Amadeo y Andrés.
Con cualquier
excusa, Amadeo le pidió a Andrés el número de teléfono de Calixto, el chofer.
–<<Bueno
Calixto, tengo todo ya cuadrardo para el sábado, es a las 10 de la mañana, pero
tenemos que estar un par de horas antes en el lugar>>
–<<Entonces
los paso buscando a las seis de la mañana y arrancamos>>
–<<Perfecto,
el viernes terminamos de coordinar, yo igual tengo que cuadrar unas cosas con
la gente esta>>
–<<¿No es
peligroso eso? A mi me da un poco de temor, más bien respeto, ¿está seguro de
hacer eso?>>
–<<Tranquilo,
es seguro, además estamos con profesionales, estando allá pregunto a ver si
usted también puede montarse>>
–<<Je,je,
je noooo, ni loco. Estamos en contacto señor Amadeo>>
–<<No me
digas señor, deja el protocolo para Andrés, nos hablamos, chao>>
Amadeo iba a
llegar con dos buenas noticias para Andrés; la sorpresa el sábado y la otra un
trabajo de medio tiempo como asistente en una firma de ingenieros y podía sacar
de una vez ahí las pasantías.
Calixto dejó a
Andrés en el apartamento, lo acompañó hasta arriba. Cuando abrió la puerta
Amadeo le dijo a Calixto que pasara –Lo que le voy a decir a Andrés quiero que
lo escuches.
Andrés se le
acercó a Amadeo y le dio un beso en la boca, Calixto se sonrrojó pero le gusto
el tierno gesto.
–Bueno son dos noticias,
la primera es que conseguí un trabajo de medio tiempo, pagan poco pero de
momento no me hace falta el dinero sino la experiencia, es en una firma de
ingenieros, estaré como asistente y me sirve para mis pasantías ya lo hablé y
todo perfecto.
–¡Que bien mi
amor, felicidades! –Lo abrazó y le dio otro beso en la boca ¿y de que trata la
segunda noticia?.
–Lo otro es una
sorpresa, no puedo decirte nada y tengo a mi favor que no ves así que no sabrás
hasta que te diga.
–Pendejo.
Calixto tosió a
manera de interrumpir y cortar la conversación –Bueno Calixto es mi cómplice en
esta sorpresa.
–Ah por eso me
pediste su número, ya me parecía raro…
–Bueno, bueno,
no te desvíes. El caso es que Calixto nos va a pasar buscando el sábado a las
seis de la mañana para ir al lugar.
–Wao..¿este
sábado?.
–No me digas
que no puedes. Suspende lo que sea.
–Tengo una
reunión en el bufete para un caso internacional y la reunión comienza a las 10
de la mañana.
–¿Y es muy
importante? Ya tengo todo listo, no me puedes cancelar.
–¿Por qué no
llama al jefe y le dice que la corra para el domingo, a veces se reunen los
domingos, no creo que tengan problema –Dijo Calixto.
Andrés tomó su
celular y marcó el número de su jefe y se fue a hablar al balcón. Amadeo y
Calixto se acercaron sigilosamnte al balcón.
–<<Si
jefe, es que Amadeo me tiene una sorpresa que ya cuadró y no hay chance de
echar
para atrás eso.
¿De verdad que no tiene problema que sea el domingo? A la hora que diga usted
ahí estaré. Perfecto>. Ustedes son unos chismosos, ¿qué querían oir?
–Verga ¿de
verdad le dijiste lo de la sorpresa? Que fuerte.
–Si, él sabe
que soy gay y sabe que tengo pareja y vivo contigo.
–¿Y sabe como
te cojo también?
Calixto dio
media vuelta y se fue a servir un café.
–¿Tú estás
tonto o qué? ¿qué cosas dices?
–Ja, ja, ja no
sé se me ocurrio decirte eso.
–Incomodaste a
Calixto.
–No, no, no,
por mi no se preocupen –Dijo el chofer en la distancia de la cocina.
