-Bernardo, te puedo explicar.
-No me expliques, está claro, estás trabajando. ¿Y tú qué? ¡Sal de ahí!
-No...no
me hagas nada...yo...yo no sabía que ella tenía novio...yo...-El
médico se levantó del piso tapándose la entrepierna con sus manos.
Bernardo lo vio y lo elevó al techo dejándolo suspendido.
-No lo vayas a matar.
-¿Te da lástima? ¿Quieres tirártelo de nuevo? ¿Cuánto te pagó? Yo puedo doblar esa cantidad.
-Me pagó bien y en dólares.
Bernardo dejó caer al doctor al suelo golpeando la cabeza connel borde del escritorio partiéndole el cuello.
Kimberly
se llevó la mano a su boca sorprendida por lo que vio. Miro a Bernardo y
este la vio. Intentó desmayarla pero no lo logró.
-¡Eres un maldito asesino!
-¡Y tú una puta!
-Es lo que soy así me conociste
Bernardo se le acerco y le dio un golpe en la cara desmayándola.
Se
dio cuenta que le dio muy fuerte y se asustó. La vistió y la cargó
poniéndosela en el hombro y salió directo al sótano del edificio. Nadie
entró al ascensor pero la bajó sosteniéndola con fuerza, la llevaba
arrastrada.
Un par de personas lo vieron sin darle importancia, la montó en el asiento de atrás y salió del estacionamiento.
Llegaba Randy en su moto. La estacionó en el área de motos y entró.
Le dijo lo mismo que le dijo Bernardo al vigilante y subió. Pero este desconfió y le avisó a su compañero.
Randy
llegó al consultorio, estaba abierto y corrió al interior. Llegó al
consultorio y vio al médico en el piso desnudo. Le tocó el cuello y vio
que estaba muerto. Se levantó.
-¡Quédese ahí! Ya llamamos a la policía!
Bernardo
llegaba a su casa con Kimberly cargada, entró y de una vez subió a su
habitación, cuando abrió la puerta vio que estaba Oliver acostado viendo
televisión.
-¿Qué haces con ella aquí?
-La salvé del médico ese.
-¿Le hizo algo? No entiendo...
-No, estaban teniendo sexo.
-¿Y...pero qué hizo el doctor?
-Un cagón, lo maté. Tráeme una toalla empapada.
-¿Qué? ¿Lo mataste?
-Si, tráeme la toalla por favor.
Bernardo desvistió a Kimberly, sus dedos recorrían su piel. -Yo te voy a cuidar, no voy a dejar que más nadie te toque.
-Toma. Te importa mucho este pana. ¿Y yo como quedo? Siempre salgo jodido.
Bernardo se puso de pie y le dio un beso en la boca a Oliver, le metió la lengua y por varios segundos estuvieron así.
-Ve a la cocina y prepara algo de cenar para los tres y sírvete un trago, pero no quiero discutir contigo. Déjame solo con Kim.
Oliver
salió de la habitación. Bernardo siguió acariciando a Kimberly. Sus
dedos recorrían sus pechos jugando con los pezones, bajaban hasta el
ombligo, llegaban a la ingle y tomó el pene, lo acariciaba, retraía el
prepucio tocaba todo el pene, lo envolvia con su mano hasta llegar a los
testículos, toda la zona estaba completamente depilada. Volvió a tomar
el pene y lo introdujo en su boca dejando caer saliva. Volvia a meterlo
en su boca por completo mientras jugaba con los testículos.
Kimberly abrió los ojos y se movió.
-Hola mi amor, buenas noches. ¿Cómo te sientes?
-Me golpeaste. ¿Qué hago aquí en tu casa?
-Si, te golpeé muy fuerte, disculpa, es que no logré ponerte a dormir. Hoy te quedas en mi casa que también es tuya.
-Yo me voy a mi casa. No puenso dormir con un asesino, au...que dolor de cabeza.
-Acuéstate Kim, descansa, Oliver está haciendo la cena.
-Me irá a envenenar. ¿Cómo sabías que estaba en esa clínica?
-Me dijo Oliver.
-Vaya...no me sorprende. Yo me voy Bernardo. No quiero estar aquí.
Oliver preparaba una salsa para pasta cuando recibe una llamada.
--Abre la puerta, estoy afuera--
-¿Por qué tenías que matar a ese hombre? ¿Por qué?
-¿Te importa mucho? ¿Un cliente menos? Yo te dije que te pago lo que haces en una noche.
-No se trata de eso. No había necesidad de matarlo.
-Eres mia y no quiep que otro hombre te toque.
-¿Y Oliver?
-Es distinto, es mi novio igual que tú y está permitido, yo los dejo que tiren entre ustedes.
-Déjame ir
-No mi amor, no me dejes.
-Me quiero ir Bernardo, Randy me espera.
-Pero estabas tirando con tipo. ¿Randy lo sabe?
-Si lo sé, suelta a Kimberly que me la llevo.
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