jueves, 1 de noviembre de 2012

SexoRama 9. UNA PELÍCULA 3D

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Estaba libre en el trabajo pero en casa no dije nada. Con el susto en el cuerpo decidí ir a la urdaneta al cine porno. Al llegar habían hombres tocándose. otros haciendo sexo oral y otros teniendo sexo. En total oscuridad, sin ver nada me senté en una de las butacas vacías. Tranquilo me puse a ver la película cuando  de repente  siento que alguien me empuja suavemente el respaldar de la butaca, no hice nada pero luego de unos minutos vuelve a ocurrir. Al girar hacia atrás vi a un hombre negro de bigote tendría unos 45 años. Se me quedó mirando fijamente. Las manos me empezaron a sudar y el corazón me latía a gran velocidad, sentía que se me salía del pecho. Me di vuelta y seguí viendo la película. Ya solo con eso tuve una erección. Volví a sentir ese el empujón en la butaca y me volví hacia atrás. y ahí me llevé una gran sorpresa.

El negro había sacado su gran pene, unos 23 o 25 cms., era grande, muy grueso y con una cabeza enorme. Me hizo señas para que me cambiara de butaca. Me paralicé. Me imagine de todo, hasta que podría atracarme, pero yo fui en busca de sexo y eso sucedió.
Me paré y pasé a la fila donde estaba brincando las butacas. Una de sus manos agarraba su pene, con la otra agarró mi mano y la acercó hacia aquella monstruosidad. Empecé a mamar su pene, con su mano en mi cabeza me hizo que tragara toda su verga, sentía como esa cabezota empujaba mi garganta. Su pene era suave, esponjoso, empecé a pasarle la lengua de arriba a abajo. Sentía como gemía cada vez que me lo metía en la boca.
Pasaron unos 10 minutos, la mandibula ya me dolía, sus dedos a rodar por mi espalda y muy despacio los metió por mi pantalón hasta llegar al calzoncillo y meter un dedo dentro de mi culo. De pronto como su dedo giraba dentro de mi culo.
Sacó su mano rápidamente y ensalivó un dedo y la volvió a meter. Estaba tan excitado que cuando metió dos dedos ya no me dolía nada. Mientras yo seguía chupándole esa enorme verga.
Al rato me dice al oído, “¿quieres sentirla dentro de ti?. El corazón se me detuvo y solo pude decir: si. Me dijo que en la parte de atrás íbamos a estar mas cómodos. En esa zona, no se por qué pero no habían butacas. Me dió un beso en la boca moviendo su lengua por todos lados. Me comenzó a desabrochar el pantalón y me besaba el cuello, desabotonó mi camisa, vió mis tetillas, las besó y chupó. Ya quería que me lo metiera.
Se coloco tras de mí y por la espalda me daba pequeños mordiscos que me daban corrientazos en todo el cuerpo. Empezó a bajarme lentamente el pantalón. Empezó a tocarme por encima del interior y a sobarme las nalgas, me lo quitó. Mi culo ya estaba lubricado con la saliva del masaje anterior.
Se agachó y empezó a meterme la lengua en mi culo. Yo me estaba volviendo loco de excitación. ¿te gusta? Me dijo. “SÍ, CÓGEME” le grité al negro. No se si alguien escuchó pero en ese momento no me importaba.
“Inclinate hacia delante para que sientas lo que te voy a meter” me dijo en ese tono morboso que me pone a mil. “Prepárate por que este culo va a ser mío”. Por unos segundos me asusté y le dije; “hazlo despacio”. “No te preocupes” respondió “Vas a sentirlo despacito como te abre, lo vas a disfrutar”.
Su tremenda cabezota la apoyó en la entrada y yo agarrando su pene para que no lo metiera de una. Tomó lubricante y se puso el condón, empezó a empujar. Sentía como si me desgarraran. Lo metió de golpe, yo grité fuerte y esta vez la gente más cercana a nosotros volteó. Me dolió horrible. Hasta el punto de querer zafarme de él. Pero no me dejó y siguió besandome y mordiendo levemente la nuca mientras introducía aquel vergón.

“Sácala, me está doliendo”, le dije. “Si la saco te va a doler más, me dijo.
Dio otro empujón y esta vez entró hasta la mitad. “Puja, como si estuvieras cagando para que no te duela”. Me decía el negro.
Lo hice y aguanté un poco más. Y terminó por meterlo complete, yo estaba a punto de venirme. Me dijo: “aguanta, quiero gozarme este culo, no acabes” A partir de ese momento sus embestidas fueron más fuertes. Ya el dolor no estaba. Aquel guevo de 25 cms lo tenía completamente metido en mi culo.
“ASÍ, ASÍ, SIGUE MÉTEMELA MÁS DURO, YAYYAAAYYAAA. ¡QUE RICO!. SIGUE, era todo lo que yo decía y repetía a cada rato. “Tienes ese culito apretadito y caliente…eres un perrita aguantadora”. Me lo decía con morbo y hasta a veces gruñia de placer.
Minutos después sentí como su gran pene se hinchó más dentro de mi, se estremeció dentro mí y se empezó a venirse. Comenzó a gritar con voz ronca:
AAAAAAAGGGGHHHGGGGG, QUE RICO COÑO, TODA MI LECHE  ESTÁ EN TU CULITO.
Terminó de decir eso y empecé a venirme a chorros, su pene iba saliendo de mi culo que estaba totalmente dilatado. Me dió vuelta y me abrazó fortísimo dándome un beso en la boca. Me limpié y note que tenía sangre, supuse que era por la cogida que me acababan de echar con semejante verga y rápidamente me subí el pantalón me puse la camisa. Me dijo podríamos repetir si quería pero en otra parte.
Me dio su número. Quedamos para encontrarnos otro día. Al salir de ahí, el sol de la tarde me achinó los ojos, mi culo me ardía pero estaba satisfecho. Esta película la quería vivir de nuevo.

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