miércoles, 14 de octubre de 2015

NOVENA TEMPORADA. Se me antoja quererte 3 #MAQ


Asdrúbal, Rubén y  Asier.

Seis de la mañana, la puerta del apartamento se abre. Cierra despacio y se va directo al cuarto donde duerme Asdrúbal, se quita la ropa y el interior y se mete en la cama, le abre las nalgas y mete entre ellas su pene.



Asdrúbal se sobresalta y se voltea. Al ver que es Rubén se tranquiliza  –Me asustaste.

–No te asustes que todavía no te lo he metido, buenos días
–Llenó de saliva su mano y lubricó su pene y entre las nalgas de Asrúbal. Estaban de lado hasta que Rubén lo gira y lo coloca sobre él y comienza a moverse hasta que el muchacho comienza a moverse dejando a Rubén que se quedara quieto en la cama.
–No te pusiste condón. -Decía con la respiración entrecortada.
–Disfrúta y calla.

Asdrúbal comenzó a masturbarse hasta acabar. Rubén, cuando ya estaba a punto, se apartó y se corrió sobre su abdómen.



–Que divino es un mañanero y más cuando no te lo esperas. -Dijo Asdrúbal.
–Lo que no te esperas es lo que salió hoy en el periódico
–Se levantó y buscó en la mesa del comedor lo que había traído. –Lee.



El empresario dueño de la empresa familiar Agustín Sucre & C



AGUSTÍN SUCRE INVOLUCRADO

EN LOS ASALTOS A LOS BLINDADOS



–¡Por Dios! Se destapó la olla
–Se destapó la olla y tú estás en la mira de ese señor, ahora más que nunca debes estar oculto aquí.
–Pero es que yo tengo una vida, necesito trabajo, necesito salir.
–Bueno, tú te metiste en esto y tienes que asumir las consecuencias, esto no se detiene aquí Asdrúbal, tenemos que seguir moviendo la mierda que hay detrás de todo esto y esa familia va a caer incluído tu noviecito.
–Tengo que avisarle a mi familia.
–Cuando cobres tu liquidación me haces una autorización y yo busco el cheque.

Asdrúbal llamó a su mamá y luego a su papá que estaba en el trabajo y les explicó todo y les dijo que se volvería a comunicar cuando tuviera otra manera de hacerlo, pero por su celular más nunca.

Al colgar la llamada suena su celular, era Asier.
–No contestes, cierra la llamada y quitale la pila y el chip YA.



El papá de Asier se reune en su casa con toda su familia y les muestra el periódico con el titular en primera página.



–Señores, estamos jodidos, pero jodidos de verdad, las acciones han bajado, muchos empleados están renunciando y al parecer saldrán más cosas en la prensa.
–¿Pero no tienes amigos en los medios? ¿no puedes detener esto? -Le preguntó Asier que le temblaban las manos.
–Si, pero ya se filtró a varios medios y esto no hay quien lo detenga, ya mis abogados comenzaron a moverse. Todo esto es culpa tuya Asier, sólo tuya.  Le mostraste la punta del iceberg a ese pendejo y mira lo que ha hecho. No sé como coño pudo llegar tan al fondo de nuestra organización.
–Papá, vamos a salir de esta tenemos el dinero y el poder y los mejores abogados.
–Estamos expuestos ante la opinión pública carajito de mierda. Nos van a destrozar. Necesito migrar una fuerte cantidad al exterior y a cuentas de los testaferros, no nos podemos descapitalizar porque eso es lo que viene.
–¿Y si nos vamos del país? ¿todos?. -Comentaba la mamá de Asier.
–Eso está planteado, espero por la respuesta de los abogados.





–Ya sabes lo que tienes que hacer, me matas al carajito ese y a los dos periodistas.
–Tranquilo jefe que ese encargo se lo hago y limpio, sin pruebas

Agustín el padre de Asier colgaba la llamada que tenía con Rendel para desaparecer a Asdrúbal y los periodistas que se encargan de investigar el caso de la organización detrás de la empresa familiar.



Asier estaba desesperado por saber de Asdrúbal y no podía localizarlo, fue hasta su casa pero no le dieron razón. Se imaginó que estaría escondido como le había dicho, pero necesitaba saber de él.



Asdrúbal seguía escondido en el apartamento de Rubén que casi todos los días iba para estar juntos. Las denuncias de narcotráfico, red de robos a blindados y casos menores como mendigos pidiendo dinero salían diariamente en prensa nacional. La fiscalía ordenó la intervención de las empresas y serían tomadas temporalmente por el gobierno nacional hasta que se aclarara la situación con los dueños. Los periodistas que llevaban el caso pidieron protección pues habían recibido amenazas.



Todavía no se había colado en toda esta historia el nombre de Asdrúbal y mucho menos el de Rubén que se mantenían en el más absoluto anonimato, pero Rendel le seguía los pasos aunque no había dado con el paradero, ya tenía contactos que le informaron de los lugares en los que se movía Asdrúbal.



En una de las ausencias de Rubén, Asdrúbal se escapó para visitar a sus papás. Al llegar al edificio uno de los informantes de Rendel le dice que el muchacho entraba al edificio.

–No te muevas de ahí, luego lo sigues a ver donde va, así sabremos donde vive y  quebrarlo.



El informante siguió a Asdrúbal hasta el edificio donde se estaba quedando. Prácticamente caminó cerca de él sin que Asdrúbal tuviese alguna sospecha.



Al abrir la puerta se consigue con Rubén en el pequeño comedor.



–Acabas de firmar tu sentencia de muerte carajito.
–¿Pero qué pasa? Nadie me siguió.
–Ven, asómate a la ventana.

Asdrúbal se asomó y vio a un hombre tendido en el piso.
–Ese tipo te venía siguiendo por toda la calle, lo vi desde aquí.
–¿Tú lo mataste?
–Si, pero creo que la información de tu paradero la envió por mensaje. Tenemos que irnos de aquí.

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