VENGANZA INFINITA. Capítulo 49

Entre amigos.

-¿Ahora yo soy tu terapeuta?

-Digamos que sí. Yo sé que no te caigo bien, pero tranquilo, yo hablé con Bernardo y aclaramos las cosas.

Oliver vio a Kimberly con incredulidad. -Tengo que ir a buscar los resultados de unos exámenes que me hice, acompáñame y me vas contando.

-¿Todo bien?

-Si, pura rutina, he tenido unos dolorcitos extraños y una debilidad.

-Que raro... Te acompaño.

Ya en el carro iban escuchando música cuando Oliver le bajó el volumen al reproductor.

-¿No me vas a contar?

Kimberly suspiró. -Randy quiere que me quite las lolas.

-Bueno no me extraña. Tienes un pingón, te lo coges, él no quiere cogerte, obvio que quiere un macho en la cama no una vaina rara con tetas y pipí.

-Vaina rara. Oliver soy una mujer, lo que tenga entre la piernas no me define el género.

-Coño pero para este pana parece que si, te está pidiendo que te quites las prótesis.

-¿Y tú estás de acuerdo con eso?

-A ver Kim. La decisión la tienes que tomar tú, porque quieres hacerlo, no porque te lo diga un guevón. En este caso el malandro ese. Es tu cuerpo, como si te quieres poner una tercera teta o abrirte otro culo. Lo harás porque te complace a ti, no a un tipo o tipa con la que te acuestes.

-No quiero perderlo.

-Verga marico, no estas empatado con Einstein o un Beethoven, es un malandro escolta. Te puedes conseguir algo mejor, si dejas la putería en las calles claro, sino te sale Guardia Nacional o Policía de Metro.

-¿Por qué eres tan hijo de puta?

-Me caes mal.

-El caso es que me gusta Randy.

-¿Me viniste a preguntar para redponderte lo que querías escuchar o  qué? Me perdí. Llegamos.

-Esta noche analizo todo, me hago una revisión interna.

-¿Guevón pero que tienes que analizar? No te quitas las lolas y punto que se joda, si no le gusta que arranque, será por culos. Me coges a mi.

Oliver dijo eso y se arrepintió mientras decía la frase.

-Te caigo mal pero quieres tirar conmigo.

-Olvida lo que dije. Espera aquí para retirar el sobre.

-Buenas tardes señorita, para retirar unos exámenes.

-Buenas tardes, su cédula.

Dio su número de cédula y esperó.

-Joven, pase oor la puerta y en la segunda puerta del pasillo entre, lo va a ver el médico.

Oliver se tensó y fue donde Kimberly.

-Tengo que ver al doctor, no me da buena espina eso...

-Tranquilo a lo mejor hay unos valores alterados y te quiere explicar. Yo voy a preguntar unos precios, te espero aquí.

-Hay unos valores específicos muy altos y no me gusta mucho.

-¿Es grave? ¿De que són?

-Valores que tienen que ver con el hígado y páncreas. Es raro.

-¿Cómo raro doctor? Explíqueme.

-Vas a tener que hacerte unos exámenes adicionales, más específicos.

-¿Por qué? Doctor hábleme claro, ¿cáncer?

-No me atrevería a decirlo d buenas a primeras. Hazte estos exámenes en esta clínica.

-¿Tengo cáncer?

El médico cerró unas carpetas y acomodó unas hojas. -No lo sé.

-Mierda, mierda, mierda.

-No nos adelantemos. ¿Eres gay? Perdón por preguntar.

-¿Tengo vih?

-No, no, disculpa por preguntarlo.

-Doctor ¿me está ocultando algo?.

-No, no, no...te dije que no puedo darte un diagnóstico así sin ver los otros exámenes.

-¿Y entonces por qué me preguntó si soy gay?.

-No sé...soy un tonto. Yo estoy casado, vivo metido aquí en esta clínica, mi esposa trabaja aquí, en mis consultas es el único lugar donde puedo conocer hombres y...-se volteó hacia la pared- tener algo...con alguien...

Oliver esta sorprendido y justo antes que comenzarava hablar, habló el médico.

-Sé que debes estar pensando que soy poco profesional, pero estoy agobiado.

-Primero Kimberly y ahora este se pone a contarme sus confidencias de gay. Tranquilo, no hay problema con eso. Lo entiendo pero...¿Por qué no se divorcia?

-No quiero dejar mi vida de casado, pero quiero, quiero estar con un hombre. -Se volteó- hoy.

-¿Me está pidiendo que me acueste con usted?

-Si...bueno...no, si. Esto es una locura.

-Claro que es una locura. Voy a pagar la consulta.

Oliver salió y pagó. Se fue donde Kimberly.

-Marico, el doctor quiere tirar conmigo.

-¿Quieres dejar de tratarme como un hombre? ¿Qué te dijo?

-Eso que quiere acostarse conmigo.

-No vale, de los exámenes.

-Ah...bueno me dejó preocupado...no me lo dijo pero creo que es cáncer.

-¡Carajo que exagerado eres! ¿Dónde vas?

-A hablar con el médico.

-Ya...pero la puta soy yo.

El médico le daba la espalda a la puerta mientras se masturbaba.

-¿Puedo pasar un momento de nuevo?

-Si, en media hora tiene otro paciente.

Oliver tocó la puerta, el médico se acomodó rápido sin terminar lo que había empezado.-¡Adelante!

-Doctor...sí.

-Eh...sí, ¿qué?

-Acepto su propuesta.

-Entra, ya te doy un condón.

-¿Condón? Ya va...¿usted es...?