miércoles, 8 de mayo de 2019

VENGANZA INFINITA. capítulo 47

Moviendo las piezas.
"A pesar que el imperio se empeñe en destruir nuestra Patria, a pesar que la oposición apátrida asesine a nuestros camaradas, este Gobierno va a continuar con su lucha profundizando la revolución que nos dejó nuestro comandante eterno Bóvez.  Ya tenemos a unos sospechosos de los crímenes de nuestros diputados y ministros. Y les digo, ahora más que nunca nuestro sistema eléctrico está más robusto que nunca, pero tenemos que hacer sacrificios para salir de este gran bache que nos quiso meter Ronald Crush. ¡HAND OFF YANKEES!
Y voy a anunciar ahora mismo unas nuevas medidas económicas que luego las ampliará el ministro de Economía el camarada Raúl Gámez.
Se congelarán los precios de todos los productos de la cesta básica por 24 meses, continuará el control de cambio y el que quiera dólares que me los pida. ¡Vuelven las carpeticas! ¿Se acuerdan de las carpeticas? Pues la persona natural o jurídica que quiera verdes le sale carpeta.
El iva sube a 20%. Y ahora sí, vamos a sincerar el precio de la gasolina, el que quiera gasolina barata muestra su carnet, se pasa por el punto y compra gasolina subsidiada, el que no tenga carnet a pagar el precio justo. Todas estas medidas las ampliará el ministro esta noche en Cadena Nacional." -Hablaba el Presidente del país Nicomedes Canduro.

Bernardo colocaba su mp3 en el carro luego de escuchar la cadena del Presidente.
-Creo que tengo trabajo en las próximas horas. Que raro esta cadena tan temprano en la mañana...
Bernardo llegaba a su oficina, hoy ae reunía con Kimberly para el puesto que le iba a ofrecer.

-Estoy nerviosa.
-¿Por qué? vas a trabajar conmigo. Y vamos a vivir juntos.
-Bernardo yo acepté trabajar contigo, lo otro no va a suceder, estoy con Randy.
-¿Si lo mato te vienes conmigo?
Kimberly se sorprendió. -¿Sabes qué? yo mejor me voy y me olvido de tu ofrecimiento, yo estoy bien y gano bien en la calle.
-Es broma Kim, no te pongas así. Ven, vamos a mi oficina para comentarte cuales son tus obligaciones.

Llegaron a la oficina. Era amplia, un ventanal con persianas, un escritorio grande, una salita de reunión, baño y una pequeña cocina. Cerró la puerta pasando el pestiño.

-Basicamente vas a ser mi asistente personal, te vas a encargar de mi agenda diaria tanto laboral como personal.
-Eso quiere decir...
-Vas a pagar mis cuentas, harás diligencias en la calle que correspondan al trabajo, cuentas, facturas, pedidos. Estarás pendiente de mis pagos personales, lo que necesiten mis empleadas de casa, de mi papá, mi ropa de la tintorería, de mi carro, todo, serás mi sombra. ¿Sabes manejar?
-Si.
-Tu sueldo será de 450 mil + los bonos de la empresa, yo te daré algo adicional por llevar mis cosas personales. Manejarás mi carro.
-No tengo licencia.
-Te saco la licencia. ¿Aceptas?
Kimberly lo miraba, se acomodó el cabello.
-Es mucho trabajo pero bien...se trata de salir de la calle, gano más de prostituta, pero que vale la pena el cambio.
Bernardo se acerco a ella, se sentó en el escritorio justo frente a ella. Le desabotonó un par de botones de la blusa y metió su mano hasta tocar sus senos. -Yo te voy a ayudar con lo de tu familia, no les faltará nada.
-¿Sabes que lo que estás haciendo podrías ir preso por acoso laboral? En este país lo dudo.
-No te estoy acosando, te estoy dando cariño.
-Bernardo por favor.
-Deja que te consienta. -Bernardo se agachó y le quitó la blusa y le bajó el sostén. Comenzó a chuparle los pezones mientras se desabrochaba el pantalón. Sacó su pene ya erecto.
Kimberly cerraba los ojos, su pene ni siquiera se había movido, su piel no se erizó, estaba tensa e incómoda.
Bernardo se levantó. Su pene tropezó la barbilla de ella. -Mámalo.
Kimberly tomó el pene sin mucho entusiasmo. Se lo metió en la boca que la sentía seca. Bernardo le acariciaba la mejilla mientras ella intentaba hacer el sexo oral.
Ya un poco más relajada, aunque no excitada, comenzaba a mamar todo el pene metiéndolo todo en la boca.
-¿Qué te pasa Kimberly, no te siento, no te noto emoción, que tienes? -Bernardo pensaba intentando entrar en la mente de Kimberly.
Él si estaba excitado, tanto que estabaa punto de venirse. -Me vengo, voy a acabar.
Kimberly sacó el pene de la boca y lo masturbó. Las primeras gotas cayeron en su hombro, el resto al piso.

Esas gotas que estaban en su piel las sentía calientes. -Au esto me arde. -Se limpió y el semen le había dejado unas llagas en su piel. Estaba enrrojecida.
-Me quemó, tu leche me quemó.
-¿Por qué? Tú... A ti no te pasaba nada.
-Agua, agua, me arde.
-Ve al baño, allá.

Kimberly se echó agua fría en el hombro hasta que senle calmó. Bernardo se acercó y le colocó una crema en la herida. Ambos de pie mirando al espejo. La luz led bañaba sus rostros que estaban concentrados en la herida.
-¿Mejor?
-Si.
-Esto es muy raro, ¿Por qué te pasó eso?
-¿Has comido picante? Dicen que los alimentos alteran el ph del semen.
-¿Ya no me amas, no me quieres?
Kimberly miro hacia el espejo, viendo los ojos de Bernardo que la miraba con tristeza, bajó la mirada.
-Bernardo, conocí a Randy y siento que él es el indicado, me gusta, lo quiero y qiiero que sea bonito. Tú tienes a Oliver.
-Randy te violó.
-Randy...él...yo aclaré las cosas con él Bernardo, estoy con Randy y quiero salir con él. Si esto va afectar mi situación laboral contigo dímelo de una vez.
-No, no, el trabajo es tuyo, eso no cambia.
-¿Puedo empezar mañana?
-Cuando lo creas conveniente, yo estaré esperándote.

Kimberly se acomodó la blusa y se fue de la oficina con un frio apretón de manos.
Bernardo se puso a limpiar el piso sin poder evitar llorar.
-Hoy me desquito, hoy boto esta rabia y esta tristeza.

Los escoltas del ministro de Economía o
estaban en la calle esperando que bajaran la esposa y los dos hijos que irían a cenar.
Se montaron en la camioneta.
-Vamos al restaurante Churrasco Grill. 
-Si señora, iremos a otro lugar que nos dijo el jefe.
-¿Otro restaurante?
El escolta aceleró bloqueando las puertas de la camioneta.

Sonó el timbre. 
-¿Quién será? Se les olvidó algo. ¿Que pasó vieja?
El escolta permaneció quieto al lado de la puerta del apartamento.
-Entra que no quiero que escuche el escolta. Me regresé porque quería estar contigo a solas, los niños van al restaurant y nos esperan. Quiero tener sexo con mi marido.
-Coño vieja, ya me pusiste cachúo mira. ¿Tu bebiste algo? Tienes una cara...y tus ojos.
-Hoy quiero que mueras de tanto sexo.
-Uuuffff mi amor, te voy a dar hasta que digas basta.

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