El viernes en
la noche prepararon todo para salir temprano el sábado. Amadeo le dijo a Andrés
que llevara suéter pues a lo mejor hacía frío. Llevarían para el camino unos
sanduches. Andrés no tenía ni idea adonde iban así que se lo tomó con calma y
se dejó llevar, él ya había organizado una sorpresa.
A las seis de
la mañana del sábado Amadeo escucha su celular. Entre dormido y despierto lo
atiende. Era Calixto –Ya estoy cerca,¿están listos?
Amadeo se
levanta de golpe, despierta a Andrés y se meten a la ducha ambos para salir más
rápido.
Se vistieron a
toda velocidad, Amadeo ayudaba a Andrés para que estuviera listo pronto.
Mientras le
ponía las medias se sonreía y le tocaba la cabeza al muchacho.
–Se te está
parando el guevo y tenemos que irnos.
–Pero deja al
muñeco que se exprese vale, luego lo ponemos a hacer ejercicio je, je, je –
Dijo Andrés que
se acomodaba el panatalón para que no se le notara.
Cuando llegaron
a planta baja, Calixto ya tenía 10 minutos de haber llegado, se imaginó lo que
estarían haciendo y no les dijo nada.
–¿Todo listo?
–Todo listo,
arranquemos y a comenzar a disfrutar.
–Estoy un poco
nervioso, debo confesar –Dijo Andrés.
–Tranquilo que
vas a estar conmigo, además lo que vamos a hacer yo tampoco lo he hecho.
Luego de
perderse por unos minutos del camino, Calixto logró dar con la calle que giraba
a la izquierda donde estaba la carretera que los llevaría al lugar. No podía
creer lo que estaba viendo, era primera vez que veía algo así en vivo y
directo.
Andrés
escuchaba gente cerca y el sonido como de gas saliendo a presión pero no
lograba descifrar que era.
Cuatro blobos
aerostáticos dominaban el espacio, eran de varios colores, las cestas cuadradas
eran enormes, habían como 20 personas pero un globo era exclusivo para
Amadeo y
Andrés.
–Mi amor,
bienvenido, vamos a dar un paseo en globo. ¿quieres venir?
Andrés se le
iluminó la cara, una sonrisa apareció y con sólo verlo había dicho que sí.
–Contigo me monto donde sea, ya quiero hacerlo.
–Espera que
hablo con el instructor que va a venir con nosotros y nos vamos.
Amadeo llegó
donde el instructor para conversar.
–Quiero que
vengas tú con nosotros, como te dije es mi novio y le voy a proponer algo.
¿No tienes
problema?
–Para nada, he
visto de todo en este negocio, ya nada me sorprende, además tengo montones de
amigos gais, lo pasaré bien con ustedes en el paseo –Dijo Roberto, el
instructor.
Amadeo regresó.
–Listo a montarse, Calixto, tú puedes ir en uno de los otros globos que va con
otras personas, ya hablé con el pana y me dijo que sí.
–Wao, gracias
Amadeo, pero me da susto.
–Tranquilo esta
gente es profesional.
Roberto ayudó a
Andrés a entrar en la cesta y luego entró Amadeo, cerró, soltaron las amarras y
los pesos y comenzó el ascenso, el primer movimiento de la cesta hizo que
Andrés se aferrara a la cesta, se puso tenso.
–Mi pana
tranquilo, no va a pasar nada. –Había una brisa suave pero constante, perfecta
para disfrutar con traquilidad la vista. Amadeo estaba feliz de ver contento a
su novio que ya se había relajado. El instructor les iba explicando y hablando
sobre los globos. Quien lo
inventó, desde
cuando, cuanto tiempo tiene en el negocio, anécdotas, etc.
Roberto los
dejó que hablaran ellos y se puso a revisar su celular y estaba pendiente de la
radio.
–¿Qué te ha
parecido esto?
–Fantástico,
siempre quise montarme en uno, desde pequeño.
–¿En serio? Que
fino. Lástima que no puedas ver todo esto, es impresionante lo que tenemos
alrededor, unas monta...-Andrés le puso la mano en la boca.
