martes, 30 de agosto de 2016

A QUE NO TE ATREVES 7.


Montaje matrimonial.

Bertha había cuadrado un desayuno, temprano, con 3 de sus amigas en un restaurante, ya que tenía tiempo sin reunirse desde antes del matrimonio.

–Bruja pero eso que nos cuentas no tiene pies ni cabeza, ¿cómo no van a estar viviendo juntos?
–Bueno ya les dije, lo del papá es delicado y prefiere estar ayudando a su mamá.
–¿Y tu matrimonio, qué? Que se haga cargo mi amor. ¿y han tenido intimidad?
–No, desde 2 semanas antes del matrimonio.
–Estás como loca.
–Tú me vas a perdonar Bertha, yo sé que tienes 5 años con él pero sigo insistiendo, tu esposo es gay.
–BUENO CLAUDIA YA, BASTA, no te invité para que sigas con la cantaleta, Darío no es gay, me ama.
–No ha tenido más novias y tengo mucha gente que no tienen que ver unas con otras que me dicen que es gay.

Bertha, es abogada y administradora, sacó las 2 carreras en paralelo, su familia es de clase media, viven al día. Su padre siempre anda en proyectos y negocios que nunca se concretan, trae dinero a casa con trabajos a destajo mientras la mamá vende productos por catálogo. Su deseo de conseguir a un hombre que la sacara de ese hueco económico se hicieron realidad, a medias, con Darío, su familia, que no es millonaria, viven cómodos y tienen el dinero suficiente para vivir bien.
Bertha vio en él el mejor partido, a pesar de que los chismes de su orientación sexual los sabía antes de casarse pero a ella no le importó pues tenía un objetivo, y, 5 años después, se hizo realidad.

–Pues yo no he visto nada raro en mi esposo, así que no puedo decir que eso sea cierto, él me ha cumplido siempre.
–Y hablando de cumplir -Hablaba la tercera amiga –Nunca has dicho como es el hombre en la cama, y si es dotado.
–Aaaay no voy a contar esoooo.
–Yo te puedo decir como es, yo estuve con él mucho aaantes que ustedes comenzaran a salir. -Todas quedaron boquiabiertas con la confesión. –Primero, en la cama es normalito, nada del otro mundo y de aquello también normalito, no es nada de sorprenderse, y si te digo que es gay es porque me lo han dicho hombres y mujeres mi amor.
–Pues a mi en el sexo me encanta, lo hace muy bien -mintió –y de su pene, no me quejo.
–Bueno bruja, si a ti te gusta, que es lo que importa pues éxito y felicidades de nuevo, eso sí mi amor exígele que se muden YA juntos y tengan hijos, amarra a ese hombre con un niño para toda la vida.

Luego de hablar de otras cosas, se fueron 2 de ellas. Bertha se quedó con su mejor amiga.
–No soporto a Claudia cuando me dice esas cosas.
–Claudia no es de las que dice las cosas por decir bruja, es lo que te puedo decir, me quedé loca con lo que dijo que se acostó con él hace años.
–Yo estoy feliz con Darío.
–¿De verdad? ¿estás segura?
Bertha se quedó callada unos segundos y bajó la mirada. –El amiguito de Darío no lo soporto Diana, siempre están juntos, salen juntos mientras yo sola en la casa.
–Aaaay bruja, mucho cuidado con eso. Mucha gente habla de que es gay, abre los ojos.
–No, yo me casé y casada estaré. Darío no es gay amiga, es Rogelio, él si es gay y se le mete por los ojos a mi esposo.
–Bueno, abre los ojos, ponte pilas, averigua. Chao brujis, te llamo en la tarde a ver si nos vemos tú y yo. ¿Vas donde Carmelo?
–Si, tengo que arreglar unos asuntos con él, de su fideicomiso y unos documentos.
–¿Ves? Ese es un buen partido.
–Dianaaaa, ¡estoy casada! Estás loca si crees que me voy a enrredar con Carmelo.
–Es guapo, no lo vas a negar y es como misterioso, serio, debe ser pervertidito en la cama.
–jajajajajajaja ya, locaaa, hablamos luego y te aviso, besitos.


Bertha llegaba al penth house de Carmelo, estab estacionando.
Carmelo había entrado por primera vez despues de muchos años a la habitación de sus padres. Los cuerpos y la cama estaban llenos de polvo y estaba sacudiendo un poco y aspirando para volver a cerrar la habitación hasta otros años más. Los volvió a tapar y les dio un beso a ambos.
Cuando cerraba la puerta sonó el timbre. Fue a abrir, era Bertha.
Al abrir la puerta se peino con las manos y se sacudió la chemise.
–Hola, Buenos días preciosa, gracias por venir.
–Buenos días cariño, gracias, como siempre es un placer verte, ay mira, 2 copas.
–Cada vez que vengas te espero con una botella de vino y queso. Los negocios hay que hablarlos así, adelante, siéntate mientras busco la botella.

