miércoles, 22 de mayo de 2019

VENGANZA INFINITA. Capítulo 54

(Malas) noticias.
-Mañana voy a buscar los resultados de los exámenes.
-¿Estás nervioso?
-Preocupado.
Bernardo estaba almorzando con Oliver para hablar de la mudanza. Vio a su novio, una mirada completa sin enfocarse en alguna parte.
-¿Qué te pasa? ¿Por qué me ves así?
-Tienes cáncer, cáncer de pancreas. 
-¿Qué?
-Tranquilo, deja que te den los exámenes.
-Ya va...¿Cómo me dices eso así?
-Mira la mesa de allá voltea con cuidado.
-¿Qué coño estás diciendo?
-Está la esposa de Clodosvaldo Barrero el presidente de la Asamblea.
-Si yo sé quién es ese.
Oliver volteó y la vio y enseguida  vio a Bernardo.
-¿Cómo coño me dices que tengo cáncer y te quedas así de tranquilo?
-Creo que va al baño. ¡Espérame aquí
-Bernardo, Bernardo. ¡No me dejes así! Coñoooo.

Bernardo esperó que entrara  mientras estaba esperando en el baño de caballeros, cambió su fisionomia y entró al baño de damas.

-Hola buenas tardes.
-Buenas tardes.  -Dijo la esposa del político que entraba a uno de los cubículos. Bernardo miró a la puerta y le pasó el pestillo cerrándola.
La mujer salió y se encontró con la otra mujer frente a frente.

-Permiso por favor.
Bernardo le dió una cachetada y la empujó contra la lamina que divide un cubículo del otro.
-¡Suéltame o grito y mis escoltas te matan!
Bernardo la tenía tomada de los hombros y la dejó sin habla. Le puso las manos en la cabeza. La mujer cerró los ojos. Bernardo entró en su mente, en lo más profundo, borró recuerdos nuevos y habló con ella a través de su mente.
Le quitó las manos de la cabeza y la mujer abrió los ojos. Asustada se separó de la lámina, vio a Bernardo ahora con su cuerpo.
-No dejes de hacerlo mujer, es lo mejor.
La señora salió del baño tranquila como si no hubiese pasado nada
Bernardo también salía cuando entraba otra mujer.
-Disculpe, me confundí.

Llegó a la mesa, Oliver estaba metido en Google averiguando del cáncer de páncreas.
-No te atormentes nené, yo te voy a curar, cuando te den los resultados te sanaré.
-Bernardo...me acabas de lanzar esa bomba y me dices que me quede tranquilo.
-Tú no me crees que te voy a curar. Confía en mi. Esta tarde te llevo a tu casa para que busques tus cosas y te quedas en mi nueva casa.
-¿Y como saliste del problemón de tu casa, los muertos? Bernardo me estás dando mucho miedo.
-Eso está resuelto mi amor, nada va a pasar, esta noche vamos a ver el programa de Clodosvaldo. Va a pasar algo muy interesante.
-¿Interesante? ¿Van a dar una noticia? Eso será un desastre, esa gente va a terminar de hundir esta mierda.
-Pido la cuenta y nos vamos. Esta tarde te busco.

Bernardo buscó a Oliver al final de la tarde a su trabajo y luego lo llevó a su apartamento para que buscara sus cosas.
Montaron una maleta grande y un bolso.
-¿Y la Kimberly? ¿Se muda o no se muda?
-Yo resuelvo eso luego, no quiero hablar de Kim. Ni siquiera fue a trabajar a la oficina.
-Es puta Bernardo.
-Lo que quiero es que te pongas puta tú y me mames el guevo mientras manejo.

Bernardo se desabrochó el pantalón sin sacarse el pene.
-Sácalo tú y mámalo.

Oliver se agachó, metió su mano entre el interior y sacó el enorme y grueso pene de su novio, ya en su mano, el pene lubricaba, Oliver acercó su lengua y quitó el exceso de líquido para luego introducirlo en su boca dejando caer saliva.
Tratando de metéselo todo la boca le bajó más el pantalón para llegar hasta la base del pene y tocarle los testículos.
Intentaba introducirlo todo en su boca mientras Bernardo le ponía la mano en la cabeza. Su lengua no dejaba de moverse, Bernardo se erizaba, cerraba los ojos pero los abría pues estaba manejando. De repente su cuerpo se tensó y comenzó a eyacular. Oliver tragaba mientras hacía sonidos de placer; -Mmmmmm, mmmmmm, mmmm. --Seguía tragando mientras continuaba mamando y halando los testículos.
-Coooooño....me sacaste hasta la última gota.
-Si no te conociera diria que botas un lechero. Pero me inundaste la bocaa propósito.
-Sabes que te gustó.
Se rieron, Bernardo se acomodó el pantalón una vez que estacionaron. Oliver lo besó ennla boca.
-Te amo
-Tenías tiempo que no me lo decías.
-Han pasado muchas cosas Bernardo, me han puesto a dudar, pero ahora no me importa nada y...me dijiste lo del cáncer...me asustó pero...me dices...que me vas a curar.
-Te voy a curar. Tranquilo. Vamos a hablar de otra cosa.
Entraron a la nueva casa, Oliver estaba impresionado, era distinta a la otra pero más impactado lo tenía no ver la otra casa en frente.
-jajajaja no puedo con tu cara.
-Es impresionante Bernardo. Murió gente ahí, tu papá...y estás tan tranquilo, y pasó hace unos días.
Bernardo volteó a Oliver y lo besó.
Vamos a cenar y ver la tele.

Se llevaron unos sanduches y dos copas de vino a la cama. Encendieron el televisor y pusieron el canal estatal.
-Mira, empezó el programa de este mamaguevo.

Clodosvaldo comenzó a hablar burlándose de las nuevas actuaciones de la oposición y de la nueva marcha en apoyo a la revolución.

--Y mañana vamos a inindar de rojo las calles, todos, vamos a ir todos, yo iré con mi esposa eh? Y mis hijos. Ajá alá está mi esposa--
La gente aplaudía cuando la esposa se levantó de la silla, saludó y comenzó a caminar entre las sillas, la cámara la seguía.
--Mi esposa viene a saludarme, la invitaré a que diga unas palabras, ven mi amor, invita a la gente a la marcha.

--Compatriotas, compañeros...-oye, oye lo que va a decir -Le dijo Bernardo a Oliver. --Mi esposo que tengo al lado los ha engañado por años, si mi amor, le has mentido al pueblo. ERES UN CORRUPTOOO-- Sacó un enorme cuchillo y lo clavó en varias oportunidades en el pecho y abdómen. Interrumpieron la señal.
-¿QUÉ ES ESTO? Marico lo mató, mató al carajo.
-Eso se llama justicia, felicidad, fresquito.
-¿Lo habrá matado?...fuiste tú Bernardo...fuiste tú ¡TU HICISTE ESO!
-Si...¿No te parece genial?
-¿Genial? ¡Sigues matando gente!.

Oliver se fue a la cocina. Bernardo entró a twitter. El suceso se viralizó en cuestión de segundos.
<<Extroficialmente Clodosvaldo habría muerto luego del ataque de su esposa en pleno programa en vivo del Diputado presidente del partido de gobierno>>
-¡Claro que murió!












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