–Deja que yo me
imagine todo eso, no me lo cuentes. –le dio la espalda a Amadeo y levantó a
cara al cielo mientras le llegaba la brisa a su cara, Amadeo simplemente lo
abrazó por detrás y así estuvieron unos minutos sin hablar.
Roberto de vez
en cuando los veía y sonreía
–¿Cómo estará
Calixto? -Preguntó Andrés.
–Si quieren les
averiguo y les comento –Dijo Roberto que se comunicaría por la radio.
–Siento una paz
estando aquí arriba y contigo, es una sensación que no puedo explicar Andrés,
pero me siento bien y feliz a tu lado.
–No le busques
explicaciones, disfruta cada momento de la vida, disfrutemos este regalo que
nos ha dado la vida.
–Te lo di yo no
se te olvide je, je, je.
–Tonto, ven acá
–Le dio un beso en la boca que duró varios segundos. Roberto por un instante se
sintió incómodo y se volteó.
Cuando ya
llevaban casi una hora de paseo, Roberto les dijo que ya iban a regresar.
–Espera, dame
un chance mi pana Se metió la mano en el bolsillo.
–¿Qué haces?
–Le dijo Andrés.
Amadeo tomó su
mano. –¿Te quieres casar conmigo cieguito hermoso?
Roberto se
quedó impresionado, reaccionó cuando lo llamaban por la radio.
Andres sintió
como el anillo entraba en su dedo y un calor se apoderaba de su cuerpo. –Acepto,
¡coño, claro que acepto! –Se abrazaron y de nuevo un beso que esta vez duró una
eternidad y Roberto ya no sabía si ver su celular, atender la radio o redirigir
el globo para regresar.
–Eres lo más
hermoso que me ha pasado en la vida Amadeo, no sabes como agradezco todos los
días a Dios por haberme tropezado en esa acera.
–Yo pensaba que
el amor era Aníbal, que él era lo que yo necesitaba, un tipo maduro, con dinero,
que me protegiera y mantuviera, eso para mi era el amor perfecto. No sabes lo equivocado
que estaba.
–Y todavía te
falta que te equivoques y nos equivoquemos y aprendamos juntos lo que es vivir
en pareja.
–Te amo
cieguito.
–Y yo a ti.
Roberto tosió
–Ya estamos a punto de llegar a tierra. ¿Cuánto tiempo tienen juntos? Ah por cierto,
felicidades por esa petición.
–Casi 10 meses.
–Que bien,
felicidades para ambos y bendiciones. Sujétense fuerte que podemos tocar tierra
un poco rápido.
Ya en tierra
estaba esperando que Calixto llegara en el otro globo, era cuestión de minutos.
Al llegar se
acercó a ellos y Andrés le mostró su mano. Mira esto. ¿qué te parece?
–Caramba...¿se
comprometieron? ¿se van a casar?.
–Asi es Calixto
y tú serás nuestro padrino de boda.
–¡Que honor!
Claro que si.
–¿Cómo te fue
en las alturas?
–Bueno...al
principio estaba y me disculpan la palabra cagado, pero luego la gente comenzó a
hablar, me metí en la conversación y se me fue pasando.
–Que bien,
valió la pena entonces.
–Asi es. Bueno,
como yo voy a ser el padrino de esa boda los invito el almuerzo al llegar a la
ciudad y nos tomamos un vino.
–Acepto la
invitación padrino –Dijo Andrés.
Al subir en el
carro, Andrés y Amadeo se montaron en el asiento de atrás, comenzaron a besarse.
Calixto los vió por el retrovisor, levantó su mano derecha hacia el techo del
carro y
bajó una
persina negra que se enganchaba en la guantera que estaba entre los asientos delanteros,
y encendió la radio, quedando aislados de Calixto.
–Estoy muy
excitado y quiero que me lo mames ahora –Le susurró al oído Amadeo a Andrés, y
este le bajó el cierre del pantalón y comenzó con lo que le pidieron.
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