viernes, 23 de noviembre de 2018

Final de Temporada. Y SI ME ENAMORO. Capítulo 100

6 meses después...
Diego se había desentendido de los negocios aunque recibía las regalías de los locales apenas tenía un porcentaje de las acciones. Su vida y su dinero se iban entre bares, saunas, alcohol y drogas. Estaba visiblemente delgado y demacrado.
Contrató a un abogado para que sacará de la cárcel a su tío. Le pidió a su papá el carro para buscar a Alfonso al centro penitenciario. Hace seis meses que no lo veía pero estaba al tanto gracias al abogado.

-Tardaste pero aquí estás, sabía que me ibas a sacar de aquí tarde o temprano.
-Vamos a mi apartamento para que te des un baño con agua caliente y comas decente.
-Cuando te coma a ti quiero ser indecente.
Diego tenía la mirada clavada en la vía mientras conducía, no le respondió a su tío.

Llegaron al apartamento, la comida estaba lista solo faltaba calentarla.
-Date un baño mientras yo pongo la mesa.
-No sabes lo agradecido que estoy por haberme sacado de ese hueco.voy a devolverte el dinero, es lo menos que puedo hacer.
-Quédate con ese dinero. Ve a ducharte.
Alfonso comenzó a desvestirse frente a su sobrino hasta quedar desnudo.
-¿Te quieres bañar conmigo? Me hace falta estar con un hombre pero penetrarlo y te quiero coger a ti.

Diego comenzó a desvestirse frente a su tío, lo veía a los ojos sin ningún gesto y sin parpadear, se quitó todo. Ambos en la sala desnudos mirándose. Ambos delgados y demacrados pero se deseaban mutuamente. Alfonso extendió su mano invitando a su sobrino a ir con él. Diego le dió la mano y caminaron hacia el baño.

Alfonso abrió las llaves y se puso bajó la ducha mientras le caía el agua orinaba, Diego se agachó y comenzó a hacerle sexo oral mientras tragaba el líquido amarillo. El pene de su tío crecía en su boca. Cuando estuvo totalmente erecto, Diego se levantó. -Métemelo.
Alfonso tomó el gel de baño, se colocó una buena cantidad en la mano y le dijo a su sobrino que se volteara. Le echó el gel entre las nalgas y le introdujo varios dedos, hizo que Diego se moviera del dolor. -Quiero, ¿Quieres saber cómo me cogían en esa maldita cárcel donde me metiste? ¿Quieres que te lo haga cómo me lo hacían a mi? 
-Si...
Alfonso lo volteó y de una vez lo penetró empujándolo contra la pared. Introdujo todo el pene. Diego se retorcía del dolor mientras Alfonso le apretaba el cuello.
-¿Duele verdad? Duele mucho. Ese dolor lo sentía 8 veces todos los días mientras estuve ahí adentro. -Seguía empujando mientras metía también sus dedos con el pene adentro. Golpeó la cabeza de subrino contra la pared y lo ahorcaba.
-Eso quiero, que te duela, que llores, que sientas lo que sufrí. Que tengas las mismas enfermedades que tengo yo. Empujó una, dos, tres, cuatro, cinco veces con fuerza y le acabo adentro.
Retiró el pene y Diego cayó al suelo mientras el agua caía en su cuerpo. Su culo sangraba.
-Te espero afuera para comer 

Ya en la mesa de la cocina se sentaron uno frente al otro. No hablaban, se miraban a los ojos. Alfonso masticaba la pasta y se sonreía cuando su sobrino lo miraba.
-Disfrutaste esa cogida sobrino. Te gusta lo salvaje.
Diego lo miró a los ojos. -Vas a dormir en el cuarto donde dormías antes.

Alfonso lo miró fijamente a los ojos.
-Hice muchos amigos en la cárcel, los mismo que violaban, se hicieron mis amigos y me ayudaron a conseguir un apartamento para poder vivir cuando saliera de ese hueco.
-¿Y por qué no te fuiste a tu apartamento? ¿No...está listo? -Diego hablaba pausadamente , estaba mareado por las drogas.
-Ya estoy en mi apartamento. Ahora vas a tu cuarto a recoger tu ropa, la metes en una maleta y te vas de mi apartamento.
-No entiendo que estás diciendo.
Alfonso tomó con fuerza a Diego por el brazo y lo llevó a su habitación . Lo empujó cayendo al piso.
-Te pones a recoger tu ropa y mañana no te quiero ver aquí en mi casa ¿Estás escuchando?
Diego apenas se pudo parar, todo le daba vueltas pero buscó una maleta.

A las  seis de la mañana Alfonso levantó a Diego y lo sacó a empujones del apartamento.
Su sobrino se había drogado en la noche para no pensar y amaneció sin ni siquiera saber dónde estaba cuando su tío lo sacó del apartamento con la maleta.

Diego cayó al piso y se quedó dormido frente a la puerta de lo que había sido hasta ese día su casa.

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