Destapó la botella y sirvió en las 2 copas, brindaron.
Bertha sacó unos documentos para que Carmelo firmara y además conversar del pago mensual que recibía  por las ganancias en los negocios de su padre.
–Quiero que ahora sea el 2 por cierto de las ganancias netas, más mi sueldo que también quiero un aumento.
–Esta bien, no hay problema, sabes que eso pasa por la junta directiva de las empresas pero un mero formalismo, pero hay que esperar un poco, lo demeas marcha bien, ya con tu firma aquí agilizamos.
–Toma tu cheque por tus buenos servicios preciosa. ¿Cómo va el matrimonio? No pude ir a tu boda, estuve complicado con el trabajo, ya sabes como es.
–Bien cariño, bien –Bertha sonrío con resignación
–Mmmmm vaya, no suenas convincente, le pasó la mano por su mejilla, ya me contarás, cuando quieras.
–Bueno, es que…-Sonó el timbre. Lo llamaban de la oficina de condominio por un problema en un pago.
–Voy a bajar un momento, espérame aquí, estás en tu casa, sírvete más vino, ya regreso.
–¿el baño? ¿Cual uso?.
–El mio no, usa el de afuera, aquella puerta.

Carmelo salió del apartamento y Bertha revisó su celular, contestó 3 mensajes, uno de ellos de Darío.
–<Cuando lleguemos al apartamento hablamos mi amor, quier que vayas hoy a nuestro apartamento. Necesito hablar contigo> -Contestó otros mensajes, hizo una llamada y se levantó para ir al baño. Se tomó loq ue había en la copa y se acercó a la puerta pero le llamó la atención la puerta de al lado que estaba apoyada pero cerrada, tomó el pomo y comenzó abrir, vio hacia la cama y la vio ocupada por 2 personas.
–¿Qué haces? ¿no ibas al baño? –Carmelo cerró la puerta.
–Ay disculpa, me confundí, ¿es esta no?
Entró al baño y Carmelo se sirvió más vino y se lo tomó de una vez. Bertha salió del baño
Se acercó a la mesa donde estaba Carmelo y se sirvió vino y tomó un trozo de queso.
–En ese cuarto, ¿era el de tus padres? Vi que había… -Carmelo la abrazó la trajo hacia él y le dio un beso en la boca, beso que Bertah respondió. Sus lenguas jugaron.
Bertha se separó.
–Wao, ya va, ya va, Carmelo, espera, no, esto no puede pasar. Estoy casada.
–Me gustas mucho Bertha, no sabes las ganas que tenía de hacer esto desde hace tiempo, desde que nos conocimos.
–Si, pero no, esto no puede ser.
–También te gusto verdad.
–No, no e seso, si, bueno, no sé…-levantó la mirada y ahora fue ella quien besó a Carmelo, la mano derecha se deslizó por la falda y llegó a su pantaleta, metió la mano y sintió su entrepierna húmeda.
–Como se ve que tienes ganas que un hombre te haga el amor de verdad. Darío no lo hace y deseas eso. –Otro beso y Carmelo introdujo sus dedos en la vagina.
Bertha se alejó de él.
–¡No! No, no, no, esto no puede ser Carmelo, disculpa, me tengo que ir…ahí te dejo los papeles, lee los otros que te dejé y me avisas. ¿Me … abres?
–¿De verdad quieres irte? Tu cuerpo quiere otra cosa.
–Me tengo que ir Carmelo.

Le abrió la puerta.  Bertha se montó en el ascensor, se le quedó viendo a los ojos a Carmelo hasta que cerraron la puertas.Se apoyó en ascensor, su reespiración estaba acelerada. Tocó su entrepierna y estaba mojada. Le recorrió un escalofrío y se sonrío recordando las palabras de Diana “Es guapo, no lo vas  a negar y es como misterioso, serio, debe ser pervertidito en la cama”.
Bertha se rió tapándose la boca, no podía evitar reirse, era una risa nerviosa. Se abrieron las puertas y una mujer esperaba  el ascensor, la risa la detuvo y salió caminando rápido.

Cuando se montó en su carro sintió un frío en la parte interna de su pierna derecha, pasó su mano. Era el flujo que se había deslizado, volvió a estremecerse, sus manos le temblaban.
–Cálmate Bertha, sólo fue un par de besos, bueno 3 y te tocaron allá abajo y ya, no es para tanto. –Sintió como una cantidad de líquido salía de su entrepierna.

Se vio por el retrovisor, se peinó con la mano y siguió manejando hacia su trabajo.

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