envuelve y te deja sin voluntad.
-Yo no voy a estar con él, eso fue hace años, además ese pana tiene un bate entre las piernas, esa vaina duele.
-Lo sé. 
Edgar abrió los ojos y luego la boca sorprendido. -Cooooño este es el pana que es tu hijo, que estaban tirando. Veeerga tremendo beta mi pana.
-Si...tremendo beta. -Diego repitió lo que dijo el chico aunque no entendía su significado.
-Yo no voy a estar con nadie, bueno con los clientes si, pero un rollo con otro tipo no, tú me estás pagando todo no voy a joderte.
-Yo sé que me estás chuleando pero no me importa, yo te dije que te iba a ayudar, pero quiero que poco a poco dejes ese mundo de la calle y vivas conmigo.
-Diego lo abrazó y lo besó, bajó su mano hasta el pene del chico y se lo apretó.
-¿Este pana quiere que me lo coja ahora, aquí? ¡Plomo!.

2 comentarios: