Con la rabia acumulada.
–Mariquitooo, mariquitooo, Jorge es una niña.
Quítale el pantalón, a los maricos les gusta que se los cojan por el culo.
¡Bájaselos! Mira esas nalguitas blanquitas de niña, vamos a darles nalgadas con
esta correa.
¿Quién se lo coge primero?
–¡No me hagan daño por favor, no me hagan daño,
déjenme ir!
–Nooooo mariquitooo, mis amigos y yo vamos a
divertirnos contigo.
¡RIIIIIIIIIIIING! –Te salvaste esta vez mariquito.
Ve a buscar tu pantalón en la poceta.
Jorge se despertó sobresaltado, tenía la frente
brillante por el sudor. La rabia lo estaba invadiendo desde el día que llegó
Adolfo a su oficina y le removió lo que ya tenía olvidado en el fondo de su
memoria.
Entró a la ducha, mientras esperaba que saliera el
agua caliente recordaba el sexo con Adolfo, al caerle el agua recreó la
escena en el sofá, ese momento a solas desnudos teniendo sexo lo había
disfrutado aunque le hizo creer a su empleado que había sido un desastre.
Era la primera vez que tenía sexo después de muchos
años cuando en la universidad lo penetró en un baño un compañero de estudios,
que luego difundió las fotos mientras tenían sexo en toda la facultad. Otro
estudiante las tomó mientras estaban encerrados en el cubículo.
Jorge se agachó en la ducha y se puso a llorar.
–Voy a conseguir a cada uno de esos hijosdeputa y
van a pagar, van a pagar todo lo que me hicieron.
Se terminó de duchar, se vistió y se fue a la
oficina.
–<<Claudia, llama a la extensión de Adolfo y
que venga a mi oficina ya>>
5 minutos después aparecía Adolfo, tocó la puerta y
entró.
–Hola Jorge buenos días, ¿querías hablar conmigo?
–Buenos días, quiero hablar contigo, siéntate.
–Quiero disculparme por lo del otro día, no quería
decepcionarte en el sexo, pero bueno, no te gustó y no puedo hacer nada, igual
me disculpo.
–No era para eso que te llamé, pero un mal día lo
tiene cualquiera y ese día te tocó a ti. Te llamé por esto. –Le lanzó un sobre
blanco que cayó justo frente a él en el escritorio.
–¿Qué es esto?
–Ábrelo y quiero que me expliques. Son tus exámenes
de laboratorio.
Adolfo sacó las 2 hojas que estaban en el sobre y
las abrió y se puso a leer. Revisó cada resultado, hasta que fue al último
renglón y se puso pálido, Jorge se sonrió.
–¿Qué significa esto? No entiendo. –Levantó la
mirada hacia Jorge.
–Lo que dice ahí Adolfo, tienes vih, saliste
positivo. ¿Sabes que significa eso?
–No puede ser, no puede ser, si yo me cuido, no
puedo ser, no, esto debe ser un error.
–No te cuidaste conmigo y puedo estar infectado.
¿Estás entendiendo? ¡Me jodiste a mi también!
–No, no, no, ya va, esto no puede ser, yo estoy
sano, yo me protejo.
–¿Te has hecho el examen alguna vez?
–No, nunca. -Adolfo no dejaba de ver el papel,
estaba sudando frío. –Mierda esto no me puede estar pasando, mierda, mierda.
–Hoy me dieron los resultados, se tardaron porque no
habían reactivos, pero por esto, aunque es ilegal te botan, pero me provoca
botarte por haberme infectado a mi ¡A MI ADOLFO, ME JODISTE A MI!
–Ya va, pero no tomamos precauciones los 2, mierda
Jorge ya va, no me siento bien, espera, coño, necesito agua.
–Lo que necesito es que vayas a la clínica a hacerte
otro examen para confirmar. Mañana mismo vas a este centro y te lo haces.
Espero que no salgas positivo de nuevo porque te mato a coñazos.
–Esto debe ser un error, déjame hablar con el
laboratorio, debe haber un error.
–No ha habido errores en ese laboratorio, siempre
trabajamos con ellos.
–Ay Jorge, coño, ya va, no me vayas a botar, no me
dejes solo en esto, mierda ayúdame con esto, perdóname, yo no…
–¿Quién me ayuda a mi? Tengo que esperar unos meses
para saber si también tengo vih. ¡Eres un inconsciente! Sabiendo que tenías esa
vaina y no usaste condón.
–COÑO YO NO SABÍA NADA, NO LO SABIA. –Le dio un par
de golpes en el pecho a Jorge antes de ponerse a llorar. Se sentó y apoyó la
cabeza en sus brazos sobre el escritorio y siguió llorando.
Jorge se acercó a él y puso su mano sobre la cabeza
acariciándolo. –Mañana vas a hacerte ese examen donde te dije y reza porque
salga negativo y si sales positivo reza porque yo no salga positivo también
porque te voy a reventar la vida Adolfo.
Adolfo levantó la cabeza y vio a Jorge que tenía la
rostro cambiado, lo miraba con odio.
–¿Pero por qué te pones así? ¿Por qué tanto odio
hacia mi? ¿Qué te he hecho? Desde que llegué a este trabajo me has hecho la
vida imposible, yo necesito el trabajo, estoy jodido económicamente pero no se
porque te ensañas así conmigo, luego tiras conmigo, me tratas mal de nuevo y
ahora esto. ¿Merezco más abusos y desprecios? ¿no es suficiente con que ahora
también tenga vih?
–No es suficiente basura, aún no es suficiente.
Vete a tu puesto y piensa en todo esto y haz memoria con quien te acostaste y
avisa a la gente con la que has tirado, mañana saldremos de dudas.
–Mierda…ahora tengo que contarle a la gente que
tengo esto. Me toca llamarlos. Esto no puede estar pasando.
–Házlo ya, mantenlos al tanto aunque no sepas.
En la madrugada Jorge desde su casa entró en el
Facebook de Adolfo para revisar si le había escrito a alguien sobre el vih.
Consiguió 2 conversaciones, una mujer y un hombre. Les contó lo del vih y de
ambos hubo insultos.
–Esta venganza se escribe solita, vale. Pero vamos a
tener que darle un empujón más adelante para que surta más efecto. –Cerró la
sesión de Adolfo y entró en su correo.
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