VENGANZA INFINITA. Capítulo 50

-Quiero que me penetren.

-Soy pasivo.

El médico lo miró con decepción. -¿Te lo puedo mamar?

-No sé si se me pare. -¿Pero qué coño estoy diciendo? Es el doctor, ¿Cómo vas a tirar con él?. Esta noticia que me dio me tiene mal.

-Túteame. ¿Para qué regresaste?.

-Porque soy una puta, como la otra que está allá afuera. No sé, pero allá afuera tengo un amigo que si quieres élnte puede coger. El cobra por sexo pero tiene un buen guevo, no te vas a arrepentir. Eso si, no te guies por el aspecto físico. Es un hombre.

-¿A qué te refieres? 

-Es transexual, todavía tiene pene pero también tiene tetas.

-Dile que pase.

-Ok. Ahora soy proxeneta.

Oliver salió. Se acercó a Kimberly.

-El pana es pasivo, pero le hablé de ti y quiere que te lo cojas ya. Le dije que cobrabas.

-¿Y quién eres tú para decidir por mi con quien tiro o no?

-Guevón cobras en dólares, tiene verdes, no te pongas digna ahora, entra y te lo coges. Yo te busco luego o pregúntale si te da la cola.

Kimberly se levantó del sofá. -Lo voy a hacer pero que no se repita.

-Ay deja el drama, ve a trabajar ¿No es tu trabajo eso?.

Kimberly entró, el médico la vió y se sonrió desabrochándose el pantalón. Levantó el auricular del teléfono.

--Carla, cancela las consultas de la tarde, te puedes ir--.

-Hola. Yo cobro en dólares, son...

-Lo que pidas yo te pago, necesito sexo.

Oliver se montó en su carro y antes de arrancar llamó a Bernardo.

--Hola amor, mira si quieres saber de Kimberly está en el anexo B del Centro Clínico del Centro. Está tirando con el doctor Pedrozo en este momento. Cobrando, lo sé porque estaba con ella--

--¿Y qué hacías con Kim?--

--Buscando los exámenes que me hice--

--¿Y que dicen la resultados?--

--Esta noche te explico todo. ¿Vas a venir?--

--Voy saliendo--

--Epa mi pana. Oliver, mira te llamo para decirte que tu macho está teniendo sexo con un cliente. Mi médico--

--¿Y qué quieres que yo haga? Es su trabajo--

--No bueno...yo solo te digo, ahora te paso la dirección--

Oliver se fue a la clínica a averiguar sobre la nuevos exámenes para poder hacérselos.

-¿Tengo que venir en ayunas?

-No.

-¿Puedo hacérmelos hoy?

-Estos dos si. Espere un momento. Esto otro no porque ya se cerró el cupo de muestras por hoy, mañana temprano puede hacerlo.

-Ok, me los haré.

-Buenas tardes, elnconsultorio del doctor Pedrozo.

-Piso 2 consultorio 2-B pero ya la secrearia se fue.

-Pero él está arriba, necesito verlo.

-Si pero...

Bernardo lo vio a los ojos.

-Pase señor.

Subió por el ascensor, se abrieron las puertas y el consultorio estaba en frente. Tocó el timbre insistentemente pero nadie abrió. Vio la cerradura de la reja y comenzó a desmornarse al igual que la puerta de vidrio. Entro.

La puerta que lo separaba del consultorio estaba cerrada. Las bisagras comenzaron a salirsebyvla puera cedió, la empujó con una patada.

Kimberly volteó hacia la puerta levantándose del piso, el médicobse metió debajo del escritorio.

-¿Qué...haces aquí?

-Eso mismo te pregunto a ti.