5
días después
Viernes
5:43pm
Ignacio seguía en coma pero ahora estaba
en otra clínica. Por insistencia de Clodosvaldo, previa pelea con Ricardo, lo
llevaron a una mejor, ya el seguro de Ricardo se agotaba.
En la clínica estaban Fernanda, su hija,
Federico, Luis, Clodosvaldo, Ricardo y dos amigos del colegio de Ignacio. Más
temprano, vinieron varios compañeros de su salón. “Bueno, esta noche me quedo
yo, ¿ok?. Ya mañana coordinamos quien se queda” dijo Ricardo. “Bueno Ricardo yo
en un rato me voy, ya que te quedas aquí yo duermo en casa de Clodo” dijo
Fernanda.
“Yo voy a buscar ropa a casa y me
regreso” “Señor Betancourt, yo puedo acompañarlo a su casa para traer las cosas
de Nacho, me voy a quedar un rato más aquí, luego me voy a casa en taxi”. “ “¿Y
tus papás no te van a buscar?” “Están de viaje, llegan la semana que viene,
estoy solo…” le decía Raúl el mejor amigo de Ignacio. Por su comportamiento en
la clínica, se notaba el interés por el papa de su mejor amigo.
Federico estaba vigilando desde hace
rato a Raúl: ‘Este carajito quiere que se
lo cojan…y encima Rodo drogado…que se quede quieto el niñito’. “Claro
chamín, asi no me voy solo, luego yo te llevo a tu casa, buscamos ropa, yo me
cambio y nos venimos”.
“Negro, yo tengo que hacer unas vainas
antes en la oficina, llévate el carro, ¿nos vemos en casa más tarde?” “Ok papá”
dijo Luis. Federico salió de la clínica y tomó un mototaxi.
6:02pm
“Señor Betancourt usted va mucho al
gimnasio, ¿no?” ‘Ay vale ¿a este carajito
qué le pasa?’. “Si, todos los días y no me digas señor, dime Ricardo”.
- Disculpe, se nota, te ves fuerte, papiao’
- jeje si, mira los cuadritos que se me
marcan -se subió la franela, mientras manejaba, Raúl quedó sin habla y embobado
viendo los abdominales forrados de vellos negros-.
- ¡Epa! Te quedaste aguevoneao’, ¿qué pasó?
- No, no, nada, estaba pensando en
Nacho, lo que le pasó.
6:27pm
Llegaron al apartamento y fueron
directamente al cuarto. “Si quieres tomar algo, ve a la cocina, ya sabes donde
están las vainas” “Gracias Ricardo”. Se comenzó a desvestir para ducharse y en
eso entra Raúl y lo ve en interiores. ‘Ven Raúl, acércate, pásame ese libro que
está ahí en el mueble”. Estaba nervioso, tomó el libro y se lo entregó, Ricardo
lanzó el libro a la cama y le tomó la mano y se la puso en su paquete.
“Quieres probarlo ¿verdad?” “No señor…
Ricardo, como dices eso” “Agáchate y mámalo que lo estás deseando”. El muchacho
se arrodilló y comenzó a introducirlo en su boca, estaba nervioso y temblando.
Ricardo le agarraba la cabeza y le empujaba su pene para que lo tragara
completo, Raúl le daban arcadas pero igual continuó.
“Vamos sigue, sácame la leche que nos
tenemos que ir”. Le acabó en la cara y
Raúl quedó hipnotizado, de rodillas, también se había corrido. “Límpiate y
espérame en la sala que me cambio y hago la maleta.
Raúl se fue a la sala con ganas de más
pero se tuvo que conformar con solo sexo oral. Se sentó en el sofá y de repente
vió todo negro y se desmayó. Al despertar, se da cuenta que tiene los ojos
tapados, las manos y pies atados y está desnudo, lo imagina porque siente el
piso y su cuerpo fríos. Su boca esta rodeada con dos vueltas de teipe plomo. Está
en un maletero del sótano. Lo agarran por el cuello y se lo aprietan fuerte.
“¿Tú pensabas que ibas a tener sexo con éste carajo sin haber consecuencias?
“Te equivocaste niñato, esto es para que recuerdes que no te debes meter con lo
ajeno”. Le dió varias patadas en el cuerpo y en la cara, que lo desmayó. Una patada final en los testículos tan fuerte,
que hubo un sonido de huesos rotos.
7:41pm
Con el celular de Raúl le envió un
mensaje a Ricardo. Salió del maletero y lo encerró con un candado. Del celular quitó
la pila y el chip y lo guardó. Los guantes
los puso en el bolsillo del pantalón. Subió al apartamento y con cuidado sacó las
cosas del bolsillo y los metió en una gaveta de la cocina. Fue a la habitación
y encontró a Ricardo apenas vistiéndose. “¿Qué haces aquí Federico? “vine a
ayudarte, sé que viniste con el amigo de Nacho, pero…” “Si, pero se fue, en un
descuido ya no estaba aquí y me mandó un mensaje que tenía que irse a su casa.
Bueno, ya que estás aquí, ven para que veas lo que le metí en la maleta a
Ignacio y me digas”.
Entraron al cuarto y Federico se le
lanzó a Ricardo “házme el amor Rodo, ahora” “¿Pe… pero qué haces Federico? Le
dió un beso en la boca, que hizo que Ricardo cediera; le hizo el amor. Dos
veces. Quedaron tendidos en la cama. Unos minutos después Ricardo lo abraza:
“Coño de la madre Fede yo te sigo amando no joda, me jodiste la maldita vida
hace 10 años y todavía te amo, ¿qué carajo me hiciste? Y encima voy como un
pendejo y tiro contigo” Le dió un beso, profundo, apasionado y lo abrazó. ‘Todavía me ama, lo sabía, me ama, pero
también vas a recibir un castigo por no estar conmigo...’
Camilo, al ver que Ricardo no regresaba
a la clínica, se fue al apartamento y se consigue a ambos todavía en la cama. “Coñooo…tu hijo postrado en una cama y
tú revolcándote con tu ex… qué preocupación la tuya”.
“¿Camilo, qué haces aquí? Espera”.
Camilo salió del cuarto. “Epa…deja que yo hable con él Rodo, vístete”.
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