miércoles, 28 de noviembre de 2012

AMOR EN TINIEBLAS 6. Penúltimo capítulo

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Domingo 2:33pm
Rebeca se estaba colocando el traje de baño para hacer sus ejercicios de natación en la piscina. Dejó el bastón en el cuarto y se fue caminando sin el, cada día cojeaba menos pero seguía haciendo sus ejercicios.

Se acercó al borde de la piscina por el lado profundo y se lanzó al agua con un clavado. Mientras subía a la superficie sentía que la piel le quemaba. “Uy uy uy me quemo, que ardor, sáquenme de aquí, sáquenme de aquíiii” les gritaba a los dos escolata que estaba en uno en cada esquina del jardín.

La alzaron por los brazos y le dieron una toalla, inmediatamente se fueron a la clínica pues le ardían los ojos. Tenía la piel enrojecida y en algunas parte seriamente quemada.

45 minutos más tarde…
Juan Pablo estaba en la clínica con su esposa en emergencias. “Tiene quemaduras debido a algún componente que le colocaron a la piscina, habría que traer una muestra del agua y verificar que le colocaron. Estas heridas van a dejar marcas en la piel pero si las cuida bien y sigue el tratamiento se podrán disimular un poco, sobretodo las de la cara que están más expuestas”. Decía el doctor mientras le daba las indicaciones de lo que debería tomar y la crema para las heridas.
Suena el celular de Rebeca: número privado. “Aló” “Hola Rebequita, ¿cómo estás? Es Federico. ¿qué tal tu domingo? ¿Cómo estuvo el chapuzón en la piscina? ¿Refrescante?”.
“Mi amor, búscame un café con leche por fa, gracias…Maldito maricón, tenías que ser tú. Se acerca el día de tu muerte malnacida, te vas a arrepentir de no haberme matado en los acantilados, loca venenosa”, colgó.

Martes 6:12am
Comisaría
Marica mírale la troza que se le marca al tipo este, lo tiene parado, wao que rico” decía en voz baja uno de los travestis dentro de la celda donde se encontraba Ricardo. La noche anterior habían detenido a las dos prostitutas. “Amiga agárraselo, ese debe estar drogado o borracho y mírale el pecho, esto es una alfombra, sácale el guevo y se lo mamamos, Dios que bueno esta este tipo”. Seguína hablado en susurro.

“¿A ver si me agarra a coñazos?” “Quien sabe, a lo mejor es gay, aaaay mi amorr yo los he visto así de machotes y bien que nos cogen a nosotras, dale ahí, tócaselo y ábrele el pantalón, ese está dormidísimo”.

Willy se acerca a Ricardo y lo oye roncar débilmente, se agacha y va acercando su mano a la abultada entrepierna, “Dale mijaaaa” “Ya vaaa coñoooo” hablaban en voz baja.

Le apoyó la mano sobre el pantalón justo donde estaba el pene “Maaaaaarica, lo tiene caliente” empezó a sobarlo de un lado a otro, empezó a bajarle el cierre y desabrochaba el pantalón, con cuidado apartó un poco la tela y se encontró con el interior. “Esto si es un vergón hermana, esto te lo metes y te deja tiesa en el sitio”. Metió la mano en el interior y lo agarró.

Ricardo abrió los ojos y Willy soltó un grito “aaaaah” “¿QUÉ COÑO TE PASA A TI MARICÓN? ANOCHE TE DIJE QUE ME DEJARAS TRANQUILO, ¿NO ENTENDISTE? Lo agarró por el cuello, lo alzó y lo estrelló contra los barrotes de la celda. Willy era extremadamente flaco. “¿QUE QUERÍAS, METÉRTELO MARIQUITA?” Lo soltó y le empezó a dar golpes. El otro muchacho intentaba infructuosamente de detener a Ricardo y optó por llamar a los policías.

“¿Qué pasa aquí?” Ricardo soltó a Willy “Esta marica que quería desnudarme”. “Bueno, bueno agarra tus vainas que te vas de aquí” “¿Yo?” “Si tú, te llamas Ricardo Betancourt, ¿no? te arrancas de aquí”.

“Ricky mi amor, no nos dejes aquí, estos policías nos van a violar, sácanos por fa, te lo pido” le decía Carlos el otro travesti en voz baja. “Sácanos de aquí”. “Bueno dejen la mariquera, y esperen a que hable con el abogado”. Le dijo Ricardo algo molesto y drogado por la droga que le trajo a escondidas el abogado días atrás.

Ricardo salió de la celda y se encontró con uno de los abogados y con el comisario. “Lo que es ser amigo del señor Grillet, Betancourt…ya estás libre, pero no te vayas muy lejos, porque esto no se termina aquí con tu salida…”. “Comisario, mi cliente está libre de culpa, no tiene que rendir más declaraciones, Buenos días”

6:55am
“Adolfo, allá en mi celda hay dos travestis, por fa gestiona para que los suelten y le damos la cola, me pidieron el favor”.

40 minutos después
Ricardo, el abogado y los travestis salían de la comisaría rumbo a la camioneta del abogado. “Tanta golpeadera en la celda y nos sacaste de ahí, ¿te dió lástima, locote?”, le tocó el paquete acercándose al asiento del copiloto. “Deja la mariquera porque las dejo aquí en la autopista. Este es mi número por si necesitan algo” “Yo necesito tu guevo para poder dormir papi” Adolfo, el abogado, se reía mientras tenía la mirada al frente.

“Los dejo en una estación del metro, tomen esta plata”. “Gracias mi amor y tápate ese pecho que me estás volviendo loca” “Loca ya eres, asumida, deja el show”. Le dijo Carlos a Willy. “Te llamaremos papi, gracias por todo”.

9:47am
“Que bueno papá, que ya te soltaron, ¿ya se aclaró todo?” “Si Nacho, al parecer fueron unos malandros que entraron al edificio a robar y bueno, Raúl estaba en el momento equivocado”, mientras decía eso miraba a los ojos a Federico culpándolo.

Mismo martes 3:00pm
Ricardo dormía plácidamente en su cama, cuando suena el teléfono de su casa: “mmm aló”.
“Hola mi amor bello, ¡Felicidades y bienvenido a la libertad de nuevo! mira te estoy llamando para invitarlos este sábado al yate…ya se, ya se que es el cumpleaños de Nacho por eso te estoy llamando, cancelen lo que hayan planificado, bueno tú no, los demás, porque vamos a celebrar eso 18 años en grande… “Estás clara que Federico va a ir, el quiere celebrarle el cumpleaños a Nacho” Bueno si no queda más remedio invita a Federico, no hay problema, bye, besos”.

“Como me encantaría matarlo ese día…pero ya llegará el momento”. Deceia en voz alta  Rebeca.

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